Animal nuevo

 

¿Ya sabían todos que animal le toca al 2011 en el horóscopo chino? pues se trata del conejo. Este año que viene a ser el Año Chino 4079, que por cierto, aún están por llegar las celebraciones de la entrada de año que serán a principios de febrero. El conejo se trata del cuarto animal dentro de este horóscopo.
 

Para aquellos que hayan nacido en los años: 1915, 1927, 1939, 1951, 1963, 1975, 1987, 1999 o en este 2011. Las personas nacidas en el año de este animal, se dice que son de caracter calmado pero persistentes a la vez. Y a la hora de tratar asuntos familiares, saben manejarlos con tacto. Animal que dentro de la cultura china representa: longevidad. También un símbolo de gracia, los buenos modales, el consejo sano, la bondad y la sensibilidad.

A modo de curiosidad, algunos personajes famosos nacidos bajo este animal son: Albert Einstein, Frank Sinatra, Johnny Deep, David Beckham o el mismo Tiger Woods.

Ocasión que no se deja pasar para conmemorar la llegada del nuevo año, ya se ven paneles en el metro anunciando un ticket conmemorativo. Al igual que el año pasado con el año del tigre, podemos elegir entre dos versiones de ticket: una tradicional y otra más moderna ilustrada con un curioso personaje llamado Tuzzi. Apuesto que apunto estarán de agotarse, el que no corre vuela con las promociones.
 

Espero que sea un buen año para todos los que tengan este animal como signo, y para el resto, claro que también un feliz año 2011. Ya nos llegará nuestro turno con el animal correspondiente, tiempo al tiempo 😀

 

Old Police

 

Por suerte, aún siguen quedando edificios históricos en el centro de Hong Kong, no tantos como a mucha gente les gustaría, pero al menos queda parte de la esencia del aire colonial de hace tantos años atrás. Un claro ejemplo, es este edificio que sirvió como Estación Central de Policía

Sus orígenes se remontan al año 1864 partiendo de una estructura de barracones de unas 3 plantas de altura. Posteriormente con el paso de los años se fueron añadiendo nuevos bloques a la estructura principal, entre los años 1910 a 1925. Además, daba puerta con puerta a la prisión de Victoria. Ocupando gran parte del lateral de la calle Old Bailey y doblando la esquina con Hollywood Road. En el mapa siguiente podemos ver su ubicación:
 


Ver mapa más grande

 

De un color amarillo suave, con las paredes un tanto descascarilladas y ese peculiar color azul de los marcos de puertas y ventanas. Una renovación o digamos un lavado de cara, sería más que aconsejable para que este edificio vuelva a lucir como en sus primeros años. Teniendo en cuenta que desde que se trasladara el cuartel general de la Policía a la nueva ubicación en Wan Chai tras la Segunda Guerra Mundial, el uso de este edificio fue disminuyendo y se nota el paso de los años por él.
 

En la actualidad, han sabido aprovecharlo para dar cabida a algunas exposiciones de arquitectura o de arte moderno. Ese aspecto descuidado que caracteriza las instalaciones, lo hacen un lugar más que interesante para exponer obras y un buen reclamo para los curiosos y/o amantes de la fotografía. Cantidad de rincones, detalles… en los que capturar una instantánea diferente.

El patio central que separa algunos de los bloques es recorrido por los visitantes en una de las últimas exposiciones que visité. De un lado a otro, la actividad vuelve a estar presente en el viejo edificio. Me pregunto cómo sería el ambiente cuando el edificio funcionaba a plena actividad y muchos de los edificios que vemos por detrás, aún no existían.
 

Un lugar para perderse unas cuantas horas entre sus muros. Parece como si la gente se mantuviese más en silencio de lo habitual, recorriendo los pasillos, el crujir de la madera en algunas escaleras con el sube y baja de la gente y las alambradas que son testigos mudos del paso de los años.
 

Con carteles que nos advierten a nuestro paso… aunque ahora sin peligro de adentrarnos en una zona «prohibida».
 

Nos vamos adentrando más y más entre los bloques del edificio, quedando atrás la estación de policía y metidos de lleno en la zona de la prisión. El ambiente se vuelve un poco más oscuro, nos paseamos por el interior de la zona de celdas que está repartida en dos pisos. Más silencio aún, sólo el sonido de algunos flashes y disparadores lejanos. Una experiencia interesante como pocas.
 

 

Seguro que no será la última vez que me recorra el interior de estas instalaciones con alguna nueva exposición que habiliten en su interior. Espero que por el bien del legado de la ciudad, el edificio recupere su esplendor y se le de un buen uso, bien como centro cultural, para albergar futuras oficinas del gobierno (algo leía al respecto) u otro fin que tengan en mente las autoridades de la ciudad.

¿Les hace un paseíto?

 

Aeropuerto de Vantaa

 

Dentro de lo bueno que tiene estar unas cuantas horas en un aeropuerto, es que uno puede «explorar» con calmita casi la mayoría de sus rincones. Si recuerdan en la entrada de ayer, la temperatura exterior hacía que la mejor opción era quedarse dentro a matar el tiempo que tenía por delante, unas 8 horitas de nada. Si en el viaje de ida hubiera pasado por este aeropuerto, habría ido preparado para enfrentarme al clima local y hacer un poco de turismo en la ciudad, ya que, en apenas media hora de guagua uno puede irse al centro de Helsinki. Así que, será para una próxima ocasión 🙂

No obstante, el paisaje en el exterior era bastante bonito. La nieve cubría gran parte de los alrededores, no así las pistas que gracias a la eficiencia finlandesa permitía que los vuelos salieran sin problema alguno y a su hora.
 

Mientras tanto, aprovechar para comer algo calentito y curiosear alguna revista. Tiempo había de sobra, desde luego.
 

En particular, el aeropuerto de Helsinki no es demasiado grande pero no por ello está falto de todo lo necesario para que el viajero se encuentre a gusto. Los primeros pasos por él, me hacían recordar un poco al aeropuerto de Amsterdam, de pasillos digamos estrechos y techos bajos, pudiendo llegar de una terminal a otra en tan sólo unos 15-20 minutos a pie y de un ambiente bastante tranquilo.
 

Y quien dice pasear, también dice de comprar algunos souvenirs típicos del país donde no faltan: imanes, llaveros o algún artículo de decoración para el hogar (con renos, Papá Noel…). Algo que llama la atención es el precio, que de por sí en los aeropuertos ya están algo más caros, este en particular me pareció un poquito más elevado. Bueno, de eso tienen fama los países nórdicos, no? aunque luego, a calidad de vida no les gana nadie.
 

 

Tampoco nos podemos olvidar de los más pequeños, y para ellos también nos podemos encontrar con algúnas máquinas recreativas tipo Sega Rally, qué recuerdos! o sino la típica que se balancea mientras suena alguna musiquita. Son cosas mías o no he visto máquinas de este tipo en otros aeropuertos. Si alguno/a ha localizado algunas de estas máquinas, sería curioso saberlo. Lástima que no llevara muchas monedas sueltas por aquel entonces, que sino, una partidita me hubiera echado y seguro que alguien más también se animaba.
 

Pasillo por aquí, pasillo por allá. Estirando las piernas, ya que, luego nos pegaríamos un vuelo de casi 10 horas rumbo Hong Kong. Momentos en los que de repente, uno se queda prácticamente solo y como único compañero el brillo de los carteles publicitarios. Creo que serían como las 5 o 6 de la tarde, pero todo ya estaba en completa oscuridad desde apenas las 4 y poco, todo muy silencioso.
 

Hasta con patinetes para poder desplazarse por el aeropuerto, pero no para los pasajeros, sino para el personal que allí trabaja. Nada de carritos. Además de, lo ecológico que es y lo saludable que es hacer un poco de ejercicio mientras se trabaja, y uno no se da ni cuenta 🙂
 

Mi puerta de embarque la tenía más que ubicada pero no fue hasta un par de horas antes del embarque que me desplazara a los alrededores, ya que, para acceder a esa zona del aeropuerto había que pasar por otro control de pasaportes y era preferible conocer las otras áreas.

Parece que había un poco más de movimiento por la zona. Más gente de un lado para otro, en las cafeterías o comprando algunas cositas. Las horas poco a poco habían ido pasando, aprovechando el wifi gratis, un poquito de twitter, Foursquare y todas esas cosas de hoy en día.
 

Para aquellos/as que tengan un día ocasión de pasar por allí, no dejen de visitar su web donde podemos encontrar información muy completa sobre todos los servicios disponibles, información de vuelos, tiendas… Un aeropuerto acogedor que hará nuestra espera más agradable.
 

Anillo mágico

 

En mi regreso después de las vacaciones de Navidad en Tenerife, tuve la ocasión de «visitar» un nuevo país, aunque digamos que lo que visité más a fondo era el aeropuerto. Concretamente, la escala era en el Helsinki, en el aeropuerto de Vantaa. Los planes iniciales en el viaje de ida, era haber pasado también por este aeropuerto pero debido a una huelga de personal de cabina en los días previos a mi salida, hizo que se cancelase el vuelo y fuera con otra compañía, pero ni tan mal, ya les contaré.

A lo que iba.. Lo bueno de pasar por Helsinki, era que disponía de bastantes horas entre el vuelo procedente de Madrid y el siguiente que me llevaría hasta Hong Kong. Lo malo era que la temperatura era de -9 ºC y no iba suficientemente preparado para afrontar el «fresquito». No quedaba otra que hacer tiempo por el aeropuerto, pasearse de una terminal a otra explorando un nuevo aeropuerto, las tiendas, los cafés… y fue en una de sus cafeterías donde me llamó la atención lo siguiente:
 

Un cartel que apunta hacia la mesa, pero ¿el qué? Y dirán que con tanto matalotaje que tenía en la mesa, como para verlo, pero ahí estaba en un lateral y a pocos centímetros a mi izquierda, el punto en cuestión. Un círculo rojo que nos indicaba que podíamos cargar nuestro móvil. Sin embargo, nos seguía faltando algo y ahí es donde entra en juego el anillo «mágico» que debíamos pedir en caja para conectarlo a nuestro móvil. Así es como quedaría el invento.
 

Se trata de un dispositivo de la empresa PowerKiss, y bastante práctico. Sólo queda buscarnos un rinconcito para disfrutar de nuestra comida o bebida mientras nuestro móvil se carga, así de fácil.
 

Espero que con el tiempo esta tecnología se vaya implantando en más lugares públicos y en más aeropuertos. A más de alguno/a le salvará de un apuro cuando no lleve el cargador consigo, además, es un buen reclamo para esos lugares que ofrezcan el servicio y mientras tanto tomarse algo tranquilamente 🙂