Son realmente impresionantes los atardeceres, tuvimos la oportunidad de ver por 2 días seguidos las puestas de sol y sólo con eso merece la pena haber ido hasta ahí. Los colores que iba adquiriendo el cielo conforme pasaba el tiempo, volviéndose desde un tono anaranjado terminando en un rojizo. Mejor que palabras, fotos para que lo puedan ver. Y bueno, la foto de la derecha un tanto artística que me sacó Juan, como clamando al cielo. Hay otra foto que tiene él que nos sacamos de perfil que quedó bastante curiosa.
Mes: marzo 2008
Cenando en Lamma
En los muelles centrales de la isla de Hong Kong, se coge un ferry, servicio gratuito que pone uno de los restaurantes de la isla, el Rainbow. Se tarda como unos 30 minutos desde la isla de Hong Kong a Lamma. El mar no estaba muy movidito pero luego a la vuelta si que se notaba un poquito más de movimiento.
Una vez llegada a la isla, nos llevaron hasta uno de los restaurantes de la isla. Al que fuimos nosotros está en la parte este de la isla, también por la parte norte hay más restaurantes que se pueden llegar cogiendo otro ferry en los mismos muelles de Hong Kong o también desde nuevos territorios en Tsim Tsa Shui.
Como había cantidad de platos donde elegir, al final optamos por una opción más fácil e igual de acertada. Elegimos uno de los menús ya hechos donde se incluían varios platos y por un precio adecuado. Entre los platos del menú teníamos:
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Calamares.
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Langosta.
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Arroz frito.
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Vieira.
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Verduras salteadas
Y de postre unas frutitas: melón y piña. La verdad que el menú para dos está muy completito y uno se queda muy a gusto. Así que, después de la cenita nos fuimos a dar un paseo para hacer tiempo hasta que saliera el ferry de vuelta para Hong Kong.
Había un caminito que iba bordeando la isla, no muy iluminado del todo pero suficiente. No había nadie por ningún lado, y si hubiera aparecido alguien de repente, creo que nos hubiéramos llevado un buen susto. Y es que daba un poco de cosilla con tanta oscuridad, sólo mirar la foto que me salió tan chula.
Un día en las carreras
Como la conocida película de los hermanos Marx, la tarde-noche del miércoles la pasamos en el hipódromo viendo las carreras de caballos. Había muy buen ambiente, las gradas y palcos estaban llenos con bastante gente aunque fue luego algo más tarde cuando ya se notaba que entraba más gente al recinto.
No nos dio por apostar, así que, nos dedicamos a ver el ambientillo de la gente, el paseillo que se dan los jockeys y caballos antes de saltar a la pista… Merece la pena pasarse un rato, y no sale tan caro como uno se piensa, tan solo unos 10HKD (lo que viene a ser menos de 1€, uno 80 y algo céntimos) para entrar y luego lo de apostar, comer, beber a gusto de cada cual.
Aprovechamos para cenar algo allí mismo que sino luego se nos hacía algo más tarde. Las carreras empezaron a eso de las 19.15h y cada media hora había una, así, entre descanso y descanso nos dimos un paseito por las gradas, sacar unas fotos de rigor y en uno de los descanso pues nos cogimos un kebab de pollo (más bien pincho) acompañado de una cervecita San Miguel (la filipina, ojo)
Como no, inmortalizarnos en el hipódromo y con el fondo de la salida de una de las carreras. A medida que iba pasando una carrera tras otra, la salida iba moviéndose a lo largo de la pista y tuvimos la suerte de que llegara a parar justo casi delante de donde estábamos situados.