Cruzando la bahía

Y nos plantamos a final de mes, y para despedir la semana dando la bienvenida al finde y el mes de Agosto, nos vamos de paseo en barco a bordo del Star Ferry. Si lo que queremos es pasar desde la isla de Hong Kong a la península de Kowloon lo podemos hacer de varias formas:
  • Taxi/Minibus.
  • Metro.
  • Barco.

El último de estos medios de transporte es el elegido como protagonista de hoy, una experiencia recomendable para poder contemplar el skyline tanto yendo como viniendo, de día o mucho mejor de noche 🙂 Los inicios se remontan al año 1880, un tiempito vaya, y desde entonces hasta nuestro días.

Foto desde Iguide Travel

Las rutas que nos ofrece comprenden entre TST, Central, Wan Chai y Hung Hom. Un servicio de lo más cómodo para muchos de los habitantes de las distintas zonas.

Mapa de la web Star Ferry

El que he cogido yo más veces es el de Central a TST en el que apenas se tardan unos 10 minutos y cuesta 2.4 HKD (creo la última vez), o sea, unos 20 céntimos de euro, tirado, y no nos olvidemos de nuestra Octopus para mayor comodidad.

Para aquellos que desee más información acerca de este ferry, puede echarle un vistazo a su web http://www.starferry.com.hk/, donde podremos encontrar desde los horarios de cada una de las rutas hasta imágenes del pasado en los inicios con ferrys de vapor.

Todo un clásico de Hong Kong. Zarpando viajeros!

Brisa marina

Para aquellos que me pedían más cositas sobre Australia 😉 que aún quedan cositas pendientes, el viaje dio de si, aunque uno siempre se queda con ansias y ganas de ver más y más. Creo que sólo por lo lejos que está el continente y lo exótico de las cosas que nos podremos encontrar por allí, siempre despierta el interés de mucha gente, no les parece?

Tras haber conocido Sydney durante unos días y mi posterior estancia en Cairns, tocaba regresar a mi punto de origen antes de tomar el avión de vuelta. Así que tuve la oportunidad de recorrer algunos sitios más de una vez, como el que comento a continuación.

Darling Harbour. Se encuentra situado hacia el norte de la ciudad en dirección a donde está ubicada la tan conocida Ópera House. Con amplios espacios para pasear, banquitos para sentarse y disfrutar la tranquilidad o si nos apetece echarnos algo en una terracita o restaurante.

Desde el mismo también podemos divisar la parte trasera de la torre de Sydey y algunos edificios altos, que son más contados que en Hong Kong. La verdad que muy bien conservada la arquitectura de esta ciudad.

Una gozada pasear cerquita del mar y su puerto deportivo con unos cuantos barquitos que ya nos gustaría a algunos poseer, jeje, ver y no tocar 🙂

El acuario y el parque animal que se encuentran en la zona son dos visitas muy recomendadas, yo no dejé pasar la ocasión de visitarlos, valen la pena.

Y no me podía olvidar de una protagonista no menos importante en esta zona, nuestra amiga la gaviota. No puedo evitar que se me vengan a la mente escenas de la peli «Buscando a Nemo», que como ya saben parte de su andadura transcurre en la ciudad de Sydney y cercanías de su zona costera. Mío, mío, mío…

Como un niño

A que gusta volver a perderse entre maquinitas como cuando uno era pequeño y gastar unas monedas en atrapar algunos regalos con los ganchos imposibles o subirse a un Doraemon a cabalgar, aunque de este no existía en mis tiempos, jeje. La excusa era haber estado dando un paseo con la sobrina de mi novia, que tiene 1 añito y poco, y para que se divirtiera un rato con algunas de las atracciones, así yo aprovechaba.

Y con la sensación de haberme traslado al mismo Japón, hasta tenía cierto aire a pachinko pero más infantil y sin el bullicio habitual de este tipo de salas. Como pueden observar, lleno de farolillos rojos y amarillos, bastante colorido y con máquinas de todo tipo, casi todas de la marca Namco.

Y parece fácil, pero a ver quien pilla un regalo de las siguientes máquinas, presentes en cualquier feria que se precie o en salas de recreativos. A pesar de gastar algunas monedas, la suerte no estuvo de mi lado, cachis…

Y con lo que me gusta conducir y por solo 3 tokens (cada token = 1 HKD, menos de 10 céntimos de euro) me eché una partidida a los mandos de un bólido conducido por el mismísimo Doraemon que tenía que encargarse de recoger bocatas por el camino. Nada más y nada menos que 48 pillé 😀

Mi precio: tarjeta de Pacman para coleccionista, toma ya! a ver si hay más suerte para la próxima. Lo que es un rato divertido, eso estuvo asegurado. Ahora me quedo con la espinita de volver de nuevo. Por cierto, a ver si hablo de los salones recreativos, algunos son auténticas joyas.

Desconectando

¿Qué dirían al ver estas imagénes si no leyeran más abajo una de las etiquetas del post que dice Hong Kong? Seguro que el paisaje les sugiere muchas cosas y nada que ver con rascacielos, modernidad, lujo… Aún recuerdo el paso en Shinkansen por las verdes afueras de Tokyo como si fuera hoy.

No me importaría «trepar» por alguna de esas montañas, seguro que las vistas no están nada mal y con lo mucho que gusta hacer hiking (caminatas para entendernos) seguro que alguna ruta se incluye por aquellos lares.

Y a tan sólo 40 minutos del bullicioso centro de la ciudad, visto desde la zona de Fanling, a tan sólo 2 paraditas de la línea del KCR que nos lleva hasta Lo Wu, frontera con Shenzhen. Ideal para «romper» con nuestro paisaje diario.