Escenas

 

De algunas veces que tengo que ir al distrito vecino de Wan Chai, aprovecho para caminar y disfrutar del tiempo. Y en el trayecto que tengo por delante desde la oficina, hay un momento en el que toca subir escaleras para pasar al otro lado de la calle y con qué nos encontramos?…
 

A lo largo de la subida y por el puente nos encontramos que las columnas está todas decoradas con diversos motivos, todos ellos muy coloridos. En la foto anterior hasta donde alcanza la vista y las columnas, no hay ninguna que falte con su decoración correspondiente. Es algo que me llamó la atención desde la primera vez que lo vi, no sé si para otra gente destacará tanto pero desde luego da una nota de color cuando uno pasa por el lugar.

 

 

En esta por ejemplo, podemos leer en el pie que se trata de grabado de madera y para piezas de mahjong (típico juego de mesa). Cada columna tiene su motivo y en el pie de la misma podemos leer una pequeña descripción tanto en inglés como caracteres chinos. De todas las demás columnas, que yo diría hacen un total de lo menos 30, podemos ver actividades ligadas a algunas de las zonas más conocidas de la ciudad:

– Wan Chai: zona de bares.
– Sheung Wan: tiendas de pescado seco, mercados de carne y pescado
– Mongkok: mercadillos de souvenirs (Ladies Market)… entre otros

 

O bien este otro que hace mención a un Restaurante Tradiciónal Chino. Anda! no me había fijado que también salía la firma del autor con la fecha (20/11/2005).
 

Uno de esos «rincones» de la ciudad, que quizás pasa desapercibido para algunos turistas o incluso los propios ciudadanos y vale la pena detenerse a observar con calma. Y con la excusa, hacer un poco de ejercicio mientras uno sube y baja escaleras, que seguro que mucha gente por tal de no subir no sabe de la existencia de estas columnas un tanto especiales.

 

Chicago – El musical

 

Este fin de semana el sábado por la tarde hemos tenido un plan diferente y hemos ido a ver con unos amigos el musical de Chicago que está de paso por la ciudad durante un tiempo. El espectáculo tenía lugar en el Teatro Lírico de la Asociación de Artes Escénicas de Hong Kong (Hong Kong Association of Performing Arts, HKAPA). Las entradas las habíamos comprado hace ya un tiempo, y es que seguro que si lo hubiéramos dejado para el final seguro que sólo podíamos optar a las localidades más caras. No obstante las entradas nos salieron a 595 HKD (unos 60 euros aprox.), digamos que precio intermedio y la ubicación dentro del teatro estaba bastante bien, nos permitía ver el escenario sin problemas y para una vez que vienen obras de este tipo a la ciudad, merecía la pena.

Con una duración de unas 2 horas y media, y claro con descanso incluído (20 minutos) para salir a tomar el aire y echar algún traguito de agua o comer algo 🙂 La historia se desarrolla en la ciudad de Chicago que es la que da nombre al musical y en la que sucede un asesinato. A lo largo de la obra se van sucediendo las diversas etapas por las que pasan los personajes de la misma. Buenas actuaciones de bailes y algunos/as de ellos con voces potentes que arrancaron los aplausos del público asistente. La verdad que hacía bastante desde la última vez que presencié un musical que fue en Londres cuando tuve la ocasión de ver Miss Saigon por un lado y luego también la de Grease, que por cierto esta aterrizará en Hong Kong este próximo octubre.

Las impresiones en general fueron buenas, aunque si tengo que reconocer que en algún momento de la primera parte me entró un poco de bajón. No es que fuera a dormir, pero sería la falta de costumbre. Luego parece que la cosa se animó un poco y la segunda parte se me pasó volando, vibré con las voces y las acrobacias de los bailes, donde los bailarines demostraban de pleno su agilidad. El público al fin de la obra se mostró entusiasmado y se volcó con los bailarines que agradecían el gesto desde el escenario.

Creo que habrá que ir pensando en la posibilidad de ver Grease, sería interesante recordar los viejos tiempos.

Para aquellos/as que quieran conocer un poco más sobre la historia de este musical pueden visitar el siguiente enlace

 

El dilema

 

Ayer nos encontramos con una mala noticia. ¿Será que el Chicharrero por Hong Kong cierra sus puertas así de repente? no tranquilos/as que de momento el blog se encuentra joven y con ganas de seguir dando guerra 🙂 La noticia nos cayó de repente y ahora se nos presenta un pequeño inconveniente con el que no contabamos: tenemos que volver a cambiar de casa y no porque queramos, sino por motivos ajenos a nosotros. Ya se sabe como es el mercado, y bueno, ahora que las cosas están mejor parece que son muchos los propietarios los que se animan a intentar vender sus propiedades, y nos ha tocado a nosotros.

Y uno que sabe cómo va el tema de la vivienda por estos lares, da pereza tener que ponerse a buscar de nuevo. No es que sea una cosa inminente, al menos tenemos unos meses para ir mirando. Siendo a finales de septiembre cuando cumplimos nuestro primer año en la casa actual en la que tan contentos estamos. Claro, uno no cuenta con esta serie de imprevistos y en nuestros planes cabía la posibilidad de alargar nuestra estancia un año más, ya que, los contratos de vivienda por lo general suelen ser de 1 año fijo + 1 año opcional

Parece mentira que desde mi primera casa hasta ahora, ya hace un total de 3 y eso sin contar los apartamentos que estuve de forma temporal en los primeros meses al poco de pisar la ciudad. Lo principal será buscar un piso en la misma zona donde estamos ahora, bien en el mismo bloque o algún otro edificio en los alrededores. Comparar tamaños, facilidades y sobre todo precios, que el mercado parece que vuelve a estar al alza y de ahí que la gente también se decida a poner sus pisos a la venta.

No es que la idea me seduzca mucho, porque todo hay que decirlo, estoy a gusto en la casa pero… no queda otra. Al menos tenemos unos meses para digerirlo e ir viendo opciones durante el finde de forma calmada hasta dar con un lugar que sea adecuado para nuestras necesidades. Mmmm y si llevase un poco de dinero suelto en el bolsillo, comprar sería una opción pero son palabras mayores y más el piso en el que estamos.

Lo dicho, a tomarlo con paciencia y a ver qué nos puede ofrecer el mercado. ¡A la carga!

 

A por el cantonés

 

Ayer por la tarde después del trabajo me fui hasta Wan Chai y no para echarme unas copas 🙂 sino en dirección al «VTC (Vocational Training Council)«, un organismo que imparte cursos entre los que hay de idiomas como este de «Cantonés de Supervivencia» al que me apunté.

A pesar de llevar un tiempo en la ciudad y teniendo la facilidad de poder comunicarse en inglés en casi cualquier parte, hace que quizás el cantonés no sea tan atractivo de aprender además de su consiguiente dificultad si lo ponemos al lado del mandarín. No obstante, la mayor parte de la televisión que veo es en cantonés con subtítutulos (en chino) y hago el esfuerzo de enterarme a base de lo que logro entender y de mis pocos conocimiento de caracteres, aunque dígase de paso y para complicar:

Cantonés -> escritura tradicional
Mandarín -> escritura simplificada

Aprovechando los caracteres que sé, aunque sean simplificados de cuando estudiaba mandarín, pues uno saca cosas pero los sonidos son totalmente distintos desde luego. Veamos un ejemplo:

 

你好 -> Mandarín: Ni hao // Cantonés: Nei (Lei) Hou

 

De momento en la clase de ayer a modo de introducción hemos visto como presentarnos: saludo, nombre… y como no, toca practicar los tonos que son un total de 6 aunque dicen que pueden ser 9. Y de fácil nada, porque a veces las diferencias son tan pequeñas que uno tiende a equivocarse y cuidado, que un mismo caracter puede tener distintos significados según la entonación que se le de, no vaya a ser que digamos algo que no es lo más apropiado para ese momento :/

Y es que por 300 HKD (30 y pocos €), que es lo que cuestan las 20 horas de clase, poco más se puede pedir. Además si luego atiendes más del 80% a las clases, te devuelven 240 HKD, con lo que sale regalado. Ahora quedan por delante un total de 7 semanas más, a razón de una vez a la semana y unas 2 horas y media por clase. Así que cada martes de 7 a 9 y media de la noche, a darle duro con el cantonés. A ver que tal se me da y si luego me puedo soltar un poquito más en algunas actividades de la vida diaria como en el supermercado o en algún restaurante.