A por el cantonés

 

Ayer por la tarde después del trabajo me fui hasta Wan Chai y no para echarme unas copas 🙂 sino en dirección al «VTC (Vocational Training Council)«, un organismo que imparte cursos entre los que hay de idiomas como este de «Cantonés de Supervivencia» al que me apunté.

A pesar de llevar un tiempo en la ciudad y teniendo la facilidad de poder comunicarse en inglés en casi cualquier parte, hace que quizás el cantonés no sea tan atractivo de aprender además de su consiguiente dificultad si lo ponemos al lado del mandarín. No obstante, la mayor parte de la televisión que veo es en cantonés con subtítutulos (en chino) y hago el esfuerzo de enterarme a base de lo que logro entender y de mis pocos conocimiento de caracteres, aunque dígase de paso y para complicar:

Cantonés -> escritura tradicional
Mandarín -> escritura simplificada

Aprovechando los caracteres que sé, aunque sean simplificados de cuando estudiaba mandarín, pues uno saca cosas pero los sonidos son totalmente distintos desde luego. Veamos un ejemplo:

 

你好 -> Mandarín: Ni hao // Cantonés: Nei (Lei) Hou

 

De momento en la clase de ayer a modo de introducción hemos visto como presentarnos: saludo, nombre… y como no, toca practicar los tonos que son un total de 6 aunque dicen que pueden ser 9. Y de fácil nada, porque a veces las diferencias son tan pequeñas que uno tiende a equivocarse y cuidado, que un mismo caracter puede tener distintos significados según la entonación que se le de, no vaya a ser que digamos algo que no es lo más apropiado para ese momento :/

Y es que por 300 HKD (30 y pocos €), que es lo que cuestan las 20 horas de clase, poco más se puede pedir. Además si luego atiendes más del 80% a las clases, te devuelven 240 HKD, con lo que sale regalado. Ahora quedan por delante un total de 7 semanas más, a razón de una vez a la semana y unas 2 horas y media por clase. Así que cada martes de 7 a 9 y media de la noche, a darle duro con el cantonés. A ver que tal se me da y si luego me puedo soltar un poquito más en algunas actividades de la vida diaria como en el supermercado o en algún restaurante.
 

Jardines botánicos

 

El otro día después de terminar de comer en casa del jefe que nos había invitado a paella. Que mejor que dar un paseito en dirección a Central y hacer que la digestión se procese mejor. De camino, decidí aprovechar para pasarme por los jardines botánicos de Hong Kong, que creo recordar fue el año pasado cuando pasé por ellos. Tenía pendiente escribir sobre ellos, pero con el tiempo de esas cosas que uno va dejando pasar.

Situados en un entorno privilegiado, en un lado de la montaña y a pocos paso del centro de la ciudad. Al igual que comentaba en su día sobre Hong Kong Park, un sitio ideal para evadirse un rato y dejarse llevar por el entorno de árboles y plantas.

De un vistazo en este mapa podemos ver las zonas en las que están divididos los jardines. Dando un paseo agradable se puede recorrer sin mayor problema, eso si, tiene algunos tramitos algo más empinados y cuando el calor aprieta se nota, pero no nos quejemos que es un buen ejercicio para el cuerpo y estar rodeado de tanta naturaleza.


 

Entorno frondoso y gran cantidad de verde colorido.
 

Y con banquitos para sentarse. En uno de ellos me quedé un rato tan tranquilamente dejando la mente en blanco y la música del Ipod ponía la banda sonora.
 

 

 

Anda, pero si hasta tenemos un banquito con cabezas de Mickey Mouse a pares 🙂
 

 

 

Una pena que la fuente central que tiene estuviera vallada por renovaciones. Esperemos que la abran de nuevo al público y poder mostrarles algunas fotos, que tiene un diseño curioso y llamativo. Y a parte de la variedad de flores y plantas que podemos encontrar en su interior, también cuenta con un aviario además de algunos animales, a modo de mini zoo. ¿Quién nos lo ba a decir, no? bastante variedad y una forma distinta de pasar una tarde de fin de semana.
 

La mansión

 

Bienvenidos al «lujo» de uno de los lugares emblemáticos en el otro lado, en la parte de la península de Kowloon en la zona de Tsim Sha Tsui, las famosa Chung King Mansions. Seguro que ya por el nombre, les suena a sitio peculiar, no? y en verdad lo es. Situado casi al principio de la larguísima calle de Nathan Road y en pleno centro del bullicio de la zona de compras. En este edificio se concentran gran cantidad de negocios entre los que tenemos:

– Restaurantes indios.
– Tienditas de electrónica.
– Casas de cambio.

Sin olvidarnos del motivo principal para que visitemos este edificio: los hostales. La abundancia de alojamiento en este edificio, lo hace muy atractivo para la gente que vaya buscando un sitio barato donde pasar la noche. Siendo el alojamiento en la isla de Hong Kong algo más caro, es una buena opción quedarnos en Kowloon, y es que siempre y cuando tengamos una boca de metro a pocos pasos, no tendremos problemas en nuestra movilidad por la ciudad.
 

Merece la pena acercarse a su interior y recorrer los estrechos pasillos de cada planta, sitio laberíntico donde los haya y con pequeños ascensores que nos llevan de una planta a otra. Todo un submundo y buen escenario para alguna película que se precie. Ese interior de aspecto descuidado, de paredes grises y metal oxidado, mezcla de razas y culturas…
 

A modo de curiosidad, hay una película que lleva por título Chung King Express que me la recomendaba un día Carla, que por cierto aún tengo pendiente de ver. Para aquellos/as que se quieran «sumergir» en una visión más cercana de este edificio tan particular.

Es uno de esos sitios que le da ese encanto particular a la ciudad donde se mezcla lo moderno con lo viejo, lo bello con lo cutre, pero todo en armonía y es lo que crea la expectación al paso del turista.
 

Color azul

 

El día de ayer lunes, nos tenía reservada una grata sorpresa en lo que al clima se refiere. El fin de semana se había portado bastante bien el clima, pero creo que nadie esperaba que la semana empezase con tan buen pie. Que rabia! ya podría haber sido un día tan espléndido en el sábado o domingo, de esos días que apetece poco estar en la oficina y disfrutar en el exterior.

Aprovechando que tenía que salir a hacer unas gestiones por fuera de la oficina, saqué algunas fotos durante el trayecto. Nada de metro esta vez, y es que para las distancias cortas me gusta caminar siempre que puedo y con cielo tan azul, a uno se le esboza una sonrisa de oreja a oreja.
 

¿Y calor? si que hacía un poco, pero la humedad parecía que se estaba comportando. Algunos pensarán: «con lo fresquito que se puede ir en el metro»… pero merece la pena desde luego patear un poquillo la ciudad en días como este.
 
 


 

 

Hoy el tiempo pinta igual de bien que ayer, ¿será que el verano quiere hacer acto de presencia antes de tiempo? no cantemos victoria todavía, que igual el pronóstico nos sorprende con alguna tormenta repentina, que todo es posible y sin tampoco olvidarnos de los «queridos» tifones. Mientras tanto disfrutar de días como estos, perfectos para disfrutar de un almuerzo en el parque o jardín más cercano.