Reflexiones móviles

Uno aquí dándolo al coco sobre el próximo móvil para pillarme. Aunque hace 1 año y algo que me pillé el LG, no ha ido mal pero ha terminado por volver algo inestable, quedarse colgado y bueno, con ganas de actualizarme. Ya saben cómo va de rápido el mercado no?

Ideas:

  • Iphone 3G S.
  • HTC Magic (o a la espera del Hero).
  • Nokia N97.
  • Blackberry.

La verdad que he estado viendo algunas reviews de los productos HTC con Android y tienen bastante buena pinta, es bien cierto que muchos coinciden que la fluidez de los menús no llega a la rapidez del de Apple, pero sus widgets y demas apps son más que interesantes.

¿Cómo ven el mercado en la actualidad? algo he leido que un poco saturado con tanto sistema operativo donde elegir: Symbian, WebOS, Iphone, Windows Mobile, Android y Blackberry OS. Haciendo un poco de sondeo, de qué móvil disponen los lectores habituales de Chicharrero por Hong Kong?

Mientras, seguiré evaluando candidatos. Se aceptan sugerencias 😀

Equilibrio

Las creencias y/o tradiciones de la cultura china son conocidas por mucha gente, pero hasta que uno no lo vive en primera persona no se da cuenta de la importancia de muchos elementos que nos rodean en el día a día. Al igual que la foto que ilustra este post, debemos guardar un equilibrio y no alterar la armonía del ambiente, estamos hablando del feng shui (风水), que signigica «viento y agua».

Esta práctica estudia la relación entre la naturalezas y los seres humanos, practicada desde tiempos ancestrales aunque en los últimos tiempos se ha venido popularizando más. Se basa en la existencia de un aliento vital o chi cuyo flujo que puede verse alterado por la forma y disposición del espacio, las orientaciones (puntos cardinales) y los cambios temporales. Algunos de los elementos que se estudian son:

  • Montañas.
  • Ríos.
  • Estructura de la vivienda o lugar de trabajo.
  • Ubicación de un cuarto de baño, cocina, habitación…
  • O hasta la colocación de los muebles.

Digamos que desde el punto de vista occidental, nos solemos preocupar poco por estos aspectos de nuestra vivienda o acciones de nuestra vida cotidiana. Aunque seguro que habrá más gente que se está inclinando hacia esta doctrina introduciéndola en sus vidas.

Desde mi experiencia personal al vivir con mi novia de Hong Kong, puedo comentar algunas anécdotas como:

– No poder pegar a la pared la cabecera de la cama al tener una viga que pasa por encima, de forma que al dormir sería como si esta viga nos «aplastase» la cabeza al dormir, y no es buena señal.

– Tener que quitar una lámpara que esta justo encima de la cama o no encenderla digamos, porque es como si la luz atravesase el corazón y tampoco es bueno.

– Estabamos pensando en mudarnos de piso (problemillas de aguas y demás). Pues justo comenta la madre de mi novia que tenemos que esperar hasta finales de septiempre. Por el calendario lunar ahora es el mes de julio (Julio= Mes nº 7, el sonido de este número suena como la palabra muerte :/), así que no es buena época y nos quedaremos sin un piso muy chulo que casi nos habíamos decidido, pero mejor hacer caso…

Algunas cosas si que me chocaron de primeras pero bueno, yo que soy abierto y paciente, aceptarlo y llevarlo de la mejor forma. Me iré apuntando otras que vayan surgiendo e ir aprendiendo un poquito más.

¿Qué les parecen a ustedes estas creencias? La verdad que hay mucho donde hablar.

Cruzando la bahía

Y nos plantamos a final de mes, y para despedir la semana dando la bienvenida al finde y el mes de Agosto, nos vamos de paseo en barco a bordo del Star Ferry. Si lo que queremos es pasar desde la isla de Hong Kong a la península de Kowloon lo podemos hacer de varias formas:
  • Taxi/Minibus.
  • Metro.
  • Barco.

El último de estos medios de transporte es el elegido como protagonista de hoy, una experiencia recomendable para poder contemplar el skyline tanto yendo como viniendo, de día o mucho mejor de noche 🙂 Los inicios se remontan al año 1880, un tiempito vaya, y desde entonces hasta nuestro días.

Foto desde Iguide Travel

Las rutas que nos ofrece comprenden entre TST, Central, Wan Chai y Hung Hom. Un servicio de lo más cómodo para muchos de los habitantes de las distintas zonas.

Mapa de la web Star Ferry

El que he cogido yo más veces es el de Central a TST en el que apenas se tardan unos 10 minutos y cuesta 2.4 HKD (creo la última vez), o sea, unos 20 céntimos de euro, tirado, y no nos olvidemos de nuestra Octopus para mayor comodidad.

Para aquellos que desee más información acerca de este ferry, puede echarle un vistazo a su web http://www.starferry.com.hk/, donde podremos encontrar desde los horarios de cada una de las rutas hasta imágenes del pasado en los inicios con ferrys de vapor.

Todo un clásico de Hong Kong. Zarpando viajeros!

Como un niño

A que gusta volver a perderse entre maquinitas como cuando uno era pequeño y gastar unas monedas en atrapar algunos regalos con los ganchos imposibles o subirse a un Doraemon a cabalgar, aunque de este no existía en mis tiempos, jeje. La excusa era haber estado dando un paseo con la sobrina de mi novia, que tiene 1 añito y poco, y para que se divirtiera un rato con algunas de las atracciones, así yo aprovechaba.

Y con la sensación de haberme traslado al mismo Japón, hasta tenía cierto aire a pachinko pero más infantil y sin el bullicio habitual de este tipo de salas. Como pueden observar, lleno de farolillos rojos y amarillos, bastante colorido y con máquinas de todo tipo, casi todas de la marca Namco.

Y parece fácil, pero a ver quien pilla un regalo de las siguientes máquinas, presentes en cualquier feria que se precie o en salas de recreativos. A pesar de gastar algunas monedas, la suerte no estuvo de mi lado, cachis…

Y con lo que me gusta conducir y por solo 3 tokens (cada token = 1 HKD, menos de 10 céntimos de euro) me eché una partidida a los mandos de un bólido conducido por el mismísimo Doraemon que tenía que encargarse de recoger bocatas por el camino. Nada más y nada menos que 48 pillé 😀

Mi precio: tarjeta de Pacman para coleccionista, toma ya! a ver si hay más suerte para la próxima. Lo que es un rato divertido, eso estuvo asegurado. Ahora me quedo con la espinita de volver de nuevo. Por cierto, a ver si hablo de los salones recreativos, algunos son auténticas joyas.