Nuevos caminos

A pesar de que me gusta repetir un recorrido, a veces hay que romper la monotonía de las rutas cuando uno sale a correr. Mejor siendo de día que uno se puede orientar mejor y luego si se tercia se puede hacer el camino de noche cuando uno ya se conoce las curvas o baches, y siempre y cuando tenga buena iluminación.

Así que, este pasado fin de semana decidí ir en dirección sur desde Fanling hasta Tai Wo. Es agradable ver que están habilitando un carril bici y con una buena acera. De momento poco transitado pero que cuando esté listo del todo tendrá bastante vidilla, como no es un buen sitio para ir a correr con las montañas cerquita tuyo.

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El paso del tren desde lo alto del puente que conecta al otro lado, permite una vista panorámica de los alrededores. Un medio totalmente rural en el que abundan pequeñas huertitas y conjunto de casitas que se avistan a lo lejos. De momento ahora la carreterita que discurre en paralelo anda algo ajetreada con camiones y excavadoras que lo están acondicionando. Imagino que para los residentes de la zona sea un poco incómodo pero será cuestión de tiempo y paciencia hasta que todo que quede bien arregladito.

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El canal de agua sirve como transición, aunque a veces se ve interrumpido con alguna sección de puente.

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Se hace muy agradable el trayecto, y más cuando lucía el sol calentando un poquito por encima de los 18grados. Un entorno en el que se respira diferente y uno se puede recrear con las vistas.

Su secreto

Cuando uno cree estar sólo en compañía de árboles y plantas en medio de la montaña, a veces nos podemos llevar sorpresas gratas e inesperadas. Una ruta que cada vez siendo más familiar pero que aún me queda por explorar.

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Hay algunas áreas de descanso a lo largo del camino y desde las que poder contemplar las vistas de la montaña hacia Wo Hop Shek o incluso hacia la ciudad vecina de Shenzhen al otro lado, pero a veces la vegetación tupida lo dificulta un poco poco.

Este descansito no es uno cualquiera y nada más pasar por la entrada podemos apreciar detalles como el arco hecho con enredadera y un gran símbolo en piedra del ying-yang.

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Si no fuera porque uno se fija un poco más, algo se oculta tras un «murito» y una puertita de madera. Nos acercamos un poco más y ante la sorpresa de encontrar un pequeño huertito pero sin nadie más por los alrededores en aquel momento. La pregunta: ¿desde cuándo llevará allí? Anda que tener un trocito de tierra para cultivar algunas plantitas o verduritas, todo un lujo.

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El secreto queda entre nosotros y la montaña. Hasta la próxima vez que pase por el lugar, quizás tenga suerte y pueda ver a quien se encargue del sitio. Y un buen pateito hasta allí.

Orgánico

Fin de semana a la vuelta de la esquina y terminando la semana de forma muy ligerita, y además sana. ¡Será por restaurantes! en la zona de Fanling, no sólo los ya conocidos que son unos poquitos sino también los que vayamos descubriendo con el tiempo. Evidentemente, la oferta es algo más reducida cuando nos salimos de la comida china-cantonesa en general, pero hay opciones interesantes. Hoy hablo de uno de ellos, el cual también cultiva sus propios ingredientes, en el caso de productos de la tierra.

El concepto detrás de IPC Food Lab es que trabajan con agricultores de la zona, usando productos orgánicos y que luego utilizan a la hora de cocinar en el restaurante, venderlos al público en una tiendita adjunta que tienes o también hacerlos llegar a otros establecimientos.

Situado en una zona eminentemente industrial donde abundan algunos talleres de coches y naves para almacenaje, quizás es un sitio en el que no pensaríamos encontrar un restaurante así. En parte está bien porque tienen de mayor espacio y ocupan un edificio completo; por lo visto en la parte alta donde está la azotea tienen un pequeño huertito y todo. Y como pueden ver, si el tiempo acompaña pueden disfrutar del almuerzo con los rayos del sol.

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En su interior unas cuantas mesas, abundancia de la madera como elemento principal decorativo y un ambiente bastante relajado. Optamos por pedir el menú de almuerzo que incluye bebida más plato principal (108 HK$) y de forma opcional por un poquito más de dinero (+30 HK$), ensalada o sopa. Para empezar con un juguito de la casa y una ensalada aderezada con un poco de una vinagreta balsámica muy buena. Total que el almuerzo nos sale por un equivalente a 14 euros todo incluido, que a la vista es un precio elevado comparado con otros restaurantes pero hay que tener en cuenta todo el proceso que hay por detrás. El sabor de la ensalada y el juguito marcan la diferencia, sin duda.

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Entre los platos principales, la cosa estaba entre algunas variantes de risotto bien con marisco o champiñones, pasta y unas verduras a la plancha. Yo me decanté por el risotto con champiñones; estaba bastante bueno, en su punto. No se dejen engañar por la foto, que aunque parezca una ración pequeña, me quedé satisfecho después de haberme comido la ensalada.

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Conclusión: se puede repetir en el futuro y quizás probar su menú de merienda o bien una cena. La pega es que los platos a la carta son un poco más costosos pero por lo que pudimos ver en una mesa cercana, las porciones están bastante bien servidas. De momento nos lo anotamos en la lista y sabemos que tenemos una opción no sólo para nosotros si nos apeteciese algo distinto sino también alguna visita que tengamos por la zona y querramos sorprender con algo de la tierra.

Monte Wu Tip

El fin de semana dio para bastante más y no sólo pateo en llano sino también con elevación. Un lugar del que me había hablado mi novia y cercano al colegio donde había estudiado. Tramos de escaleras que recuerda subir de forma semanal cuando le tocaba clase de gimnasia, seguro que ahora no le parece tanto como antes 🙂

Lo dicho, a subir! y con ello el primer tramo de escaleras, seguido de un descansillo donde había gente jugando al bádminton y con banquitos para descansar, pero ahí termina la cosa ni mucho menos puesto que aún vendrían un par de tramos para ir ganando altitud.

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El monte Wu Tip se eleva un poco más de 250 metros, situado en Fanling y cerquita de la estación de metro, fácilmente accesible por varias rutas. Lugar popular de paseo habitual tanto para jóvenes como mayores, diría que también es un sitío un tanto espiritual y es que habían varios nichos familiares en uno de los accesos de subida.

Por encima de la vegetación podemos alcanzar a ver los edificios algo más chiquitos. Lástima que desde los distintos puntos-mirador a lo largo del camino la visión no era del todo completa, pero sólo el subir y sentir el aire más fresquito ya recompensaba.

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Momento del descenso, ya? tan rápido? Esto digamos que es un aperitivo porque la ruta continúa monte arriba y promete! Ya he estado mirando para ampliar y ver hasta dónde llega la ruta y enlazando con otra, pinta genial, ya contaré.

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