Érase una cueva

Sigo descubriendo detalles del pasado de la ciudad y a cada cual más interesante. Recuerdo aquella vez que me enteré de la existencia del fuerte de Tung Chung y la historia de muchos años atrás. Es una satisfacción poder salir a disfrutar de la montaña y aprender cosas nuevas también 🙂

Al parecer, data del año 1886 las primeras extracciones de plata de la cueva, de ahí le viene el nombre Silvermine Cave. Contaba inicialmente con tres entradas pero dos de ellas quedarían bloqueadas por la tierra y sólo quedaría la que está orientada al sur. En su interior habitaban murciélagos, pero no sé si a día de hoy sigan habitando algunos. Al caer la noche seguro se podría comprobar.

Tan sólo diez años más tarde se detendrían las extracciones, la plata no era tan buena al parecer. Es el lugar perfecto para refugiarse si nos sorprendiese un palo de lluvia, por suerte, el tiempo sonreía el día que pasaba por allí, un solazo increíble.

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Las vistas desde el lugar bien merecen la pena. A lo lejos se puede divisar la línea de costa del sur de la isla. Hasta el centro de Mui Wo, unos 3-4 kilómetros diría.

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La entrada a la cueva tiene cierto halo de misterio, aunque lástima alguien haya decidido dejar su marca con algunas pintadas en la roca. Quise haberme adentrado algo más pero tras algo de lluvia caída la noche anterior, el suelo andaba algo fangoso y quise evitar posibles resbalones. Se podía escuchar el goteo de agua del interior solamente, todo muy tranquilo.

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Esto no fue lo único que descubrí durantes ese día, pero mejor desgranarlo para un siguiente post, no les parece? Lo bueno si breve…

7 comentarios en «Érase una cueva»

  1. Pingback: Bitacoras.com
    1. Ir descubriéndolos poco a poco y así de imprevisto mucho mejor. A veces me gusta hacer planes para ir a visitar algo pero en esta ocasión no pensaba encontrarme con este sitio tan peculiar.

      Atento a un próximo post 🙂

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