Compartiendo coreano

Es todo un descubrimiento que en Tsim Sha Tsui, alejado del bullicio se pueda encontrar una zona con gran variedad de restaurantes coreanos. En su día estuvimos en este del cual quedamos muy satisfechos pero siempre es bueno ir descubriendo sitos nuevos, echar un vistazo a Open Rice, bien con Foursquare para ver recomendaciones o sino improvisar. Al final después de unas vueltas terminamos compartiendo coreano y la verdad que resultó bastante bien.

Se dio la casualidad que estaba de visita por la ciudad un compañero de cuando la beca ICEX junto con su novia. Estuvimos por el «paseo de las estrellas» y alrededores, tomando algo en Knutsford Terrace y finalmente llegó el momento que surgía la pregunta: ¿dónde vamos a cenar? Entre las opciones surgió el ir a un coreano y puesto que su novia aún no había probado esta gastronomía, la elección digamos que resultó fácil. Caminamos viendo los menús de varios sitios hasta que nos decidimos a entrar en uno. Bastante calmado el ambiente pero también es que era tempranito, apenas las 7 de la tarde, mejor así para cenar sin prisas.

Ya saben que comer en un coreano implica unos aperitivos típicos (banchan) que vienen perfectos en lo que uno espera a los platos principales. El kimchi es fundamental y acompañado con otros como pescadito frito, tofu o brotes de soja.

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Pedimos un total de 4 platos: sopa de rabo de buey (Kkori Gomtang), un arroz a la piedra (bibimbap), unos fideos con marisco (japchae) y una tortita también con marisco (pajeon). Bastante completito después de los aperitivos.

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No pudimos estar más acertados con los platos; raciones muy bien servidas y buen servicio. Estuvimos recordando los viejos tiempos y poniéndonos un poco al día después de tanto tiempo sin habernos visto.

Al agua, pato

Finalmente tuve tiempo ayer y pude acercarme a ver un personaje que ha dado mucho que hablar en las últimas semanas en la ciudad. Coincidía que también era el día de tranvía y ferry gratis, que por suerte no estaba demasiado abarrotado. La hora punta había pasado y era en torno a las seis y media cuando llegaba a la terminal del Star Ferry para cruzar rumbo a Tsim Sha Tsui. La tarde no podía estar mejor, el cielo despejado y con unas tonalidades muy bonitas a medida que se disipaban los rayos del sol.

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Igual en la foto no se distingue, pero justo a la derecha donde hay unas manchas rojas, es ahí donde estaba ubicado el motivo de mi visita. Nos acercamos poco a poco…

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Y si, nada más y nada menos que el señor patito de goma creación del artista holandés Florentin Hoffman y que tanto revuelo ha causado desde su llegada a la ciudad. Y lo que representa en sí la figura de este pato según el propio artista es que no hay barrera de raza o idioma y constituye un elemento para unir a la gente. ¿A quién no le gusta uno de estos?

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Desde el día 2 de mayo ha estado ocupando este rinconcito cercado a la terminal de cruceros al lado del Harbour City, aunque en la última semana y media estuvo desaparecido porque al parece había tenido algunos problemas de fuga de aire. Una vez solventado el problema ha vuelto al lugar que ocupará hasta el próximo 9 de junio.

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Como no, la gente quiere posar al lado de él para inmortalizar la visita del patito a la ciudad. Y es que a lo largo de los útlimos años ha ido parando en distintos puntos del planeta como Sydney, Osaka o Tokio. Me pregunto cuál será su próximo destino.. Ahí donde lo ven tiene como unos casi 15 metros de alto.

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En el paseo cercano al muelle habían también unos patitos de menor tamaño e ideales para más fotos. Puede que pareciese un poco abarrotado el paseo pero la verdad que se podía pasear sin demasiados agobios, aunque apuesto que el fin de semana no sea tan fácil cuando la gente tiene más tiempo y mucha más gente quiera hacerle una visita al célebre patito.

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Sin duda esta es la mejor de las fotos que saqué. Consiguiendo levantar el teléfono lo suficiente y sin que ninguna cabeza se interpusiera entre el patito y el skyline de la isla. Nada de filtros ni procesado, tal cual salió del teléfono para su disfrute 🙂

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Cuak cuak cuak!! hasta otra compañeros

Llegó lo dulce

Cuando llegan novedades a cualquier ciudad, genera mucho revuelo durante los primeros días o meses. Mucha gente deseosa de probar un nuevo producto recién llegado, bien porque es las primer a vez o bien porque conocían la marca en cuestión de otros países. Este es el caso de Laduree, ¿les dice algo? Seguro que para los golosos les tiene que sonar. Se trata de una conocida marca de repostería y con muy buena reputación por sus macaroons. Recuerdo haberlos probado la última vez que pasamos por Londres en una tienda dentro del propio Harrods.

Las colas eran de esperar en la primera tienda que se abría en la ciudad, situada en el Harbour City de TST. Apenas lleva abierta unas semanas y ya ven la respuesta de la gente.

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En lo que la cola iba avanzando a buena velocidad, con tiempo para ver las variedades que tenían. Tiempo para llamar a mi novia y que me dijese sus preferencias. Un total de 16 sabores tales como: limón, frambuesa, chocolate, café, praliné, vainilla o pétalo de rosa, entre otros.

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Desde fuera de la tienda se podía ver cómo la gente iba curioseando hasta que les tocaba el turno.

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La decoración con macaroons estaba presente por todos lados y como estamos en fechas navideñas hasta con forma de arbolito.

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Finalmente estaba delante del mostrador y dispuesto a pedir, había tenido tiempo más que suficiente para pensármelo bien. ¡A ello!

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Estaba mirando si comprar una cajita de ocho unidades o bien otra un poquito más grande con quince. Finalmente escogería la segunda opción y así poder probar sabores más variados aunque de alguno repetiría al ser más atractivos ¡Misión cumplida!

Cruceros

Basta con quedarse mirando un rato la bahía de Hong Kong y ver la constante actividad de barcos de un lado a otro. Son barcos cargueros y también de pasajeros, algunos que organizan paseo turísticos u otros como el Star Ferry que sirven para cruzar el estrecho entre la península y la isla. Hay otro barco que también es protagonista: el crucero. A lo largo de la terminal que está pegada al Harbour City nos podemos encontrar uno o varios de estos barcos atracados mientras que los turistas recorren la zona haciendo sus compras pertinentes. Muchos de ellos hacen ruta por el sudeste asiático o incluso vienen del norte de China de ciudades como Shanghai, y la ciudad es una de sus puntos de parada obligado.

Parece que el número de cruceros ha ido en aumento a lo largo de estos años y la terminal se ha quedado un poco escasa con lo que se ha pensado no en ampliarla sino trasladarla no demasiado lejos, concretamente a la antigua zona que antes ocupaba el aeropuerto de Kai Tak. La zona se encuentra en pleno desarrollo en la actualidad y de aquí a unos años presentará una cara renovada, además de, poder alojar los nuevos cruceros que lleguen a la ciudad.

Mientras tanto la gente sigue aprovechando para contemplar las vistas desde TST y con la imagen de fondo del puente Stonecutters. Creo que queden pocos años de ver los grandes barcos ocupando la terminal, pero todo sea por ganar espacio y dar un empuje a la que será su nueva ubicación.


 

Aún no he tenido la oportunidad de estar de viaje en un crucero, pero viéndolo así la verdad que no me importaría hacer un viajecito de fin de semana por los alrededores del Mar del Sur de China. Y ustedes, ¿se han subido a algún crucero alguna vez? cuenten impresiones.