Shanghaines

 

Siempre que llega el viernes, me gusta hacerles sufrir con buenos platos de comida. No hay mejor forma de empezar el finde y en esta ocasión con cocina estilo Shanghai. Otro descubrimiento por los alrededores de la oficina de mi novia y sin duda el mejor momento para ir, por la noche, que el ambiente es más tranquilo. Me imagino que al mediodía en la hora de la comida, que se pone de bote en bote y cuando la jornada laboral termina, todo el mundo sale derechito para su casa.

La zona de Lai Chi Kok vuelve a la calma después de un ajetreado día y eso se nota también en los restaurantes que hay en la zona. Y para empezar, un aperitivo en frío como son estos fideos planos con pollo y salsa de cacahuete. Un plato sencillo pero muy gustoso, aunque advierto que los fideos pueden ser un poco difíciles de coger por su textura algo escurridiza y se le añadimos la salsa que lleva, pero se le termina cogiendo el truquito.
 
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Una cena que constó de un total de cuatro platos, con los tres siguiente ya en caliente después del entrante anterior. El compartir es algo fundamental en la cocina asiática y en una cena para dos, estas raciones venían con el tamaño perfecto.

Dumplings fritos rellenos de cerdo y verduritas

 
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Ya me habíar advertido mi chica que me gustaría este plato, y no le faltó razón.

Costillitas de cerdo con salsa agridulce y toque de vinagre de arroz

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Y porque no todo va a ser carne, un platito de verduras nunca falta tanto si se trata de un almuerzo o una cena. Esta verdura es una de mis preferidas: tung choi salteados con unas tiritas de chili, pero nada picantes. Muy gustosos con ligero toque crujiente.
 
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Aún teníamos un hueco para un postre ligerito. Un panito de textura muy suave, digamos que como un pan de leche y acompañado de unos platitos de leche condensada para sopetear. Algo muy simple, pero que es todo un manjar.
 
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Ahora si que pueden empezar el fin de semana con buen sabor de boca, no me digan que no. ¡Hasta el lunes familia!

Estilo LCK

 

A veces las opciones para comer en la zona donde trabajo (Admiralty) son más bien escasas y uno opta por acercarse a la vecina Wan Chai o alguna que otra vez en Central. Se pueden encontrar sitios auténticos de estilo tradicional donde comer noodles, dumplings u otras especialidades. Esta vez, no nos situamos en la isla de Hong Kong sino que vamos hasta la zona de Kowloon y más en concreto a las siglas que se incluyen como título de este post: LCK (Lai Chi Kok)

Es una zona de negocios bastante activa donde se acumulan muchas empresas, principalmente del sector textil, pero hay bastante diversidad. Y claro, los sitios para comer en la zona aunque no sean excesivos, si que ofrecen buena variedad local, es un gran punto a favor. De vez en cuando voy a buscar a mi novia al trabajo y antes de ir a casa aprovechamos para cenar algo en uno de los restaurantes que tiene cerca de la oficina.

Para mi siempre es toda una experiencia y me encanta el ambiente que hay en el interior. Mesas redondas con taburetes en el medio y en los laterales mesas rectangulares con sitios más acolchados. Dos vasitos de té y los utensilios para comer nos esperan mientras damos un vistazo al menú (bajo el cristal de la mesa). A estas horas (pasadas las 7 y media de la tarde) mucha de la gente ha abandonado la zona y se respira más tranquilidad, pero según me ha dicho mi novia, en la hora de la comida es una locura. Uno no puede permitirse un almuerzo digamos calmado porque la actividad es constante.
 

¿Y qué podemos pedirnos? la variedad del menú va desde arroz, fideos, bbq cantonesa, verduras, dumplings, sopas, bebidas variadas (café, té, refrescos); es lo que nos suele ofrecer la típica «cha chaan teng». Precios económicos y platos con buena cantidad. Esa noche me decanto por un té con leche, el tiempo anda algo fresquito y apetece algo templadito para el cuerpo.
 

Varios platos para compartir entre los que escogemos:

Verduritas con salsa de ostra
 

Noodles con pollo y verduras al curry
 

Y este último fue una elección mía: «zhu pa bao» o lo que viene a ser un bollo con un filete de cerdo, lechuga y un poco de mayonesa. Está exquisito. Y es que hay veces que con las cosas más simples, es con lo que uno disfruta más. Esos pequeños placeres 🙂
 

Que mejor recompensa para terminar el día con una buena cena y mejor compañía. Un sitio al viejo estilo y más que válido. Bullicioso de día y tranquilo de tarde-noche; lugar de paso, oficinistas, obreros… Un cóctel de gente que disfruta de su comida.