A celebrarlo

Como cada año, llega una fecha mágica: el Mid-Autumn Festival (中秋節) donde el verano toca a su fin y es momento de celebrar la llegada del otoño. Ésta, una de las celebraciones más importantes del año. Tiempo para estar en familia y reunirse para cenar. Es tiempo también de farolillos y danza de dragón. Como muestra algunos vídeos para ver el ambiente de la ciudad en esta celebración. Especialmente llamativa la danza del dragón que celebran en la zona de Tai Hang, pegadito a Causeway Bay. Tradición que data del año 1880 e iniciada por las familias de pescadores que allí habitaban.
 

 

Ahh, y tampoco olvidarme de los mooncake. Tanto en versión tradicional como este…
 

o también los snowy (helados) que vienen rellenos de diferentes sabores como: chocolate, fresa, judía roja… hay donde elegir.
 

Mañana será festivo en la ciudad, no para nosotros en la oficina debido al calendario de festivos, con lo que promete ser un día tranquilo en principio. ¡Feliz Mid-Autum Festival a todos!

 

La polémica

 

No sé si muchos habrán tenido ocasión de probar la sopa de aleta de tiburón (shark fin soup), pero seguro que el nombre no les resulta extraño del todo. Es un plato bastante apreciado en la gastronomía china, según dicen por las cualidades que tiene la aleta. Sin embargo, hay quienes opinan que debería de dejarse de comer porque esta práctica amenaza que un día desaperzcan los tiburones de nuestros mares y el ecosistema se vea afectado seriamente.

En la época antigua, era un plato reservado sólo para los reyes y la gente noble. Según la tradición china, parece que la aleta tenía poderes curativos con el cáncer, pero es algo que se ha desmentido. También se dice que es capaz de curar otras enfermedades como aquellas relacionada con alergias de la piel o el dolor de las articulaciones, pero aún no se ha terminado de demostrar.

Aquí se pueden ver algunos ejemplares de aletas de tiburón ya secadas y listas para vender. Este ingrediente también tiene un coste bastante elevado al igual que el abalone. Es otro de los productos habituales en las tiendas de pescados seco. Según la calidad de la aleta, esto repercutirá en el precio final.
 

Debido a que no resulta un plato barato, éste se reserva para las ocasiones especiales como en las bodas. Uno de los primeros platos es esta sopa que tiene este aspecto una vez ya preparada:
 

El fotógrafo establecido en Hong Kong: Alex Hofford, ha publicado recientemente este libro, además de un pequeño corto, sobre cómo se realiza la captura de los tiburones y el mercado de la aleta de tiburón en Hong Kong y otros lugares de Asia.
 

Desde luego que no deja indiferente a nadie y da qué pensar. Si se pasan por su blog podrán seguir todo lo referido a este tema y según se sucedan más noticias al respecto.

En mi mente están los recuerdos difusos de cuando visité Londres por primera vez con mis padres en el año 87, mucho ha llovido desde aquel entonces. Me comentaron que uno de los sitios en los que comimos fue un restaurante chino donde tuvimos ocasión de probar este plato aunque creo que a mi no me entusiasmó mucho. Posteriormente y estando ya en Hong Kong la he tomado en algunas ocasiones especiales. De sabor la verdad que está buena pero siempre le queda a uno esa duda en el interior, ¿he hecho bien o mal?

¿Han probado la sopa de aleta de tiburón? ¿La probarían una vez aunque sea? Desde luego que habrá más platos con alguno de sus ingredientes que se pueda ver envuelto en cierta polémica como esta. El debate sigue abierto…

 

Farolillos

 

Un elemento presente en las principales festividades chinas, es el farolillo chino (chinese lantern). En su forma original, suele ser de forma esférica y de color rojo y toques en dorado, ya se sabe que este color está siempre ligado a la cultura china por traer buena suerte y prosperidad. No obstante, podemos encontrarnos otro tipo de farollilos bien sea alargados o adoptando formas de lo más diverso.

Su historia se remonta al año 250 A.C. y parecer ser que su principal origen está unido a motivos religiosos y de oración, aunque también existen creencias que pudiera ser usado como símbolo militar para enviar mensajes de advertencia. Fue en la dinastía Tang (618–907) Dynasty Dynasty cuando el uso de los farolillos se fue haciendo más popular, sobre todo entre la gente noble y que gustaba de decorar los palacios cuando tenían lugar celebraciones.

Podemos encontrarlos en las celebraciones de: Nuevo Año Chino, Festival de Medio-Otoño o el Festival de Farolillos. Tenemos la semana próxima el Festival de Medio-Otoño, el segundo festival más importante después del del primavera, tiempo para comer mooncakes y jugar en la playa. En la actualidad, su uso no sólo se limita en las festividades chinas sino que su uso se ha extendido y son un bonito elemento decorativo para celebraciones como bodas y otros eventos.
 

Aquí podemos ver uno de estos farolillos algo más de cerca y la forma que tiene como de acordeón. Los niños disfrutan especialmente con la llegada de los festivales cuando salen a la calle a jugar con ellos, es una época de celebración y de admirar a la luna llena.
 

También pueden adoptar formas tan particulares como las de estos dibujos animados entre los que tenemos a personajes como: Kitty, My Melody o Minanotabo entre otros. Aunque tampoco pueden faltar figuras como la del dragón o los animales del zodiaco chino.
 

 

La tradición sigue más viva que nunca. A disfrutar del finde y lo poquito que nos queda de verano 🙂
 

Detener el tiempo

 

Qué sensación tan extraña y especial a la vez cuando uno está viajando y tiene la ocasión de pasar por lugares en los que el paso del tiempo se nota de otra forma. Xingping es uno de esos lugares, un pequeño pueblecito al que llegábamos tras nuestra travesía por el río Li.

A unos pocos metros del río, ya había algunos hombres con motos ofreciendo sus servicios para llevarnos hasta el pueblo. Aunque nuestra idea inicial era la de ir a pie, pero luego vimos que hicimos bien el ir motorizados para ahorrarnos el pateillo. Total, de los 20 minutos que según nos dijo el buen hombrem que tardaríamos llegamos en apenas 5 al comienzo de una de las calles del pueblo.
 

Callecitas algo estrechas con puestos de souvenirs a los lados y construcciones hechas con piedra y madera, parecía como sacado de un libro de historia de cuando las antiguas dinastías. Me imagino como debe de ser el recorrer estas calles de noche, total tranquilidad.
 

 

Curiosos nosotros quisimos entrar en este templo, pero poco nos duró la ilusión cuando nos recibieron amablemente para decirnos que había que pagar entrada. Por lo menos si el dinero lo usan para conservarlo, estaría bien invertido 🙂
 

El ritmo de vida se nota pausado, o será que era la hora de la siesta? estamos hablando que era un sábado a eso de las 3 de la tarde. Seguro que mucha gente aprovechando en los salones de casa y con la puerta abierta a ver si entra algo de fresco mientras dejan secar algunas hierbas.
 

 

 

Anda que no va cómodo ni nada este niño en el carro y mientras los taburetes y la mesa que transporta su madre.
 

Me llamaron la atención estas vasijas de licor, el caracter chino () que se refiere a las bebidas con alcohol (vino, cerveza…), me dio por pensar en el cuento de Ali Babá y los cuarenta ladrones. La parte en la que se esconde en unas vasijas… que cosas las mías y recuerdo de la infancia.
 

 

Al cabo de recorrer un poco sus calles y tirar hacia la aventura, casi que se nos iba haciendo la hora de tener que decir adiós a Xingping. Puede que volvamos un día a recorrer sus calles, quien sabe. Mientras tanto la vida continúa, eso sí, a otro ritmo.