En casa

 

Parece mentira que lleve ya una semanita por casa, y es que ya se sabe que cuando uno está de vacaciones, el tiempo vuela. Han sido y están siendo días de descanso, estar con la familia, los amigos y también buen comer. La verdad que las mañanas estaban siendo un poco grises pero luego el día se levantaba quedándose un cielo azul bonito. Salir al salón asomarme por el balcón de casa y mirar a la montaña y con la rambla debajo. Hay cosas que no cambian y es bueno recordarlas.
 

Y con las fiestas que tenemos, una buena pata de jamón a la que dar buen cuenta durante estos días. Un poquito al almuerzo, otro a la cena e igual para algún aperitivo si se tercia. Siempre podemos decir: «una vez al año, no hace daño» que por allá lo que es jamón tan rico como este, haberlo lo hay pero claro, los precios difieren mucho de lo que nos encontramos por aquí y eso hay que aprovecharlo. No obstante, como en otra ocasiones creo que me llevaré algunas bandejitas para tenerlas un par de meses a salvo en la nevera.
 

Comida de la nuestra, un buen puchero en casa de unos amigos de mis padres. Lo pasamos muy bien charlando durante unas cuantas horas y también nos pusimos las botas. La bandeja ahí donde la ven, tenía un tamaño considerable, más a parte algunos chorizitos, carne, tocino… y agárrense porque aún quedaba el postre: tiramisú. Lo que es la digestión se llevó a cabo pero costó sus horitas, pero a la noche una reunión de amigos improvisada donde pinchar algunas cosas como tortilla, gambitas, empanada… creo que el resto de días serán algo más suaves. Esperemos…
 

Y sin ser en el ámbito de la comida. Aprovechar el tiempo para estar con mi sobrino, y no veas la guerra que está dando. Al principio uno lo coge con ganas, pero ya se sabe cómo son los niños: fuente inagotable de energía, terminan agotando aunque ha habido días que he podido yo con él y es que es un sin parar. Justo ayer lo llevé a un parquito cerca de casa cuando veníamos de vuelta del dentista. Está muy grande, 5 añitos y con algo de carácter rebelde, está hecho todo un personajillo chico.
 

Las calles de Santa Cruz con algunas decoraciones navideñas, que al menos no son las de hace años, se han renovado un poco. A esas horas las tiendas más que cerradas, dar un tranquilo por el centro de compras de las ciudad. La temperatura es fresquita, como para llevar una chaquetita fina (cachis que se me quedó en casa). Momento de reencuentro con amigos que no veía hace unos años y ponernos al día. Siempre nos quedará el Facebook o el email para estar en contacto aunque no estemos en la misma ciudad, y eso sí que es una ventaja en el día a día.
 

Por delante una semanita más, con más cosas en mente para hacer. Salir con el coche a dar una vuelta y sacar fotos, reencontrarme con más gente y dar la bienvenida al nuevo año 2012 que comienza dentro de poquito.

 

12 comentarios en «En casa»

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  2. Yo estoy igual que tú, en casa de vacaciones, disfrutando de la compañía de la familia, de la comida casera, del embutido, el queso y todo aquello que no sé suele ver por oriente, de cafés con los amigos aquí y allá, contando treinta veces la misma historia con la misma ilusión y comprobando como las cosas siguen igual por aquí.

    Vuelta a casa por Navidad, todo un clásico. 🙂

    1. Y tan clásico. Momento de ponerse al día con mucha gente. Contar nuestras aventuras, trabajo… por aquellas tierras. Saboreando los días, que a veces pasan demasiado rápido.

  3. Qué buena pinta el jamón, Javier. A ver si traes algo para los que nos quedamos en HK, jaja. Disfruta de las vacaciones y que tengas una buena entrada de año! 😉

    1. El año pasado creo que limpie la pierna en una semana, y esta va por el mismo camino. Luego hay que quemar esas calorías extra, pero que me quiten lo bailado jeje.

      Feliz año!

  4. Jamón habrá y te puedes llevar el que quieras, pero comerlo ahí con tu familia y en una mesa rodeado de los tuyos, eso no lo vas a encontrar en ningún sitio! 🙂
    Me alegro que pasaras unos muy buenos días con los tuyos Javier…
    Y qué rico parecía todo!! jajajaja

    1. Y tanto que estaba todo bueno, demasiado bueno diría. Aún quedan algunas comidas más por delante, pero ya ha pasado lo gordo.

      Espero que también hayas disfrutado con los tuyos 🙂

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