Camboya Night life

Algo que no me esperaba en mi visita a Siem Reap, es el ambiente que tiene la ciudad de noche. La población vive en su gran mayoría a las afueras de la ciudad, por lo que el movimiento de gente en el centro no es muy masificado, y eso también se agradece.

Estuvimos cenando en un restaurante bastante peculiar «Dead Fish Tower». Situado de camino al centro y que presenta este aspecto.

Una vez dentro, el lugar está dividido en varios niveles, tanto puedes comer sentado en silla como si te apetece hacerlo en unos cojines. La comida variadita desde la típica khmer, pasando por thai, china hasta filetakos de los buenos. Aunque Sergio no tuvo suerte con la elección esa vez… a veces uno no siempre acierta :/

Uno de los atractivos del lugar, es que cada cierto tiempo, en el escenario central, se lleva a cabo la danza tradicional de Camboya, danza Khmer, que la realizan las bailarinas apsara.

De día, nos cruzamos con gran cantidad de turistas en los distintos templos que visitamos, y ya de noche, el ambiente se concentra en la calle conocida como «Pub Street». Como ya comentaba en un post anterior al inicio del viaje, es el lugar donde se encuentran la mayoría de restaurantes y bares de la ciudad de Siem Reap.

Nosotros tuvimos ocasión de estar en un par de ellos el sábado por la noche. Sin duda, el más curioso, un bar llamado: «Angkor What?»… si, si, no me he equivocado al escribirlo. En su interior, no había hueco alguno en sus paredes que no estuviera escrito con algún mensaje… hasta en el techo. Gente de muchas nacionalidades (españoles se escuchaban muchos) llenaban el bar, disfrutando de la música y unas copas.

Y allí nos tomamos algunas copitas, aunque lo que tomamos fue un cubo (como el que se ve en la foto) que salía bastante bien de precio, y en su interior a gusto de cada uno: ron+cola, vodka+redbull…

Siempre es bueno conocer las dos caras del turisteo, una en la que te pones las botas de templos y de la cultura del país, y la otra, cuando te puedes tomar algo tranquilamente y descansar para reponer fuerzas para el día siguiente.. Aunque a veces uno se imagina que en sitio tan pequeños te vayas a encontrar un ambiente tan animado como el que vivimos en la noche de Siem Reap. Vale la pena descubrirlo.

Banteay Srey…

Continuando con nuestro segundo día de visita con los templos, elegimos ir al llamado Banteay Srey. Queda a unos casi 40kms de Siem Reap, pero merece la pena desplazarse hasta allí y ver otro estilo de templo.

Este lugar destaca por el detalle de sus grabados, el acabado es increible, además se mantienen bien conservados. Lo que más me gustó fue las distintas tonalidades que tiene la roca, entre amarillos, marrones claros y algún rojizo de las estatuas.

También conocido como la Ciudadela de las Mujeres, ya que, el detalle de los grabados de gran detalle se atribuyen a mujeres, por lo delicado de sus formas. Además, difiere de otros templos ya que, monos y garaudas (águilas solares) reemplazan a los leones que normalmente guardan las puertas del templo. Data del año 967 y dedicado al dios Shiva.

Pre Rup

Se creía tradicionalmente que servía como templo funerario, pero era el templo de estado de Rajendravarman II. Algunas partes del templo están algo descuidadas, y quizás por eso, no resulta tan vistoso como otros templos que ya habíamos visitado.

Los siguientes tres templos se encuentran todos muy cercanos, situados hacia el noreste del complejo de Angkor Thom. No tan masificados de turistas como templos anteriores, pero igualmente interesantes, sobre todo el último de ellos: Preah Khan. Coincido totalmente con Alberto, fue de los que más me gustaron.

Ta Som

Con Sergio de Dubai «posando» en una de las puertas al interior de una de las zonas del templo.

Saliendo hacia la parte trasera del templo, lo más llamativo el entramado de raíces sobre la puerta de acceso. El resto del templo, no deja de ser interesante pero sin ningún detalle que llame más la atención, pero que merece la pena conocer.

Neak Pean

El templo se encuentra adentrado en la selva, y el acceso se hace mediante este camino que vemos en la foto. No se tarda mucho en llegar hasta él desde el punto más cercano de la carretera, encontrándonos con una de las piscinas del complejo.

En lo que nos podemos fijar de este templo, es la distribución con la que cuenta. Se trata de un total de 5 piscinas. Una central de forma redonda y 4 más que la rodean.

Preah Khan

Sin duda, uno de los templos más grandes que visitamos. Gran número de pasillos y salas que recorrer. Obra también de Jayavarman VII después de la victoria sobre el reino de Champa que los invadió en el 1191. En su momento, no sólo tenía las funciones de templo y ciudad sino también como universidad budista.

Detalle de la foto anterior, la construcción de dos plantas situada a la izquierda de la primera fotom aún no se sabe que papel juega en el conjunto del resto del templo, sigue siendo un misterio. Y jugando al escondite en una de las zonas del templo denominada la «Sala de los bailarines»

Como colofón para este día, nos dirigimos al templo de Phnom Bakheng. Situado muy cerca de la entrada sur de Angkor Thom y al noroeste de Angkor Wat, es el lugar idóneo para ver la puesta de sol. Cuando llegamos, gran cantidad de turistas se concentraban en las escaleras del templo, buscando su sitio para contemplar el atardecer.

Después del espectáculo del atardecer, tocaba hacer el camino de vuelta. Nunca antes había visto tanta gente concentrada, haciendo colas para bajar, exagerado.

Sólo nos quedaba «enfrentarnos» por última vez a los vendedores de souvenirs, en una última intentona de conseguir que les compremos algo, algo que puede llegar a ser cansino, pero tomárselo con calma y ponerle buena cara. A veces me gustaría poder contribuir con algo a todos, pero también hay que aprender a decir no… es la otra cara del turismo de Camboya.

Templos de Angkor

Preparados y con el itinerario pensado para nuestro primer día de visita por los templos, dispuestos para aprovechar el tiempo al máximo. Optamos por alquilar un taxi para nuestros desplazamientos, también se puede hacer con tuc-tuc, pero debido a que el tiempo no acompañaba, la opción del taxi era más acertada.

Nos dirigimos hacia el complejo arqueológico de Angkor por la puerta Sur y como primera parada Angkor Thom.

Angkor Thom

En este complejo se encuentra el templo Bayon, construido en el siglo XII bajo el reinado de Jayavarman VII, que cuenta con un foso de 100 metros de profundidad y 12 km de extensión, que protegía a una población de cerca de un millón de personas.

También es bien conocido por las caras esculpidas en la roca. Cuenta con una torre de 45 metros de altura rodeada por otras 54 torres de menor tamaño.

Resulta increíble ver cómo están esculpidas las caras en la roca y ver que no son bloques grandes de piedra, sino que cada cara está compuesta por varios bloques, parece como un auténtico puzzle perfectamente encajado.

Sin duda es uno de los sitios más representativos del conjunto de templos presentes en la ciudad de Siem Reap, y ver como han sobrevivido al paso del tiempo, a pesar de tener algunos desperfectos.

Cercanos a Bayón nos encontrarmos con el templo de Baphuon, en pleno proceso de reconstrucción y tan sólo se puede acceder a una parte del mismo. Data del siglo 11 y construido por Udayadityavarman II dedicado al dios hindú Shiva.

Desde lo alto de una de las escaleras de acceso al templo, se puede contemplar la pasarela por la que se accede, teniendo a ambos lados dos fosos.

Y del templo de Phimeanakas, lo más impresionante sus escaleras, con apenas espacio en los escalones y bastante empinadas. Aunque hay unas escaleras con barandilla situadas en uno de los laterales, para aquellos más aventureros, pueden intentar el ascenso o bien descenso por su lado algo más complejo.

El tiempo no acompañaba del todo ese día y tuvimos que hacernos con unos chubasqueros. Lluvia finita, pero ya se sabe, es la que más cala. Más tarde parece que mejoró y pudimos quitárnoslos.

La mañana estaba siendo bastante provechosa, pero aún nos quedaba día por delante para recorrer algunos templos más. Así que, antes de la hora de la comida y tomarnos un descanso, nos dio tiempo a ver:
  • La Terraza de los Elefantes.
  • Terraza del Rey Leproso.

Terraza de los Elefantes

Su nombre se debe a que cuenta a lo largo de su base con relieves de elefantes. Según cuentan, desde esta terraza el rey Jayavarman VII contemplaba el regreso de su ejército tras la batalla, y donde también sus concubinas danzaban como apsaras. En sus inicios, estaba construida con material orgánico que con el tiempo fue desapareciendo y sólo quedando parte de la estructura hasta nuestros días.


Terraza del Rey Leproso

Lo que más me llamó la atención, fueron todos los grabados que posee a lo largo de un pasillo que tiene en forma de U, se dice que la forma que tiene se debe a que era usada como crematorio. Los grabados son de demonios, nagas (tipo de serpiente) y otros símbolos mitológicos.

Se encuentra en la parte superior una estatua que representa al Rey Leproso. Según se cree su nombre se debe al aspecto que presentaba la estatua cuando fue encontrada, aunque también cuenta una leyenda camboyana que existió un rey que poseía tal enfermedad y su nombre verdadero era: Dharmaraja.

Ta Phrom

Uno de los templos que ha sido «devorado» por la selva, donde se entremezclan las ramas y raíces de los árboles con las construcciones de piedra. Obra de Jayavarman VII dedicada a su madre. Inicialmente concebido como monasterio budista que controlaba hasta casi 3000 aldeas cercanas, muy rico en sus tiempos.

Impresionante la visión de las rocas del templo y las raíces entrelazadas entre ellas, formando un conjunto de perfecta armonía y sin apenas haber sido alterada la estructura. Sin duda, uno de los mayores atractivos de este lugar.

Finalizando el día, con tiempo para no perdernos el atardecer y culminar nuestro primer día de visita: Angkor Wat.

Símbolo por excelencia del país y su templo más representativo. Su construcción se inició a principios del siglo XII durante el reinado de Suryavarman II y dedicado al dios hindú Vishnu. Muchos siglos atrás, después de la caída del imperio khmer y que los tailandeses se convirtieran en los más poderosos del lugar, muchos templos fueron «devorados» por la selva.

Se trata del mayor centro religioso del mundo, cuya extensión total contando los alrededores con los fosos, ocupa 2 km2. Su estado de conservación es bastante bueno; los detalles de las torres, los grabados… un lugar digno de conocer.

Llegada a Siem Reap

Mi salida hacia Camboya la hice el pasado jueves por la tarde teniendo que pasar por Ho Chi Minh, para finalmente llegar a eso de las 7.30 de la tarde a Siem Reap. El viaje bastante bien y sin apenas retraso. Por la hora que era, directo al hotel para descansar un poco y luego ver la ciudad un rato por la noche.

El hotel que elegimos para quedarnos, estaba situado a tan sólo 10 minutos caminando del centro y muy fácil de llegar. Por cierto, muy buen servicio, limpio y bien de precio. El nombre: «The Villa Siem Reap«, tiene su web desde donde se puede contactar con ellos para hacer las reservas correspondientes. Sin duda, muy recomendable.

Después de dejar las cosas en la habitación y descansar un poco, decidí salir a conocer un poco la ciudad, aparte que ya eran horas para cenar y tenía que buscar algún sitio. El ambiente en la ciudad estaba animado a esas horas, sobre todo la gente estaba concentrada en la zona cercana al «Old Market» y por «Pub Street», lleno de restaurantes y bares de todo tipo. Me sorprendió gratamente la verdad, me imaginé que sería algo más apagado el ambiente.

Y los restaurantes, de todo tipos desde comida de Camboya (khmer), pasando por: italiana, vietnamita, tailandesa… hasta un mejicano incluso. Como no, todas las tarifas en USD y los cambios menores a 1 dólar, lo devuelven en rieles, lo que viene a ser lo mismo 4000 rieles = 1$.

Después de la cena en uno de los puesto locales donde me tomé unos noodles fritos con pollo (muy buenos, por cierto) me di una vuelta por el mercado nocturno, «Night Market». Lugar donde uno puede encontrar multitud de tienditas con los souvenirs más típicos del país como: camisetas, estatuillas, pañuelos, pinturas… Con bastante colorido y cosas muy interesantes para comprar.

Como tampoco quería quedarme hasta muy tarde, después de la visita al mercadito puse rumbo al hotel. El día siguiente seguro sería largo. Por la mañana llegarían mis compañeros Alberto de Vietnam y Sergio de Dubai, y prepararnos para comenzar nuestra visita a los templos de la zona.

Esto sólo un aperitivo a modo de introducción de mi reciente viaje por estas tierras, sólo acababa de empezar. Con ganas de conocer los templos tan famosos y presentes en multitud de reportajes y fotografías.