Nuevo parquito

 

Estos pasados días de Semana Santa han sido muy calmados, nada de viajes, ya que hacía apenas unas semanas que había vuelto de Indonesia, crónica que relataré dentro de poquito. Lo mejor de todo aprovechar los días para descansar y tomarse las cosas con mucha calmita, todo en en plan muy casero y porque no, dar un paseito por los alrededores de Tung Chung. A veces no hay nada mejor como unas vacaciones en casa. A pesar de que en los primeros días el tiempo parecía no acompañar mucho, uno de ellos el sol se dejaba ver un poquito y con un poco de brisa era perfecto para ir a pasear.
 


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El día en cuestión fue el domingo, y bastante bien aprovechado puesto que madrugué para ir al entrenamiento de dragon boat para más tarde ir a comer algo de dim sum 🙂 Y claro, después de un buen almuerzo decidimos ir a estirar las piernas y hacer un poco la digestión. Nos dirigimos hacia el final de la carretera principal que va paralela al mar y dar la vuelta en dirección hacia el centro comercial Citygate. Mira que había pasado unas cuantas veces corriendo de noche, y no había caído en el parquito que hay a mano izquierda justo en frente del bloque de edificios «Caribbean Coast». Seguro que el sitio ya lleva su tiempo abierto, pero al menos para mi es una novedad. Vamos para dentro…
 

Un espacio bastante acogedor con banquitos, zonas de césped, algunos columpios y toboganes; además, con un pequeño skatepark, muy completo. A aquella hora, que serían poco más de las 2 de la tarde estaba tranquilo, con alguna gente paseando o descansando a la sombra. Y para nuestra sorpresa, había un caminito que subía hacia una pequeña colina en medio del parque, pudiendo ir por la vía de las escaleras o sino por el sistema de rampa que muy bien pensado para facilitar el acceso a personas con menos movilidad y que la subida sea más leve.
 

Y a cada poco que íbamos ascendiendo, en cada esquina, había unas ilustraciones hablando sobre distintas prácticas para ejercitarse y/o meditación. Haciendo zig-zag hasta que llegamos a lo alto de la colinita y con la vista de las montañas de Lantau de fondo junto con el sonido del paso del metro, no se escuchaba nada más salvo el leve zumbido de los coches en la autopista cercana.
 

En lo alto una valla nos indicaba la existencia de un jardín de hierbas medicinales chinas. Habrá que seguir el camino para comprobarlo pero para eso debíamos atravesar el pabellón (octogonal) y seguir nuestro camino descendiendo hasta el otro lado del parque mientras disfrutamos de la vegetación y la calma del lugar.
 

 

 

¿Como es que no había entrado antes a este parque? seguro que si viviera justo encima, lo vería desde mi ventana cada día 😀 seguro que en algún momento alguien desde las alturas nos iba siguiendo la pista, jeje.
 

Hasta que llegamos al final del camino y dimos con algunas de la plantas medicinales, cada una con su propio rinconcito, bien catalogada y con una tablita explicativa sobre sus propiedades. Ésta fue una de las que más me gustó pero no me pregunten para que servía, qué cabeza la mía!
 

Hasta un pequeño estanquito rodeado de macetas con plantas. ¿Ranitas? pues no vi ninguna, pero apuesto que de noche será el lugar preferido para algunas y saltar por los nenúfares, como si lo estuviera viendo ahora mismo. En general todo súper bien cuidado, da gusto tener un espacio así para disfrutar de un agradable paseo de domingo, observando flores y aprendiendo cosas sobre meditación y plantas medicinales.
 

 

Despidiéndonos del parque, por esta vez, con una visita a una de las flores por excelencia: la rosa; esta una variedad originaria de China, aunque no es que yo sea un entendido de flores, si que en los pétalos se aprecian diferencias con las rosas más tradicionales. Interesante.
 

Espero que les haya gustado este paseito por el parque de Tung Chung. Ya sé que para la próxima iré preparado con la cámara y espero captar más cositas para compartirlas.

 

Nueva obra

 

Un arquitecto que cuenta ya con algunas obras en la ciudad y nuevamente volverá a dejar su sello con un complejo situado en la zona de Kowloon. Si nombrase el edificio central del banco HSBC o la terminal del aeropuerto de Hong Kong, seguro ya saben a quien me estoy refiriendo verdad? Se trata del estudio de arquitectos de Sir Norman Foster el que se ha llevado el gato al agua en este concurso para revitalizar el distrito de Kowloon Oeste. El nombre del proyecto: «City Park»

Las ideas iniciales son del año 1998 pero no fue hasta el 2008 cuando se lanzara el concurso oficialmente organizado por la autoridad del distrito de Kowloon. Un proceso lento, en el que también se realizó una encuesta pública durante los años 2009 y 2010, y así valorar la opinión de los residentes. Ya está todo listo y a falta de que empiecen las obras para ejecutar el proyecto.

Para que se hagan un idea, esta es la idea presentada.
 

Como se puede observar, las zonas verdes cubren gran parte del espacio. La gente paseando mientras disfruta de las vistas al mar y al skyline de la isla de Hong Kong. No faltarán tampoco las zonas donde sentarse y descansar un poco, creando un ambiente fresco y agradable.
 

Tampoco se ha descuidado el aspecto cultural y de ocio, dotando a la zona de teatro o salas de música en las que se lleven a cabo diversas actuaciones y/o espectáculos. Es lo que realmente necesita esa zona, ya que, en la actualidad está todo un poco muerto. Sólo si estamos en el centro comercial Elements situado en la estación de metro de Kowloon, podremos encontrar cosas, pero de resto, aún queda por desarrollarse la zona.
 

Este proyecto ocupa una extensión de 40 hectáreas y con un coste de unos 2,8 billones de US$ aproximadamente, unas cifras importantes como pueden ver. En lo que respecta a los finalistas del concurso, a parte del estudio que se ha impuesto, los otros dos: Rocco Design Architects Ltd. y Office for Metropolitan Architecture liderado por el holandés Rem Koolhaas, también tendrán su hueco dentro del proyecto final, ya que, parte de sus propuestas se integrarán en el conjunto.

Esperemos que se cumplan con las expectativas y la larga espera haya merecido la pena. Por lo pronto, creo que ahora tocarán un par de años de obras intensas hasta que se culmine

Nota: Todas las imágenes que acompañan esta entrada han sido sacadas de Bustler.net

 

Para todos

 

Que levante la mano, ¿quién no usa el acceso a internet desde su móvil u otro dispositivo móvil? Hoy en día está cada vez más extendido el uso de las conexiones 3G que nos permiten estar conectados allá donde vayamos. Nos permiten leer noticias, consultar el correo, usar las redes sociales, leer nuestros blogs favoritos… y un montón de cosas más. Todos sabemos que la batería de nuestros móviles no suele durar mucho si le damos mucha caña y una alternativa es hacer el uso de las redes wifi que podemos encontrar a nuestro alrededor.

En este aspecto, que aún tiene que seguir mejorando, los ciudadanos pueden disfrutar de acceso a internet via wifi en algunos de los puntos principales de la ciudad. Por ejemplo: parques, edificios gubernamentales, centros comerciales…

Una opción cómoda es la de buscar la red wifi que ofrece el Gobierno de Hong Kong: GovHK. Si al pasar por uno de estos espacios damos con el siguiente logotipo, podremos sentarnos un ratito a disfrutar del acceso a internet mientras descansamos en uno de los bancos del parque. Este cartel en concreto lo encontré un día en los Jardines Botánicos.
 

Hace poco que estuvo Álvaro por la ciudad, me comentó lo útil que le pareció el ir encontrando wifis abiertas a las que poder conectarse para chequear un poco el facebook, el correo… también muy útil si queremos usar google maps y ver nuestra ubicación. Fue una forma con la que pudimos estar en contacto durante los días que estuvo aquí.

Poco a poco voy viendo algunas guaguas que también cuentan con wifi, pero parece algo experimental. Igual un día contamos con conexión en la mayoría de ellas, sino miren la apuesta que ha hecho el Ayuntamiento de Madrid para dar acceso wifi a sus ciudadanos mientras hacen uso del transporte público. Es un buen servicio y diría que de implantación obligada en muchas ciudades en los tiempos que corren.

No obstante, a pesar de los beneficios que nos reporta el estar conectados, nunca está de más ausentarse y especialmente durante el fin de semana o en unas vacaciones, reencontrarnos con nosotros mismos. Este vídeo sin duda es el ejemplo perfecto.

¡Feliz finde!

 

 

Rutita en bici

 

El pasado fin de semana, me ofrecieron la posiblidad ir de ruta en bici por la isla de Lantau. El punto de encuentro era en Mui Wo, con lo que cogiendo una guagua (línea 3M) desde Tung Chung, llegué allí en media hora escasa. Mi amiga estaba esperando, ir a coger las bicis y prepararnos para la ruta (Chi Ma Wan trail)

Siendo sincero, me esperaba que fuera un paseo pero lejos de todo eso, una ruta bastante exigente que nos llevaría unas 4 horas según me comentó al principio. Con las piernas un poco molidas del entrenamiento de un par de días antes, pero el ejercicio en la bici vendría bien para descargar las piernas y quitarme las poquitas agujetas que tenía. Primero dimos una vuelta de reconocimiento por los alrededodes de Mui Wo para luego dirigirnos hasta el inicio de la ruta. Camino estrechito que empezaba en lo alto de la montaña con lo que previamente tuvimos que colgarnos las bicis para alcanzar ese punto y luego la cosa ya pintaba más fácil, en principio.

Un camino de tierra, aunque con algunas partes asfaltadas, piedritas de vez en cuando… de todo un poco. Zonas llanas, descensos en los que te dejabas los frenos y luego algunas cuestitas que quitaban el aliento. De cuando en cuando hacer un paradita para repostar líquidos y sobre la marcha continuar. En esta foto una de esas paraditas que hicimos después de habernos tragado una cuestita previa, rompepiernas desde luego…
 

Lo mejor de todo, el paisaje que nos ibamos encontrando a nuestro paso. Una pequeña presa con este puentecito para pasar hasta el otro lado y seguir la ruta monte a través. Encontrarnos con alguna gente en bici o bien de caminata, y es que el día sin hacer demasiado calor, era perfecto para disfrutar de la montaña.
 

 

Lástima que no llevase conmigo la réflex, pero yendo con la bici era mejor llevar poco peso. Al menos el móvil resolvió y cuando iba cogiendo algo de ventaja respecto a mi compañera de ruta, podía parar un poquito y sacar un par de fotos aquí y allá. Bonitas vistas hacia el sur, con la playa de Pui O escondida hacia la derecha, y lugar de paso habitual de los ferrys que van hacia Macao. Como se puede ver, no estaba especialmente soleado el día, pero no por ello había que descuidarse que se notaba el calorcito después de un rato en el cuello, jeje.
 

Y como no, ante todo bien protegido que con tanta roca de por medio, nunca se sabe.
 

Cosas curiosas como encontrarnos con alguna señal algo «fuera de lugar», como esta: prohibidos los coches y/o motocicletas. Lo de las motos lo entiendo, pero coches? sólo hay que ver lo ancho del camino 😀
 

O también las indecisiones: ¿izquierda o derecha? seguimos en dirección a Pui O. La mayor parte de la ruta la habíamos superado, con sus tramos más difíciles habiéndolos pasado a pie debido a lo complicado del trazado con las rocas o zonas de bajada empinadas. Mientras tanto tirando pa´lante, con alguna playita perdida de por medio o con casas abandonadas, y prácticamente solos en esta parte del camino.
 

 

 

De repente algunos tramos más de escalones un tanto complicados con lo que toca desmontarnos para seguir a pie. Y al poco el camino que se vuelve a hacer llano. Más abajo se podía escuchar el sonido del paso de los coches cada vez más cerca, eso quería decir que la carretera estaba cerca, y prueba casi superada…
 

 

Desde luego que no me puedo olvidar de mi compañera de fatigas en ese día que se portó como una campeona. Me hizo recordar mis buenos tiempos pedaleando por las calles de Santa Cruz o algún paseito hasta la playa, y es que hacía la tira desde que no pillaba una bici. No hay que perder las buenas costumbres, verdad?
 

El cansancio se iba notando y más aún cuando nos quedaba por afrontar una buena pechadita yendo de vuelta hasta Mui Wo, pero nos lo tomamos con calma. Tramos a pie y otros sobre la bici haciendo uso de la marcha más ligera posible, aún así parece que la cuesta se resistía pero pronto alcanzaríamos la «cima» y luego una bajadita que nos dio alas hasta llegar nuevamente al centro de Mui Wo. En nuestras mentes sólo una cosa: comer.

Buscar un sitio tranquilo y al fresquito: OK
 

Cervecita como dios manda: OK
 

El resto ya vino (y se fue) en menos de lo que canta un gallo. Y lo rico que estaba todo: Ensaladita de pollo, pizzita y tampoco podía faltar un postrito 😀
 

 

 

Nos quedamos más que satisfechos. Ya sólo nos faltaba café y puro para empezar la sobremesa, jeje. El broche final para una buena jornada de ruta en la montaña. Habrá que repetir, no? la ruta.. aunque la comida tampoco me importaría.