A la mesa

Aunque ya sé que a la gente le gusta cuando hablo de comida, por lo general, a no ser que traiga alguna fruta de no tan buen olor o de apariencia un tanto extraña, jeje 🙂 El post de hoy va dedicado a ilustrar un poco sobre cómo son los restaurantes de comida china aquí en Hong Kong, aunque este ejemplo sirve, como no, para China también.

En el restaurante de la foto en cuestión, que está cerca de la casa de los padres mi novia, la decoración era un poco festiva, y no puede faltar el color rojo. Desde primera línea hasta el fondo donde alcanza la vista, mesas redondas alineadas y con todos sus utensilios sobre la mesa ya preparados. A que os gusta el color de la moqueta 😛

Al ser la mesa de unas dimensiones considerables, a la hora de querer coger un plato del otro extremo de la mesa, se hace algo complicado. Para ello, contamos con este plato giratorio donde se van colocando los platos de comida según van llegando. Luego solo hace faltar «tirar» del borde hasta tener delante el plato elegido.

Otro elemento que no puede faltar: el té. Veremos que siempre nos traerán dos teteras, una que contiene las hojas de té y con el agua calentita, además de, otra tetera de agua caliente nada más, para ir rellenando según la otra se vaya vaciando.

Ah! y el bol metálico de la derecha, aunque también suele ser de cerámica, es donde limpiamos nuestra taza, bol, palillos y cuchara, antes de empezar a comer; por eso de tener algo más de higiene. Algo que sorprende la primera vez que lo ve uno.

Los palillos listos, la taza con té y un vaso con cervecita San Miguel (que no es la de España, o sí?) A disfrutar de la comida, a ver qué nos traen hoy 😀

Exposición LV

Este pasado sábado por la tarde nos fuimos hasta TST (Tsim Sha Tsui) lugar donde está emplaza el Museo de Arte de Hong Kong. El motivo: una exposición de Louis Vuitton que se abrió el pasado 22 de mayo y permanecerá abierta al público hasta el próximo 9 de agosto.

Y con la excusa de la exposición, parte de la fachada del museo la empapelaron de esta forma, con grandes posters que también podíamos encontrar en algunas de las salas, lástima que estaba lleno de guardias para evitar sacar fotos, aunque no sería por ganas… pero bueno, observar y comprender el arte allí presente 🙂

En un total de dos plantas con varias salas donde estaba expuestas pinturas, fotografías y hasta algunas proyecciones. Tampoco podía faltar un recorrido por la historia de la marca Louis Vuitton, desde el nacimiento de su creador (1821) hasta nuestros días donde es una de las marcas del mercado de lujo más reconocidas.

Interesante esta creación del arquitecto Frank Gehry, conocido por sus obras de los museos Guggenheim en Bilbao o Nueva York. Espacio a las afueras de Paris donde se ubica esta fundación Louis Vuitton para la creación, muy moderna desde luego. Raro es que no haya sido en titanio, jeje 😛

Si queríamos enterarnos un poquito más sobre el edificio en cuestión, en la zona de descanso adjunta a la maqueta, podíamos tirar de los cascos para ver un pequeño video donde el propio arquitecto daba más detalles sobre su creación. Y ya ven, el diseño de los cubos muy chic y blanquitos, y auriculares a juego 🙂

No es que sea un entendido en arte, pero dentro de lo que cabe me gustó la exposición. Se hace amena al no ser muy larga, pero así a lo tonto como 1 horita dentro, y bastante gente para aquí y para allá. Una buena excusa también para estar al fresquito, porque no vean que calor ha hecho el finde, se nota que el verano ya está aquí.

Merlion Park

Uno de los lugares que me quedó por ver en Singapur, fue Merlion Park. Me hubiera gustado sacarme la foto de rigor en mi estancia el año pasado, pero con el tiempo algo justo no se pudo. Esta vez con un poco más de tiempo y habiendo recorrido ya parte de la ciudad, aunque siempre quedan rincones por vistar, a pesar de lo pequeño que pueda ser este país.

Este no es el único merlion existente en Singapur, nos podemos encontrar hasta un total de cinco repartidos por distintos lugares, entre los cuales tenemos la isla de Sentosa o en Mount Faber.

Aprovechando para contar un poco sobre la palabra: Merlion. Es una combinación de mer (mar) y lion (león). De cuando los orígenes de Singapur, o conocido como Singapura, «Temasek = Ciudad del mar» en el idioma de Java. Se combina la cabeza de un león con un cuerpo de pez, parece como si fuera la cola de una sirena.

La ubicación de esta estatua es justo en frente de la zona de Marina Bay, desde donde podemos obtener una buenas vistas a la bahía de Singapur.

Nos encontramos con The Esplanade al fondo, zona de auditorio y teatro, aunque los locales lo denominan: El Durian, y no les falta razón por el aspecto externo que tiene con dicha fruta. El clima ese día era envidiable, un sol y un calor, que ufff… perfecto para disfrutar paseando aunque eso sí, que no falte cremita solar y agua, fundamental 🙂

Isla de Tioman

Después de haber podido descansar algo, al día siguiente nos esperaba una excursión en barco alrededor de la isla. En nuestro recorrido nos daría tiempo a hacer algunas paradas para disfrutar de una buena playa, ir a ver unas cataratas y recuperar fuerzas en el almuerzo, sin dejar de lado, el snorkelling para terminar la jornada.

Ya desayunados, los que pudimos, rumbo al barco para comenzar el día. En cambio, hubo algunos que debido a la «rapidez» malaya, pues no tuvieron otro remedio que disfrutar del desayuno en el barco mientras botabamos entre las olas, jeje, pobre Juan.. pero creo que se defendió bien entre tanto movimiento.

Primera parada de nuestro recorrido: una de la playas de la isla. Increible lugar, playa y montaña de un solo vistazo. Con la arena en perfecto estado para jugar un partidito de fútbol o voley, lástima que nos dejásemos la pelota… tiempo para disfrutar del agua, que no veas como estaba de calentorra, y no era ni medio día.

También tuvimos tiempo para pasear y sacarnos algunas fotos en grupo, que la ocasión lo merecía. El equipo de informáticos desplazado al completo 🙂 Que mal que estamos, no? poco más se puede pedir, playita, sol, buena compañía, los que eramos: Juanjo, Juan, Pura, Leti, Fausy, Miguel, Peque, Alberto y yo. En la foto de la derecha el equipo: HCMC-KL-HK-SYD.

Hubo tiempo también para las risas. Miguel andaba entretenido subiéndose a unas cuerdas que andaban por ahí sueltas, y bueno, no tardó mucho en llegar ese momento que algunos ya estaban esperando venir… batacazoooo. Y ese video donde anda Alberto? lo estamos esperando ansiosos, jeje, estuviste de lo más oportuno cámara en mano y acción!!! Menos mal que se pudo resguardar de la esquina mesa que se encontró de golpe mientras se balanceaba… hasta a mi me dolió.. (aunque sólo quedó en una anécdota divertida)

Después del tiempo de relax, hora de subirse al bote para continuar nuestro recorrido alrededor de la isla y disfrutar de las vistas. De repente en uno de esos momentos, divisamos a lo lejos una montañas un tanto curiosas, alguien las bautizó como la Petronas (de Tioman), jeje. No es que sean exactamente montañas gemelas pero ahí está lo curioso de la similitud con las impresionantes torres de KL que aún teníamos que ver.

Nos habían hablado de unas cascadas que había en la isla, y que merecía la pena ver. Apenas habernos adentrado 10 minutos caminando, empezamos a escuchar el sonido del agua y poco a poco fue apareciendo agua que corría de entre los árboles. Un paraje que parecía totalmente abandonado, aunque nos encontrabamos con casas en el camino, hasta que llegamos donde las cascadas. Al principio un poco temerosos pero luego totalmente confiados, nos decidimos ir escalando poco a poco, de muy fácil ascenso, la caída del agua había desgastado la piedra dándole casi la forma de escalones con los que subir sin complicaciones. Momento para sacarnos las correspondientes fotos mientras disfrutábamos como niños remojándonos y ascendiendo de poquito en poquito.

El agua estaba super fresquita y en algunas partes se podía disfrutar del agua cayendo como si se tratase de una bañera de hidromasaje, super relajante. Se me hizo corto el rato que pasamos allí. Sin duda, fue un acierto ir a las cascadas.

En el camino de vuelta, Juanjo se dio cuenta de un curioso bichito que merodeaba por el suelo. Me pregunto qué especie será. A mi se me da un aire a los bichitos que se comían Timón y Pumba, jaja 😛

El camino de vuelta hacia el barco después de la cascadas, bien se merecía una foto. Parece que se pierde hasta el infinito y más allá. Al final del camino, la caseta donde nos aguardaba el barco para llevarnos hacia la siguiente playa donde haríamos un alto para reponer fuerzas.

El día estaba siendo bastante entretenido, entre los viajitos en el bote y luego, playita, cascada… era tiempo para la hora del almuerzo. Y como en los demás sitios de la isla, el menú era el de siempre, a elegir entre:
  • Fideos
  • Arroz.
  • Papas fritas.
  • Hamburguesas.
  • Zumos naturales…

Esta vez la elección fueron unos fideos fritos con pollo, bastante buenos junto con un jugo de sandía. El calor estaba apretando en ese momento del día y un heladito de postre sentó la mar de bien.

Después de comer, una sobremesa relajada charlando sobre la jornada y unos bañitos de rigor para refrescarse del intenso calor del comienzo de la tarde. Cuando me vine a dar cuenta eran casi las 3 de la tarde, que bueno cuando uno desconecta y se olvida del tiempo. Ya sólo nos quedaba disfrutar de una jornada de snorkelling en aguas de una playa cercana. Increíbles paisajes submarinos con cantidad de pececitos de colores todos los tamaños, muchos en bancos, otros en parejas y otros solos. Todo un espectáculo ver como se peleaban entre ellos por conseguir un trozo de pan, agolpándose unos con otros. Espero tener una cámara acuática para la próxima 🙂

Para terminar el día, donde mejor que acabarlo en la playa cerca de nuestro alojamiento y contemplar un nuevo atardecer. Los chicos disfrutando de una charla con unas cervecitas en el agua, y un servidor dejando volar mi imaginación con las posibilidades de tan bonito paisaje…

Aunque no se nos vea en las fotos, uno puede intuir los que están en el agua, a ver si adivinan… y el que está en primer plano?mmmm… Imágenes para disfrutar una y otra vez, hay que estar allí para verlo, pero espero que con las fotos se aprecie la belleza de las imágenes. Acercándome en esta última foto, al detalle de la orilla con los reflejos rojizos y anaranjados de la puesta de sol.

La noche había terminado de caer pero no sin antes terminar de retratar los últimos momentos del día en primera línea de playa y de fondo el muelle donde al día siguiente cogeríamos el ferry de vuelta a Mersing, después de haber pasado unos días increíbles en esta isla de Malasia.

El día había sido largo, pero aún quedaban fuerzas para despedir la noche de nuestro último día en la isla, y que mejor plan que repetir de nuevo en la playita, disfrutando de unas copas y en compañía de un buen grupo de gente.

Pero como todo.. todo llega a su fin, y las energías se agotan. Nuestro compañero Juanjo (con tu permiso 😉 ) no dudo en echar una cabezadita… El final de la noche se acercaba, el día había dado para mucho pero teníamos que descansar que al día siguiente nos esperaba nuestro viaje de vuelta a KL.