A la mar

Con eso de que el veranito se va aproximando, las actividades en el mar se van apeteciendo más y una de las que más gusta por estos lares, es la de alquilar un barquito entre varia gente y tirarse el día por ahí, a coger solito y pasarlo bien. Como hiciera el año pasado, casi para cerrar el verano, el barco partía desde Sai Kung, en la zona de Nuevos Territorios.

Desde bien temprano ya hay bastante gente en el muelle a la espera de coger su barquito correspondiente, nadie diría que se trata de un «tranquilo» día de domingo.

Hay otros que en vez de descansar, están preparándose para los días previos al evento del festival Tuen Ng, del que ya comentaba algunos detalles el año pasado. Remen, remen, remen… arrr!!

Hasta gente ataviada con sus tablas de wakeboard y todo. Actividad que probaría luego, pero con no muy buen resultado, jeje.

Una vez el grupo de gente al completo, nos embarcamos en una travesía de algo más de 1 hora hasta llegar a una tranquila playita, de nombre: Tai Long Wan. Sitio perfecto para acampar al que también se puede llegar haciendo un poco de hiking. Aunque previamente habíamos parado en otra calita, pero demasiado abarrotada de barcos y decidimos cambiar de rumbo, un cambio muy positivo 🙂

Montañas verdes y agua color turquesa, un sitio realmente bonito para desconectar y «aislarse» del bullicio del centro hongkonés, que a veces se agradece.

Bañarse, tomar sol, ir hasta la playita y echarse un rato… el día estaba genial, así nos quedamos colorados algunos de nosotros, jeje, sol traicionero, pero en definitiva un gran día que ponía punto y final cuando el sol decidía ir ocultándose poco a poco, era hora de volver y descansar.

Subidos al tram

Vamos a empezar la semana yéndonos de paseo. El medio de transporte elegido: un tranvía, el cual nos llevará hasta el punto más elevado de la isla de Hong Kong, el pico Victoria. Como se puede observar en la foto de a continuación, también es denominado como «The Peak Tram» o en castellano, «El tranvía del pico» aunque algunas cosas como que «suenan» mejor si no las traducimos, no les parece?

Se puede llegar de forma fácil a donde se coge el tranvía, subiendo por el lateral cerquita de la Torre del Banco de China. De todas formas, está bastante bien señalizado y se sabrán orientarse muy bien. El día que subimos al pico con el tiempo tan bueno que hacía, normal que la gente hiciera algo de cola para subirse al tranvía. Los vagones a tope de gente, la expectación crece a medida que vamos subiendo…

Mientras vamos dejando atrás una empinada cuesta en la que a los lados la vegetación se entremezcla con edificios de forma alterna. Vamos notando la gravedad del cuerpo sobre el respaldo del asiento… pero ya queda poco, apenas unos 5 minutos de ascenso y pronto en la cima de Hong Kong.

Como curiosidad, mientras esperamos nuestro turno a coger el siguiente tranvía, nos podemos entretener con algunas de las muestras de tranvías en miniaturas y ver cómo ha sido su evolución a lo largo de todos estos años. Interesante como ha ido cambiando conforme la tecnología avanzaba. No en vano, lleva funcionando desde el año 1888, ahí es nada.

Si queremos conocer algo más de información sobre una de las atracciones destacadas en Hong Kong, no duden visitar la siguiente web: www.thepeak.com.hk. Una web muy completa con la historia, fotos… de este medio de transporte tan querido.