Playita en enero

Nada más relajante que darse un paseo cerca del mar, y que mejor sitio para hacerlo que en una playa. Cerca de donde vivo, la capital de Tenerife: Santa Cruz, podemos encontrarnos con dos playas bien cercanas. A tan sólo 7-10kms, tenemos dos lugares para elegir.

El atractivo de las playas de Tenerife u otras islas del archipiélago, son sus playas de arena negra, debido al origen volcánico de las islas. No obstante, nos podremos encontrar algunas playas de arena blanca, alguna de ellas traida desde el mismo desierto del Sáhara, como ese el caso de las Teresitas.

A la izquierda, la playa de las Teresitas y en la foto del otro lado, la playa de las Gaviotas. Arena blanca, arena negra, cual gusta más?… La de las Gaviotas más pequeñita pero acogedora, y si se animan, es playa nudista también 🙂

La de las Teresitas de mayor extensión, en la foto salta a la vista. Lo que si, cuando se mete viento, ufff, mejor irse porque se pone imposible. Es una de las pocas trabas de esta playa.

Aunque el día que saqué las fotos, el tiempo acompañaba, seguro que el agua estaría de fresquita, jeje. En general, este mes de enero no ha lucido el sol tanto como otras veces, sino, bien que me hubiera pegado algún bañito.

No todos los días uno va a la playa en enero, no? 🙂

Paseando por Anaga

Aprovechando que el tiempo se está portando, no quería dejar pasar la ocasión de salir a dar una vuelta con el coche y recorrer la zona de Anaga. ¿Y por dónde se encuentra? situada en el noreste de la isla, saliendo a las afueras de la capital, Santa Cruz de Tenerife.

Y precisamente, como indica el mapa empezar a subir por las montañas a lo largo de la carretera indicada como TF-12, aviso: agárrense que vienen curvas pero las vistas lo merecen.

Apenas hemos empezado nuestro ascenso, ya podemos ver como se suben las casas por los lados de las montañas y lo verde del paisaje, poco a poco irá cambiando la vegetación pasando de simples arbustos a árboles algo más frondosos y sobre todo, la temperatura descendiendo pasando de los 20 grados iniciales cerca del mar hasta los 13 que marcaba en uno de los puntos más altos, sin llegar a ser frío, fresquito digamos 🙂

Se puede observar como serpentea la carretera por las montañas subiendo más y más, aunque ya llevaba un trozito subiendo, quedaba algo más para disfrutar de mejores vistas.

Como se observa la vegetación es puro cactus y arbustos. A medida que vayamos subiendo el paisaje irá cambiando hacia un bosque típico canario, el de laurisilva.

Desde lo alto del mirado en El Bailadero se puede divisar la costa hacia el otro lado, la cara norte de isla, donde se encuentran pueblos como los de Taganana o Roque de las Bodegas, en los que podemos disfrutar de playas de arena negra. Entre mis preferidas, una playa: la de Benijo.

Aunque se vea bien lejos, al fondo en la foto, es el puerto de Santa Cruz de Tenerife, y parte de la carretera por la que vine subiendo hace un rato, curvas y curvas, pero sobre todo, tranquilidad y pocos coches.

Y casi una de las últimas paradas en mi recorrido, casi iniciando el descenso de camino hacia la ciudad de La Laguna. Las fotos siguientes las hice desde el Mirador de Jardina, por un lado las montañas con vista al mar y en el otro el valle que se extiende hacia las montañas donde en lo alto se levanta El Teide, magnífica vista y sobre todo sin bruma, que de otras veces no tuve tanta suerte.

Si tienen ocasión de visitar Tenerife, no dejen pasar la oportunidad de recorrer la zona de Anaga, merece la pena pasar por sus montes y sus pueblecitos pesqueros, y sobre todo, disfrutar de las vistas que nos ofrece en días como este con un tiempo tan espléndido.

Esto es lo que se echa de menos por Hong Kong, si es que no se puede tener todo, no? 🙂

En el PIT

Con motivo de la llegada de las Navidades, siempre se organiza por estas fechas el PIT, o lo que es lo mismo: Parque Infantil de Tenerife, que cerraba sus puertas este pasado 5 de enero, una buena ocasión para llevar a los pequeños o no tanto, a pasar un rato entretenido con las atracciones y actividades del parque.

Ya casi perdí la cuenta de cuando fue la última vez que pisé este parque de Navidad, uffff. Esta vez la ocasión era para mi sobrino Darío, que justamente, el día que lo llevamos mi hermana y yo, cumplía 2 añitos y medio, casi nadaaa!! Aunque había algunas atracciones que aún le quedaban algo grandes, pudo disfrutar de un rato divertido.

Desde el clásico tiovivo…

… pasando por un barco muy movidito…

al castillo hinchable donde poder botar sin parar y deslizarse por uno de sus toboganes 🙂

La afluencia en el parque en el momento que fuimos, no era excesiva, con lo que se podía pasear tranquilamente de un sitio a otro. Eso sí, un poquito de colas en algunas atracciones, nadie quería quedarse sin subir.

Me hizo recordar de cuando era pequeño, y la ilusión que a uno le hacía brincar en las colchonetas, o subirse en las distintas atracciones. Aunque uno crezca, siempre llevaremos un niño en nuestro interior, no lo creen? 🙂

Back home

Después de un largo viaje, 3 aviones y miles de kilómetros, ayer domingo de madrugada llegaba a Tenerife tras un largo tiempo fuera sin ver a la familia y amigos. La verdad que ya había ganas, increible como pasa el tiempo, verdad?

Al poco de llegar, era como si el tiempo no hubiera pasado, todo seguía igual. La familia, las calles (aunque con algunas renovaciones), mi cuarto… como si se hubiera congelado todo en este tiempo. Muchas emociones en el primer día, lágrimas de alegría imposibles de contener y muy contento de estar de vuelta en la isla.

Como no, el blog seguirá actualizándose. Tendré que acostumbrarme ahora a la nueva diferencia horaria, jeje.

Espero que hayan pasado una Feliz Nochebuena. Aún quedan fiestas para seguir disfrutando con familiares y amigos, no las desaprovechen.

Un saludo!!