Buenos días Hong Kong

 

¿Qué implica levantarse de la cama? apagar el despertador, desperezarse, ponerse las babuchas, ir al baño y refrescarnos… aunque no quita para que en el proceso nos sintamos algo perezosos y nos entretengamos un poco más de la cuenta mientras nos duchamos o preparamos el desayuno. Una persona, una forma de ser, una rutina pero con algo en común: los buenos días y sin importar en qué idioma se diga o la ciudad que nos encontremos, es algo que no falta para arrancar nuestro día.

Siendo animales de costumbres, hay veces que uno pasa por alto pequeños detalles que pueden parecer insignificantes. En mi caso particular, en el día a día a la hora de levantarme, el sol ha salido un par de horas antes, pero, ¿y ver el amanecer?… Puestas de sol unas cuantas, pero ver cómo despierta el sol y nos da los buenos días, no. Aún no lo había experimentado en esta ciudad, pero eso tiene fácil solución.

¿Y de quién fue la idea? de Alberto justamente, que como recuerdan en la entrada del lunes venía a quedarse unos días y luego continuar juntos de viaje a China continental. A pesar de conocer bastante bien la ciudad, venía con ganas de seguir descubriendo cosas nuevas y su idea no pudo ser más acertada: vivir el momento del amanecer y qué mejor sitio que: el Pico Victoria.

Dicho y hecho nos hemos levantado esta mañana a eso de las 4 y cuarto de la mañana con el objetivo de llevar a cabo la idea y llegar con suficiente antelación antes de que empezaran a aparecer los primeros rayos de luz en el comienzo de un nuevo día. Esto era que lo que nos encontrábamos nada más llegar:
 

Sólo era el comienzo de lo que estaba por venir en los minutos siguientes. Cámaras listas para captar esos instantes y dar la bienvenida al astro Sol que iba despertando ante nuestros ojos. Un nuevo día en la ciudad comienza con los primeros rayos.
 

Un madrugón más que justificado para vivir una experiencia más que recomendable y que ofrece una imagen distinta de la ciudad, como también comenta Alberto en su entrada. Espero que lo disfruten tanto como lo hemos hecho nosotros.
 

Bienvenida

 

Después de llevar un tiempo pensando en adquirir una cámara algo mejorcita, llegó el día de dar el paso, aunque para nada quiere decir que vaya a dejar apartada mi Canon 400D actual pero sí que es un paso de gigante con la nueva adquisición. Damos la bienvenida a casa a la Canon 7D y acompañada de la lente 18-135mm.

A modo de resumen cuento un poco algunas de las características de la misma:

– Sensor de 18.0 MP
– Doble procesador Digic 4
– 19 puntos de enfoque
– Grabación de video Full HD (1920×1280)
– Modo ráfaga de 8 disparos por segundo
– Hasta ISO 6400

Unas prestaciones más que interesantes de las cuales espero y debo sacarle el rendimiento que se merecen 🙂 Y como no, no quise dejar la ocasión de hacer un pequeño unboxing de la cámara en cuestión. Aquí tenemos la caja sin tocar y lista para que caiga en mis manos…
 

Caja recién abierta y nos encontramos con la documentación: manuales, guía rápida, cd-roms y garantía, entre otros. ¿Qué nos aguarda bajo el siguiente nivel de la caja?…
 

Pues marchando una de cables, cargador y la correa. No sé si se puede apreciar bien, pero el tamaño del cargador es considerable. El de la 400D diría que tiene como la mitad de tamaño y claro todo va en función de la cámara y una batería de mayor capacidad/duración.
 

Y parece que la cosa se va poniendo algo más interesante. Llegamos al punto para casi desvelar las protagonistas de la caja: cámara y lente, ya sólo queda un pasito más y…
 

Tachánnn! aquí las tenemos o la tenemos, sin duda la estrella principal es el cuerpo de la 7D. En las siguiente fotos podemos verla con un poquito más de detalle en su parte trasera y vista desde arriba. ¿Bonita verdad?
 

El visor que nos permite una visión del 100% o también podemos optar al modo Live View para ver directamente lo que estamos enfocando en la pantalla, sin duda útil pero preferible el visor.
 

Un aspecto que destaca es el uso de una segunda pantalla LCD desde la cual podemos ver todos los ajustes que tengamos hechos en la cámara en un momento determinado. Especialmente útil cuando pongamos la cámara en un trípode y no tengamos que mirar a la pantalla principal exclusivamente.
 

Y finalmente tenemos el conjunto ya montado con la lente. Quitar la tapa de la lente (importante) y lista para empezar a usar, aunque ahora viene un poco el proceso de adaptación a los nuevos controles y ubicación de botones, pero promete que uno se acostumbra bastante rápido, ya les contaré.
 
 

Ahora sólo queda empezar a hacer fotos, que ya tengo algunas hechas pero que me reservo para un siguiente post 🙂 y como diría mi abuelo: «A disfrutar de ella con salud»

 

Jardines botánicos

 

El otro día después de terminar de comer en casa del jefe que nos había invitado a paella. Que mejor que dar un paseito en dirección a Central y hacer que la digestión se procese mejor. De camino, decidí aprovechar para pasarme por los jardines botánicos de Hong Kong, que creo recordar fue el año pasado cuando pasé por ellos. Tenía pendiente escribir sobre ellos, pero con el tiempo de esas cosas que uno va dejando pasar.

Situados en un entorno privilegiado, en un lado de la montaña y a pocos paso del centro de la ciudad. Al igual que comentaba en su día sobre Hong Kong Park, un sitio ideal para evadirse un rato y dejarse llevar por el entorno de árboles y plantas.

De un vistazo en este mapa podemos ver las zonas en las que están divididos los jardines. Dando un paseo agradable se puede recorrer sin mayor problema, eso si, tiene algunos tramitos algo más empinados y cuando el calor aprieta se nota, pero no nos quejemos que es un buen ejercicio para el cuerpo y estar rodeado de tanta naturaleza.


 

Entorno frondoso y gran cantidad de verde colorido.
 

Y con banquitos para sentarse. En uno de ellos me quedé un rato tan tranquilamente dejando la mente en blanco y la música del Ipod ponía la banda sonora.
 

 

 

Anda, pero si hasta tenemos un banquito con cabezas de Mickey Mouse a pares 🙂
 

 

 

Una pena que la fuente central que tiene estuviera vallada por renovaciones. Esperemos que la abran de nuevo al público y poder mostrarles algunas fotos, que tiene un diseño curioso y llamativo. Y a parte de la variedad de flores y plantas que podemos encontrar en su interior, también cuenta con un aviario además de algunos animales, a modo de mini zoo. ¿Quién nos lo ba a decir, no? bastante variedad y una forma distinta de pasar una tarde de fin de semana.
 

De flor en flor

¡Que ya estamos en primavera! ayer mismito ya entrabamos en una nueva estación y es hora de que de las temperaturas se vuelvan algo más cálidas para poder disfrutar del buen tiempo y hacer actividades en el exterior (pasear, ir a la playa, hacer deporte…) También nuestras amigas las flores aprovechan la ocasión para mostrarse en todo su esplendor y es una ocasión que no debemos dejar pasar.

La ciudad se vista de gala con la llegada de la primavera y como merece la estación, este pasado viernes 19 y hasta el próximo 28 de marzo, tiene lugar en Causeway Bay (zona este de la Isla de Hong Kong) en el parque Victoria, la edición de 2010 de la Exposición de Flores . Todo un reclamo para los hongkoneses (sobre todo) y disfrutar de un día con la familia o los amigos, observando flores y plantas de todo tipo.

Siendo domingo, la asistencia de público estaba asegurada, aunque ciertamente a la hora de comprar la entrada no había casi cola y la cosa avanzaba bastante fluída. Es una vez dentro del recinto cuando nos encontramos el gran público asistente que empieza a recorrer los distintos puestos y espacios habilitados para la exposición. Aquí les dejo alguna selección de fotos, espero que les gusten. Comienza el show…


 

 

 

Algunos/as aprovechan para sacar de paseo a sus «mascotas»


 

 

 

Y además del colorido habitual, nos encontramos también con flores algo más especiales como esta del pabellón de Sudáfrica.

Hasta el mismísimo Nemo quiso darse una vueltecita por la exposición a ver cómo andaban las cosas y aprovechando para traerse a algunos amigos más: langosta, estrella y caballito de mar o pulpo entre otros.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las más de 2 horas que pasé ayer en la exposición se me fueron volando, lo que según iba entrando la tarde se notaba más gente, aunque por suerte el calor reinante en el día de ayer iba aflojando y se notaba una brisa que era de agradecer.

Una visita más que recomendable si uno se encuentra en la ciudad durante estos días. Eso sí, aprovechar de ir al principio para «pillar» a las flores en su máximo esplendor y si se puede entre semana, mejor, que se supone es algo más tranquilo el ambiente, pero… en Hong Kong nunca se sabe y más en Causeway Bay, es pura actividad. A disfrutar de la primavera se ha dicho 🙂