De viaje por KK

Pues estos días de Semana Santa me he ido a un sitio de Malasia que se llama Kota Kinabalu, situado en la isla de Borneo. Fuimos finalmente una compañera de la ofi junto con una amiga de ella, una chica española que trabaja en Hong Kong, Juan de KL y yo. Inicialmente habíamos reservado para quedarnos en un hotel en la costa, más concretamente un resort llamado Beringgis. Llegamos allí el viernes por la noche después de salir de Macao y pasamos una noche.

El sitio estaba bastante bien con su piscinita, una playita propia. Las casas en estilo bungalow y las habitaciones completitas con su baño, una cama grande… pero bueno, al día siguiente hubo cambio de planes y nos movimos al pleno centro de la ciudad de Kota Kinabalu, y ya in situ miramos otro sitio para quedarnos, que el resort donde estabamos pues quedaba algo alejado.

Finalmente, encontramos un hostal para backpackers. Estaba limpito, bien atendido y por sólo 6€ la noche por persona, qué más se puede pedir y encima en pleno centro detrás del hotel Le Meridien. Después de empezar un día movidito (sábado por la mañana), era hora de comer algo y que mejor que probar alguno de los platos típicos malayos: Nasi Gorem -> fideos fritos con pollo y algo picantitos. El amigo Juan optó por la versión del arroz frito con pollo, que ahora no recuerdo el nombre. Ambos platos acompañados de sus respectivas sopitas, y de precio… tirados. Nos pusimos las botas por menos de 3€ con las bebidas incluidas, y super rico.

Después de haber cargado las pilas con el almuerzo-merienda y descansado algo, nos dispusimos a dar una vuelta por las calles de la ciudad. Lo que es en sí la ciudad, no es muy grande y se puede ver con calma en no demasiado tiempo. Nosotros nos paseamos por cerca del waterfront (zona al lado del muelle) donde hay cantidad de bares y restaurantes para tomar algo contemplando las vistas. Estuvimos curioseando por el mercadillo que había en la zona, donde había todo tipo de frutas, verduras, pescado… tenía gran actividad cuando llegamos, además de, tener algunos puestitos de pinchitos, bebidas… todo muy bien aprovechado.

En lo que hacíamos algunas fotos por la zona del mercado, se nos acercaron algunos niños curioseando alrededor nuestro. La verdad que eran muy simpáticos y se quisieron sacar algunas fotos, estaban encantados. Hasta Juan se sacó una foto con ellos. Así de divertidos posaron todos para la cámara 🙂

Son realmente impresionantes los atardeceres, tuvimos la oportunidad de ver por 2 días seguidos las puestas de sol y sólo con eso merece la pena haber ido hasta ahí. Los colores que iba adquiriendo el cielo conforme pasaba el tiempo, volviéndose desde un tono anaranjado terminando en un rojizo. Mejor que palabras, fotos para que lo puedan ver. Y bueno, la foto de la derecha un tanto artística que me sacó Juan, como clamando al cielo. Hay otra foto que tiene él que nos sacamos de perfil que quedó bastante curiosa.

Luego lo suyo fue irse un rato a descansar al hostal y salir a cenar, aunque algo tardito. Decidimos pasarnos nuevamente por el mercadillo donde habíamos estado a la tarde y comimos en uno de los puestitos. Unos pinchitos de satay, unos calamares a la plancha y unos platos de arroz. El puestito en si, habían unas niñas cocianando los peces y todo, pero seguidas de cerca por la mamá que también estaba pendiente del negocio. Nos trataron muy bien, super amable la gente en Kota.

Después de la cena nos fuimos a tomar algo a uno de los pubs del waterfront y siendo sábado noche, investigamos a ver qué tal estaba la noche en Kota y descubrimos un par de sitios y gente interesante. Una noche surrealista, no Juan? pero valió la pena. Total que las chicas habían mirado para ir de buceo y a una isla al día siguiente, pero nos tuvimos que quedar finalmente, entre que nos acostamos algo tarde y que había que madrugar, pues no estabamos al 100%.

Pero bueno, siempre viene bien descansar y al día siguiente pues nos buscamos una excursión de buceo y snorkelling para hacer el lunes en la mañana, que sino, en Kota poco más podíamos ver. Y lo suyo es organizar excursiones de trekking, rafting, a algún parque… es un buen punto de encuentro y luego ir a visitar otros lugares.

Y esto como entrante, lo próximo el buceo…

Cenando en Lamma

Una de las cosas que aún no había hecho desde mi llegada a Hong Kong era ir a visitar la isla de Lamma donde se puede comer marisco y bien de precio, sino que se lo pregunten a la gente de Shanghai que estuvieron por ahí.

En los muelles centrales de la isla de Hong Kong, se coge un ferry, servicio gratuito que pone uno de los restaurantes de la isla, el Rainbow. Se tarda como unos 30 minutos desde la isla de Hong Kong a Lamma. El mar no estaba muy movidito pero luego a la vuelta si que se notaba un poquito más de movimiento.

Una vez llegada a la isla, nos llevaron hasta uno de los restaurantes de la isla. Al que fuimos nosotros está en la parte este de la isla, también por la parte norte hay más restaurantes que se pueden llegar cogiendo otro ferry en los mismos muelles de Hong Kong o también desde nuevos territorios en Tsim Tsa Shui.

Como había cantidad de platos donde elegir, al final optamos por una opción más fácil e igual de acertada. Elegimos uno de los menús ya hechos donde se incluían varios platos y por un precio adecuado. Entre los platos del menú teníamos:

  • Calamares.
  • Langosta.
  • Arroz frito.
  • Vieira.
  • Verduras salteadas


Y de postre unas frutitas: melón y piña. La verdad que el menú para dos está muy completito y uno se queda muy a gusto. Así que, después de la cenita nos fuimos a dar un paseo para hacer tiempo hasta que saliera el ferry de vuelta para Hong Kong.

Había un caminito que iba bordeando la isla, no muy iluminado del todo pero suficiente. No había nadie por ningún lado, y si hubiera aparecido alguien de repente, creo que nos hubiéramos llevado un buen susto. Y es que daba un poco de cosilla con tanta oscuridad, sólo mirar la foto que me salió tan chula.

Un día en las carreras

Como la conocida película de los hermanos Marx, la tarde-noche del miércoles la pasamos en el hipódromo viendo las carreras de caballos. Había muy buen ambiente, las gradas y palcos estaban llenos con bastante gente aunque fue luego algo más tarde cuando ya se notaba que entraba más gente al recinto.

No nos dio por apostar, así que, nos dedicamos a ver el ambientillo de la gente, el paseillo que se dan los jockeys y caballos antes de saltar a la pista… Merece la pena pasarse un rato, y no sale tan caro como uno se piensa, tan solo unos 10HKD (lo que viene a ser menos de 1€, uno 80 y algo céntimos) para entrar y luego lo de apostar, comer, beber a gusto de cada cual.

Aprovechamos para cenar algo allí mismo que sino luego se nos hacía algo más tarde. Las carreras empezaron a eso de las 19.15h y cada media hora había una, así, entre descanso y descanso nos dimos un paseito por las gradas, sacar unas fotos de rigor y en uno de los descanso pues nos cogimos un kebab de pollo (más bien pincho) acompañado de una cervecita San Miguel (la filipina, ojo)

Como no, inmortalizarnos en el hipódromo y con el fondo de la salida de una de las carreras. A medida que iba pasando una carrera tras otra, la salida iba moviéndose a lo largo de la pista y tuvimos la suerte de que llegara a parar justo casi delante de donde estábamos situados.

¿Coger a los caballos saliendo?… por los pelos. Nos esperabamos que dieran algun pitazo o algo para anuciar la salida, pero no fue así. Y la cosa es, justo cuando se haya metido el último caballo en la jaula y pasado apenas un segundo, dan la salida, y nos pilló desprevenidos.

A la vuelta de Kota..

Hola gente, la semana santa ya ha llegado, para unos antes y para otros algunos días después, pero ahora tendremos tiempo de descansar y desconectar un poco. Como destino hemos elegido Malasia, más concretamente en la isla de Brunei, un sitio que se llama Kota Kinabalu. Lugar tranquilito cerca de la playa y con naturaleza también, a ver que dan de sí estos días.

A la vuelta con más cositas, que tengo para contar de la estancia de Alberto por Hong Kong, de Kota… en fin. Nos vemos en unos días.