Empezando temprano

Cuando todos o casi todos duermen, hay otros que van empezando temprano. Al principio cuesta un poco poner el cuerpo en movimiento, pero una vez fuera rumbo a la montaña todo se pasa. Pasando de la noche al día y ser testigo de los primero rayos de sol acariciando Pat Sin Leng. Los Nuevos Territorios y su entorno privilegiado donde disfrutar de aire más puro y de la naturaleza cerca.

La toma de contacto

Salir de casa y en menos de 10 minutos ya estamos yendo escalones arriba. A poco más de 200 m de alitud las vistas ya hablan por sí solas.

empezando temprano

Por ahí abajo, las zona residencial de Wah Ming y cerquita de casa. Siguiendo hacia las montañas vamos en dirección a Tai Wo y Tai Po. Parece todo tan pequeñito pero estando cerca a la vez.

En plena montaña

Y cuando estamos ya metidos de lleno en ruta, tan sólo nosotros y la vegetación. Sentimos el calor y presintiendo que luego hará calorcito, pero estando en otoño ya es otra historia; vaya que si se nota la diferencia en cuanto a temperatura y humedad. Brisa por la mañana, menos agobios y también el tener que cargar con menos agua.

Una de mis visitas obligadas, la cima de Pak Tai To Yan (488m). Como quien dice, es llegar tocar, respirar hondo, sacar la foto y volver montaña abajo. Una buena forma de poner el cuerpo a prueba y sentir la energía de un nuevo día. Por aquel entonces, ni rastro de sueño ni cansancio. Puede que luego las piernas se resientan, pero lo bien que se queda uno subiendo hasta aquí arriba.

Una nueva rutina que empecé esta semana para sacarle el mayor provecho a cada día. Está claro que no todos los días pueda subir hasta la cima, pero si saborear un poco de montaña. Mientras otros duermen, no soy el único que vamos empezando temprano. Los días saben a más y sobre todo el desayuno más tarde 🙂

El paso del tifón Mangkhut

Ya han pasado casi tres semanas desde el paso del tifón Mangkhut y la cara que presenta la ciudad se ve bien distinta. Aún así, queda trabajo por hacer para terminar de limpiar muchos de los árboles afectados.

Ante la llegada del tifón, la ciudad se había preparado bastante bien y todo el mundo estaba resguardadito en casa. Fue en la noche del sábado al domingo cuando el efecto de los vientos azotó la ciudad. Las zonas costeras y cercanas al río (como en Shatin) serían las que más afectadas se verían por la subida del nivel del agua. El azote de las olas, sótanos y paseos inundados. Y donde sí ha afectado al todo el territorio por igual: los destrozos en la vegetación. Además, algunos edificios de oficinas y residenciales con daños en sus ventanas. Vídeos virales que circulaban a toda velocidad por las redes sociales.

A la mañana siguiente éste era el aspecto que presentaba justo debajo de donde vivo. Decir que sí a pesar de notarse el soplar del viento, quizás por la orientación de nuestro piso no se notó nada en las ventanas. También tener otra hilera de edificios delante y no estar tan expuestos.

Los restos a la espera de ser recogidos después de cortar las ramas con más peligro.

el paso del tifón mangkhut

Y las zonas de paso entre los edificios con ramas pendientes aún de limpiar. Árboles pequeños y algunos bastante grandes no pudieron seguir en pie ante el poder de la naturaleza.

La cabina más próxima resistió como buenamente pudo tras impactar una rama en su techo. Por suerte no ha habido que lamentar desgracias personales y tan sólo daños materiales, aunque bastante cuantiosos. El tifón más fuerte en la historia de la ciudad desde que se empezaron a registrar.

El lunes tras el paso del tifón fue un tanto caótico en lo que al transporte se refiere. El servicio de trenes estaba interrumpido en algunos tramos (averías por caídas de árboles sobre el tendido) y las guaguas no estaban operando en su totalidad. No obstante, la gente intentó llegar hasta su lugar de trabajo dando lugar a escenas de gran colapso como en la estación de Tai Wai. Hubiera sido mucho mejor sin duda el declarar el día festivo; una de las críticas que se le ha reprochado a la jefe ejecutivo del Gobierno de la ciudad.

Así que, ese día lo pasé en casa por la imposibilidad de coger un transporte que me llevase hasta la isla de Hong Kong. La estación de Fanling y Tai Wo se habían quedado aisladas del resto de línea debido a las averías. Sin las guaguas en funcionamiento pleno, imposible llegar en un tiempo razonable. Era lo más prudente para malgastar tiempo en vano; el martes todo volvería a la calma, al menos en lo que al transporte se refiere.

La ciudad demostró un claro ejemplo de cómo se puede enfrentar ante el poder de la naturaleza y sus efectos. Las reparaciones y trabajos de limpieza siguen su curso, pero aún faltarán semanas o inclusos meses hasta tener todo en su estado normal.

Agradezco desde aquí a todos aquellos que se preocuparon por la familia y por mí para saber si estábamos bien. Sólo con decir que las niñas ese domingo se pegaron una siesta bien profunda y que ni se enteraron de los fuertes vientos. ¡Eso sí que es felicidad!

Hasta la próxima, y espero no demorarme demasiado tiempo en escribir de nuevo.

Bowen Road es tu lugar

Seguro que no es la primera vez que me ven mencionar este paseo, pero en verdad se merecía tener un post propio. Dentro de los planes de hacer turismo en la ciudad, siempre tiene cabida conocer sitios como este. Bien te gusta salir a pasear o bien a correr, alejándose un poco del bullicio del centro y con buenas panorámicas: Bowen Road es tu lugar.

El recorrido

Un total de casi 4 kilómetros de un extremo a otro. Prácticamente plano en su totalidad salvo algún que otro cambio de altura pero muy leve. Sirve también como arteria principal para conectar con otros caminos que nos llevan de vuelta a la zona residencial o bien tirar más arriba de la montaña en dirección a Peak Road. Uno que se conoce la zona, puede alternar entre camino de asfalto y algunas secciones de sendero, da mucho juego.

Para llegar lo más fácil es empezar desde Admiralty en dirección a Hong Kong Park y seguir las indicaciones subiendo varios tramos de escaleras. Una vez notemos la presencia de gente corriendo por los alrededores, nos dará más pistas y sabremos que no andamos lejos.

 
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Un poquito cuesta arriba

Si la cosa se pone un poquito cuesta arriba, una ayuda siempre es más que bienvenida. Salirse del camino marcado y tan sólo guiarse por las marcas que dejaron algunos senderistas. Por suerte, alguien que pensé en los demás ha dejado una cuerda preparada y mira que sí viene bien. En esta ocasión el almuerzo me iba a saber a gloria después de la rutita.

Es una gozada que a 10-15 minutos escasos de la oficina, uno pueda perderse entre la vegetación así. Lo de subir al principio puede que de pereza, pero cuando luego podemos disfrutar de las vistas y sobre todo de la montaña. ¡Es lo mejor que uno puede hacer!

Echando la vista atrás

Una ayuda viene bien

Estando el terrano seco, aunque no hubiese se puede subir relativamente bien. No obstante, hay algún tramo con bastante inclinación y hay que recurrir a las manos.

Vamos a hacer uso de la cuerda en este tramo, las hojas secas hacen que la tracción sobre la roca no sea tan buena. Con el terreno mojado la cosa se puede poner bastante más interesante, aunque yo creo que si no hubiera hojitas se podría subir sin mayor problema.

un poquito cuesta arriba

El mirador

¿Y cómo fue que llegué a dar con este tramo? mezcla de curiosidad y casualidad. La intuición me decía que no sería demasiado largo y me dejaría en una vía principal algo más arriba. Y no me equivoqué cuando podía escuchar el sonido de los coches según me acercaba al final. Y justamente vine a dar al sitio donde está el mirador de Stubbs Road.

Para más pistas, si van por Bowen Roady y ven la subida hacia «Lovers Rock» sigan por ahí. Una vez lleguen al final del camino, busquen las cintas entre la vegetación. Hacerlo en sentido descendente puede ser más curioso aún, y casi que bajar de culo es una de las mejores opciones 😀

Para añadir variedad al recorrido cuando salgo a correr incorporaré este cachito de vez en cuando. Una buena forma de mantenerse motivado y para no caer en la monotonía de los tramos rectos de asfalto. Como el fin de semana poco me puedo escapar a la montaña como antes, es una buena alternativa. Ahora toca estar con las niñas y echar una mano para que la mamá pueda descansar alguito, que se lo merece.

¡Buen finde a todos!