Al acecho

Se mezclan entre la gente, pasan desapercibidos. Bien se quedan en una zona delimitada durante unas horas o bien van cambiando de zona poco a poco a lo largo del día. Para los que viven aquí no es nada sorprendente y estamos habituados, pero para el turista recién llegado a la ciudad, son una nueva especie a descubrir. Los vendedores de la zona de TST pueden ser bastante insistentes o igual persuasivos; creo que depende en qué momento les pille y cómo se lo tome cada cual. Al cabo de unos días de recorrer la zona, ya son familiares y basta un simple gesto para que sepan que no estamos interesados.

¿Qué nos pueden ofrecer? La frase típica es: «Copy watch, copy Rolex, copy handbag». Artículos como son los relojes y los bolsos, tienen mucho tirón y hay gente que va buscando llevarse imitaciones a un buen precio digamos, aunque esto en Hong Kong a veces no es tarea fácil y el mercado está un poco más escondido en comparación con el resto de China. Tampoco nos podemos olvidar de los sastres con sus trajes y camisas a medida en cuestión de 24 horas; la ciudad también tiene fama por ello.


 

En el eje comercial que es Nathan Road se suelen situar. Allí en las esquinas de las perpendiculares, cuando uno menos se lo espere. Al fondo, uno de los edificios emblemáticos de esta calle. Por cierto, hay que ver menudo lavado de cara y ahora hasta tiene leds de colores y todo 🙂

Yo por mi parte aún no he experimentado el visitar alguna de sus tiendas, algo que de momento no me llama. Sin embargo, nunca está de más saber alguna tienda recomendada en caso de que vengan visitas, siempre dispuestas a hacer algunas compras. Tiene que ser toda una experiencia dejarse llevar por uno de ellos.

11 comentarios en «Al acecho»

  1. No sé si serán tan pesados como los de artesanía de Dakar! Lo de las imitaciones no me llama nada, pero el servicio de sastre exprés si me parece interesante. Claro que para mujer… no sé si será valido…

    1. En todos los rincones, siempre saldrán vendedores de este tipo y con el ser cansino por lema, aunque siempre puedes dar con gente agradable. Respecto a lo de los trajes, creo que también hacen para mujer aunque lo que más miran es para trajes de hombre. Te ven occidental y van a la caza!

  2. Pingback: Bitacoras.com
  3. Umm… cuando estuvimos alli, alla por Noviembre del 2010, acabamos en una de esas tiendas de Nathan Road. Una de esas que tienen articulos «de verdad»… lo que era es un timo total.
    Intentamos comprar una camara de fotos, el modelo superior al que llevabamos, y casualidad que no tenian baterias cargadas para que la probraramos. Al final acabamos usando la de la camara que llevabamos, que era compatible, y nos dimos cuenta de que la camara, no solo era una falsificacion (muy muy buena), pero que la calidad de la imagen era muy mala..

    Con todo, una experiencia. Ese punto que parece que estas haciendo algo ilegal te da un subidon! 🙂

    1. El tema que comentas de la electrónica es otro mundo también. Hay que ir con ojito en las tiendas que al principio te prometen buenos precios pero luego hay gato encerrado. Y falsificaciones, vaya… no me he encontrado con ninguna hasta ahora. De otros objetos como ropa, bolsos, relojes o joyería, si.

      Más subidón es cuando te metes en un piso clandestino para ver el material de copia, jeje

  4. Yo sólo he comprado en el barrio chino en Nueva York y no sirvo para ello. Me agobian estas cosas

  5. ¿No conoces a «Luís el de los relojes»? Conocido entre toda la población española por sus copias de Rolex, Tagheuer y otros. Le llamas y te lleva a un pisillo hay de incognito con cientos de modelos idénticos a los originales. Tanto como para que en joyerías en España no sean capaces de ver que son falsos y algunos entrando a bucear a 30m con sus «Rolex» y exigiéndole luego al señor que les de uno nuevo porque ha salido un poco de vaho dentro… A mí lo de los relojes no me va nada, pero creo que es una «institución».

    1. Hombree, desde luego que sé quien es pero no tengo el gusto de conocerlo en persona. Sólo con el negocio que le reporten las visitas de los españoles, no le tiene que ir mal desde luego. Si tengo alguna visita un día de estos sé a donde dirigirlos. Confieso que cuando estuve en Pekín me hice con algunas copias de relojes; en concreto, un Breitling, un Omega y un Audemars Piguet, todos ellos automáticos y la verdad que daban bastante bien el pego. Espero un día permitirme uno de estos.. mientras tanto seguir ahorrando, jaja

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