Esa «sidra»

 

Durante estos pasados días que estuve en China, además de estar con la familia de mi novia también tuvimos tiempo para hace una excursión con noche de hotel incluído en Huizhou a tan sólo un par de horas de Shenzhen. Por cierto, tengo pendiente de contar las sensaciones de la visita y las cosas que vimos, aunque no fue mucho tiempo, algunas cosas interesantes se vieron, al menos algo diferente que hacer durante el fin de semana 🙂

Antes de ir al hotel para descansar después de andar todo el día de trote con la guagua de un lado a otro, momento en el que parábamos en el restaurante en cuestión para la hora de la cena. Sentados esperando a que la comida vaya llegando, aunque antes llegan las bebidas: té, algunos refrescos y de repente:
 

La etiqueta de por sí ya es interesante, ahora queda ver su aspecto un poco más de cerca con burbujitas incluídas.
 

Antes que nada, perdonen esa relación con la rica sidra asturiana pero fue la palabra sidra la que me mencionaban para intentar explicarme la bebida que les acabo de mostrar.

Una extraña reacción al oler y luego probar. No sé si igual se lo podrán imaginar con mis palabras. En efecto, el olor es de vinagre pero no muy fuerte, digamos suave, y de gusto pues ligeramente dulcito pero con esa sensación chispeante de las burbujitas. Veredicto: no está malo este brebaje, interesante descubrimiento.

A lo mejor no estoy descubriendo la pólvora (aunque fue en China, jeje) pero en el tiempo que llevo aquí, primera vez en dar con esta bebida. Y anda que no entraba bien luego con un par de tazones de arroz junto con un poco de pollo y verduras salteadas.

 

El día después

 

La gran noche antes del comienzo del Nuevo Año Chino era la del miércoles pasado. Saliendo un poco antes de la oficina y de camino a China continental para celebrar la cena familiar con mi novia. Después de un par de horas de viaje entre metro y tren, llegamos a la casa y justo a punto para iniciar la cena.

Luego momento de reposar la comida y esperar a que el reloj se acerca a la medianoche, aunque desde hace ya un rato se pueden escuchar a lo lejos y también de cerca el estruendo de los fuegos artificiales. Sobre todo los niños, bajo la supervisión de los padres, son los que más disfrutan de estos momentos. Pim pam pum, fiuuuu… prat prat putummm! los estruendos se suceden uno tras otro.

Es habitual que en las puertas de las casas se coloquen tracas para dar la bienvenida al nuevo año. A la mañana siguiente, el panorama en las calles es bastante tranquilo como es de esperar, después de la noche de celebraciones y fuegos. Además, es hora del almuerzo, de una siesta o jugar al mahjong.
 

 

Me gusta el contraste que hay entre el gris de las cosas con el rojo intenso más el dorado. Los adornos a las entradas de las casas no faltan, ya se sabe lo mucho que se siguen las tradiciones en China. Todo sea para entrar el año con buen pie 🙂
 

 

De momento, el día después la gente se lo toma con calma. Costumbre el dejar los restos de las tracas hasta pasado un día o dos. Las calles se tiñen de rojo, el año del conejo ya ha dado comienzo.
 

 

Toque floral

 

Como bien decia Xacir en su comentario del post de ayer, otro elemento que llama la atención bastante es la decoración presente en estas fechas.

Las naranjas son bastante apreciadas, ya que, su color naranja en cierta medida se parece al del oro, de ahí que se consideren como símbolo de riqueza y buen fortuna. Además de ser una de las frutas principales que se consumen en estos días, podemos encontrarnos en las entradas a las casas o en los recibidores de los edificios de oficinas, estos arbolitos tan curiosos con unas naranjitas muy chiquitas.

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La foto que muestro a continuación es de esta mañana cuando subía iba de camino a la oficina. Se nota menos presencia de gente, aunque lo normal es que a esas horas haya algo más de actividad. Muchas oficinas hoy trabajan a medio gas o igual se han cogido el día para empezar antes con los preparativos para la cena familiar de esta noche.

Yo por lo pronto estoy yendo de camino a China a pasar unos días, como se diría: en el pueblo. Luego el sábado tempranito y saliendo desde Shenzhen, un pequeño tour a una localidad dentro de la provincia de Cantón con su consiguiente noche de hotel. A ver qué tal se da, seguro que el tiempo aprovechadito al máximo.

Hasta entonces, nos vemos dentro de unos días 🙂

Kung Hei Fat Choi. Feliz año del conejo

 

Regalarse

 

Apenas quedan un par de días para que comiencen las celebraciones del Nuevo Año Chino, el año del conejo. En los hogares se van ultimando los detalles para las celebraciones de estos días. Momento en el que se juntan las familias para compartir mesa y disfrutar del ambiente festivo.

Seguro que mucha gente ya ha iniciado su viaje de regreso a casa, no obstante, este período del año es cuando más desplazamientos se producen. La gente que trabaja fuera de su ciudad de origen, inicia el retorno para juntarse con los suyos. Y con ellos, no pueden faltar presentes con los que obsequiar tanto a familiares como amigos. Es la tradición.

En su momento hablaba que es habitual llevar a las casas algo de fruta, pero no nos podemos olvidar de algunos dulces como pueden ser: galletas o chocolates. Durante estos días, los supermercados se encuentran repletos de gran variedad de estos dulces y destacan especialmente los Ferrero Rocher o esta conocida marca de galletas danesas.
 

 

Aunque no todo va a ser cosas dulces, también se suelen regalar productos más tradicionales como pueden ser: setas chinas o abalone.
 

Como pueden ver, serán días en los que la comida está asegurada. No sólo de los presentes que se entregan, sino también de las cenas y/o almuerzos que se realizan con los familiares y amigos. Así que, si están invitados a alguna celebración durante estas fechas, nunca está de más ir con algún presente bajo el brazo, la gente quedará más que encantada con el gesto.