Yendo al drago

 

Del reciente viaje a Tenerife, había que aprovechar el tiempo lo más posible y poder enseñarle a mi novia algunos de los sitios «básicos» de la isla. Un poco del norte, del sur y centro. La verdad que a pesar de ser vacaciones, no paramos la pata en los días que estuvimos por ahí. No lo tenía planeado todo, pero sobre la marcha surgía el plan para el día siguiente y así tenía más emoción, por lo menos para ella que estaba descubriendo la isla por primera vez, aunque yo encantado de regresar a sitios por los que hacía años no pasaba.

Dicho y hecho, nos decidimos a tirar pal Norte de la isla en dirección a Icod de los Vinos con la intención de visitar el famoso y querido: Drago Milenario. El camino hasta allá no es del todo largo, pero si que un poco más allá de los Realejos, la carretera se vuelve algo más curva y no tan agradable como la recta autopista, pero ibamos sin prisas y había que disfrutar del paisaje a pesar de que el tiempo en ese día pintaba algo nublado.

Una vez llegamos a la ubicación del Drago, buscar sitio para dejar el coche y si que estaba concurrida la cosa a pesar de ser un día entre semana. Por suerte, a la segunda vuelta a la plaza encontramos un sititito en uno de los laterales. Además, llegamos en las horas previas a que hubiera una procesión por los alrededores.
 

A pesar de tanto coche, se podía caminar con tranquilidad por los alrededores. Un bar con mesitas para disfrutar de un cafecito de tarde o lo que se tercie, niños correteando con la pelota o un grupo de mayores charlando amigablemente, mientras que los turistas (me puedo incluir tambien) aprovechaban para curiosear y sacar las correspondientes fotos.
 

Un entorno muy tradicional con casitas de estilo canario: paredes blancas, balcones y puertas de madera.

 

Y aquí tenemos a nuestro protagonista en todo su esplendor, como si los años no pasaran por él. Se mantiene tiesto y bien vivito, aunque claro, ha «sufrido» sus correspondientes trabajos para su conservación y evitar que un dia de repente se nos venga abajo. Símbolo de la localidad y también de la isla de Tenerife. Aunque se le conozca como milenario, su edad estimada se sitúa sobre los 500-600 años de antiguedad, casi nada, no? Por aquí dejo un enlace de la siempre útil wikipedia -> Drago, para los que quieran conocer un poco más sobre este ejemplar.

Merece la pena acercarse hasta allí y verlo de cerca, o bien desde la plaza o si queremos, hay algunas casas (con tienda de souvenirs incluida) desde la que podemos verlo mejor y de paso, a la salida podemos llevarnos algún recuerdito (imanes, llaveros, figuritas…) o alguna muñequita como esta tan simpática de la foto. No dejen de ir si tienen ocasión.
 

La zona Norte de la isla es una buena opción para quedarse a pasar unos días, aunque eso sí el clima es algo más fresquito y el sol parece esconderse más. Si lo que buscan es sol, el sur es una mejor opción y el sitio para encontrar apartamentos baratos en Tenerife. Norte o Sur queda a su elección.