Día perfecto

Por motivos de hacer coincidir horarios de vuelos, a la vuelta de haber estado en Tenerife, nos tocaba de nuevo hacer noche en Londres, un poco cansino en vez de hacer el viaje del tirón, pero quieras que no, se agradece una paradita aunque era ya la segunda en el transcurso de todo el viaje.

Habiendo llegado a eso de las 4 de la tarde de un sábado, via aeropuerto de Stansted, más el correspondiente trayecto hasta el centro de la ciudad en guagua, luego coge metro y demás, pues pasan casi sin darse uno cuenta un par de horas. Ya con poco tiempo para hacer cosas y algo cansados después de madrugar ese día que cogíamos el vuelo desde Tenerife Sur.

Por delante teníamos todo el día del domingo, o casi, ya que nuestro vuelo salía rumbo a Hong Kong desde Heathrow a eso de las 22:35 de la noche. Ni que decir que la noche antes estabamos durmiendo antes de las 11 y recuperar algunas horas de los últimos días de estancia en la isla que habían sido algo agotadores la verdad. Y al despertar, la ciudad de Londres nos recibía con un día fantástico, de cielo azul y trazos con algunas nubes, y además, sin mucho frío: perfecto 🙂

Y las flores de los árboles en todo su esplendor. Blancas…

Rosadas…

Todo un «sakura» inglés como me dio por bautizarlo en ese momento. Y yo que estaba con ganas de haber ido a Japón, esto al menos me contentaba 🙂 aunque no es para comparar, ya se sabe.

Conforme se iba acercando la tarde, algunas nubes iban haciendo acto de presencia pero sin llegar a estropear el día. Ya sabemos que el cielo de Londres sin nubes resulta algo «raro» y le dan una atmósfera especial, sus formas caprichosas y la luz oculta del sol.

La gente en el parque (Hyde Park) aprovechaba la buena tarde de domingo para pasear o hacer algo de deporte donde destacaban bastantes aficionados al patinaje y skate, haciendo de las suyas practicando sus habilidades.

Y así entre una cosa y otra, desde que en la mañana salimos para disfrutar de un típico brunch inglés y luego patearnos la ciudad, se nos pasó el día de forma muy amena. Era hora de volver a casa de la amiga de mi novia que nos había acogido tan amablemente, recoger las maletas y rumbo al aeropuerto que nos esperaba el último cachito del viaje.
 

El otro balcón

 

Uno de los motivos principales por los que uno decide irse de vacaciones es el cambio de aires, ver otros paisajes, conocer otra gente, comida, cultura… en mi caso, puede que me quede poco por conocer de mi isla pero eso no quita para que la disfrute mucho cada vez que esté de vuelta aunque no sea por todo el tiempo que me gustase, pero no nos podemos quejar.

Siempre quedan sitios por re-visitar y re-descubrir, día o noche, solo o acompañado; esta vez íbamos mi novia y yo, una «excusa» inmejorable para recorrer los rincones de la isla y mostrarle todo lo que estuviera en mi mano. Y aunque en nuestra casa de Hong Kong no es que tengamos balcón como en mi casa de Tenerife, si que tenemos buenas vistas pero con gran contraste entre uno y otro lugar. Como en su día les comentaba, este es el turno de las vistas chicharreras y con un tiempo fantástico de bienvenida.

En esta primera foto nos encontramos con el edificio justo en frente y con la presencia de los árboles que se encuentran a lo largo de toda la rambla de la capital. Un espacio para poder pasear tranquilamente o descansar sentaditos en un banco, si el ruido de los coches lo permite que a veces el tráfico puede ser algo intenso.

Y si echamos la vista un poco más a la derecha, eso amarillo es un castillo? sé que su tiempo era un hotel pero de eso queda poco, ya que, en la actualidad y desde hace ya bastantes años es un colegio, que cambio, no? y con algunas casas «trepadas» a bordes de las montañas, que por cierto, zona nada barata aunque no creo que los precios lleguen a los de por aquí.

¿Con cuál de las vistas de se quedan? Hong Kong o Santa Cruz.. creo que la elección no es fácil, cada paisaje tiene sus elementos que los hacen diferentes y únicos a la vez. Todo un placer contemplar de nuevo el simple hecho del paso de la gente, los coches, el mismo ruido o el sonido del aire, y como si no hubiera pasado el tiempo.

Por delante, tiempo para mostrarle la isla a mi novia, a ver qué tal impresión saca al final. Seguro que no la decepcionará 🙂

 

De camino

Hoy salia de Tenerife rumbo a Hong Kong aunque antes con una paradita «obligada» en Londres. Ya se sabe que a veces la combinacion de vuelos le obliga a uno a hacer alguna noche extra en algun destino, y esta vez nos ha tocado quedarnos por la city.

Nuestro vuelo sale el domingo a eso de las 10 y media de la noche, con lo que nos podemos tomar el dia con calma y descansar un poco, que a pesar de estos dias atras que se suponen de vacaciones, entre el turisteo y demas, uno termina con el cuerpo algo cansaito. Igual un poco mas de turismo, quien sabe… por lo pronto en un rato toca irse a dormir y recuperar las fuerzas.

Nos espera el trayecto final Londres-Hong Kong, unas 13 horitas de avion de nada. Tiempo para entretenerse con algunas pelis, comer, descansar… todavia algunos/as me preguntan como me acostumbro a semejante trayecto en avion. Yo tampoco me lo creia la primera vez que recorria tan larga distancia desde Amsterdam a Hong Kong, pero todo es entretenerse 🙂

Hasta prontito, esta vez escribiendo de nuevo desde tierras hongkonesas.

 

¿Dónde andaré?

Igual les habrá extrañado a muchos/as que de repente el blog haya dejado de tener actividad en los últimos días, no? ni mucho menos me he olvidado de querer contar historias, pero era parte de mi plan para sorprender a la familia, y que bien me ha salido 😀

Andaba con la incertidumbre si al final vendría o no aprovechando las fechas de las vacaciones de Semana Santa y no llegué a concretar nada con mis padres. Así que por sorpresa me he plantado ayer en Tenerife tras haber estado un par de días en Londres, ya que, la combinación de vuelo directo Londres-Tenerife y el precio, era la mejor para el día de ayer.

En lo que iba de camino desde la estación de guaguas hasta mi casa, iba dándole vueltas a ver la forma de sorprenderlos al tocar en el portal, hasta que una vez llegado allí se me ocurre: «Comida china» (traida desde muy lejos), a lo que mi madre responder: «Aquí no es» y cuelga, jeje. Con lo que llamo de nuevo para decirle que era yo.

Por fin en casa después de casi otro añito, como pasa el tiempo desde julio del año pasado. Pero nada, aquí estamos para disfrutar de la gente y la isla durante un par de semanitas hasta el día 10 que coja rumbo de nuevo, pero mientras a disfrutar que hay días por delante.

Espero poder ir escribiendo alguna entradita de vez en cuando, siempre y cuando el tiempo lo permita. Estamos en contacto.

¡Saludos desde Tenerife!