Paseando por Ginza

 

Además de quedar con Alberto, disfrutar de la tranquilidad del parque, encontrar un bar de lo más curioso o comer un rico sushi… ¿cuántas cosas verdad? pasamos por una de las zonas con más glamour de Tokio. Edificio altos de corte moderno, las tiendas de ropa, grandes almacenes o también de electrónica.

Las líneas de los edificios que parecen perderse en el cielo, nunca dejarán de fascinarme vaya donde vaya. Creo que el gusto por estas construcciones es algo que se contagia.
 

Muchas marcas comerciales presentes en las fachadas de los edificios y algunas tan conocidas como TDK, Sapporo, Daikin o un anuncio del terminal de Samsung, el Galaxy SII. Si se fijan, los edificios tendrá como mucho unas diez plantas de alto como mucho, pero el espacio está muy bien aprovechado. Es una zona cómoda por la que pasear, donde el tráfico de los coches es fluído con tres carriles para cada sentido y una acera amplia para nosotros los peatones, que se agradece.
 

 

La gente camina con paso decidido, bolsa en mano, me pregunto qué habrán comprado cada uno de ellos. Quizás algunos vayan a la tienda Sony de la cual habíamos salido nosotros tan sólo unos instantes antes, o bien, a los grandes almacenes de Mitsukoshi (tipo El Corte Inglés), o quizás en la tienda Apple de las cercanías.
 

 

 

Construcciones tan curiosas como esta que parece tener balconcitos. Por lo que me fijé, se podía subir tanto en ascensor como a pie, siendo los «balconcitos» parte de los tramos de escalera que conectan los pisos. Algunos restaurantes y tiendas entremezclados, todo es posible en Ginza, aunque ojito con los bolsillos sobre todo para las mujeres es una tentación.
 

 

En tu mano

 

No se si conocían, pero una de mis aficiones a parte de los viajes, tecnología o fotografía, son los relojes. Siempre me han llamado mucho la atención las pequeñas obras de ingeniería que pueden llegar a ser algunas de estas joyas de muñeca. Creo que es un mundo que te encanta o bien te deja indiferente. Yo soy de los que disfruta como un niño mirando los escaparates de una relojería o las revistas especializadas.

Fue el otro día cuando hojeaba una de estas revistas hace unos días mientras tomaba un café, me llamaba la atención que habían puesto a la venta un modelo en edición limitada. La marca en concreto es Panerai, la cual tiene un estilo bastante inconfundible y conocida por sus relojes de gran tamaño. El modelo para esta edición limitada es el «Luminor 1950 10 Days GMT«, de movimiento automático, caja de 44mm y con una reserva de hasta 10 días. Una foto vale más que mil palabras.
 

Y la peculiaridad relacionada con la ciudad de Hong Kong, ¿habían adivinado ¡ de qué se trataba? pues en efecto, se trata del skyline de la isla y que se encuentra grabado en la parte posterior de la caja del reloj.
 

Seguro que para todos los amantes y/o coleccionistas de relojes, es una pieza que habrá captado su atención.
Por cierto, el número de unidades disponibles es tan sólo de 200 unidades. Además, no es sólo la ciudad de Hong Kong la elegida para esta edición especial sino que a la vez, la gente de Panerai ha querido hacer su pequeño homenaje a las ciudades de Taipei, Shanghai y Madrid. Y de precios… mejor no hablamos 😀

Si quieren conocer un poquito más a cerca de este reloj, no duden en hacer clic.
 

¿Me cambias?

 

A veces me he encontrado con que la gente me pregunta cuál es la mejor forma de llevar el dinero cuando se viaja a la ciudad, bien sea una parte en metálico o sino tirar en algunos momentos de tarjeta de crédito, creo que son las opciones que a uno se le pasa por la cabeza. Puede que en otros países que dispongan de menos cajeros automáticos, aunque creo que quedan pocos rincones de este planeta donde no haya «plantado» un cajero para que nos saque del apuro, ¿verdad?

En el caso de estar viajando por más países, digamos que antes hemos estado por China continental usando yuanes y el siguiente destino en nuestro viaje es pasar por Hong Kong. ¿Qué podemos hacer con el dinero sobrante? En el caso cuando llegue a la ciudad por primera vez, uno recurre a las oficinas de cambio del aeropuerto o sino buscar algún cajero. Si más adelante viéramos que el dinero cambiado no es suficiente, siempre podremos buscar las casas de cambio locales que se reparten por la ciudad, principalmente en zonas que son frecuentadas por los turistas, con grandes letreros que llaman bastante la atención.

Dos ejemplos: la primera de ellas en Jordan en la zona de Kowloon, justo en la esquina de Temple street…
 

O sino también en la isla de Hong Kong, en la zona de Wan Chai o sino en Causeway Bay de camino entre el Sogo y el centro comercial Times Square.
 

Dos sitios de bastante actividad y propicios para que la gente necesitada de cambiar divisas, puedan hacerlo con un cambio más favorable que el que podemos encontrar en el aeropuerto. Una transacción de lo más rápido para disponer de efectivo y pagar en tiendas, restaurantes, transporte… para todo lo demás y para evitar quedarnos pelados de efectivo, una tarjeta de crédito resuelve y pudiendo elegir si queremos que nos lo cobren en HKD o bien en Euros.

 

Western Market

 

Un lugar emblemático y símbolo de la zona de Sheung Wan. El mercado con más historia de la ciudad cuyos orígenes se remontan a 1844 cuando éste empezase a ser usado. Desde aquel entonces hasta la actualidad, se han sucedido re-estructuraciones, cambios y/o reformas. El edificio en sí consta de dos bloques diferenciados, el lado sur (el que vemos en esta foto) y el lado norte que da hacia la calle Connaught Road Central.

El lado sur que fue terminado en el año 1858, vino a ser demolido en el año 1980 y es donde se encuentra el complejo Sheung Wan. En el interior del mercado, hay varias tiendecitas entre ellas: una sastrería, sitio de postres o restaurante con pista de baile.
 

¿Se imaginan si más edificios de la zona fueran de este estilo? de por si la zona en la que se encuentra, tiene bastante encanto, con cantidad de tienditas de pescado seco, puestos de frutas, restaurantes… se respira una atmósfera muy tradicional y con olores que se mezclan a nuestro paso por las calles.
 

Lugar también en el que el curso del tranvía hace un giro, abandonando Des Voeux Road y continúa hacia Kennedy Town pasando por la cara norte del mercado. Si queremos ir de vuelta hasta Central o ir más lejos como hasta Causeway Bay, podemos coger una de las líneas que tiene como estación final el Western Market.
 

Un edificio que se mantiene en forma a pesar del paso del tiempo y declarado monumento histórico de la ciudad hace algunos años y que ha «sufrido» reformas para seguir en pie como desde el primer día. Parte de la herencia británica de Hong Kong que sigue más vivo que nunca.