Cuando uno ve que ya se anuncian por la tele y los ve en los escaparates de las tiendas, es que algo significativo se está acercando. Digamos que recuerda un poco a la época de las Navidades con el clásico anuncio del muchacho que vuelve a casa para juntarse con la familia. También se trata de algo dulce, aunque un poquito pesado, pero toda una tradición que marca el inicio del otoño según el calendario lunar chino. Aunque mientras tanto para mi siga siendo verano hasta casi finales del mes que viene 🙂
Los mooncakes tanto en su formato tradicional como en sus variantes en frío ya están disponibles para comprar, más vale ser precavido y comprar con antelación porque seguro más tarde las existencias empiezan a escasear. Son muchos los que se suben al carro durante esta tradición y aprovechan para sacar su propio mooncake de algún sabor poco convencional o bien porque el empaquetado en sí es un buen motivo para regalo por las fechas que se aproximan.
Estas fotos las saqué en una conocida cadena de panadería / pastelería que se llama «Saint Honore», en la cual suelo comprar algún bollito para desayunar cuando voy de camino a la oficina en una de las muchas tienditas que podemos encontrar a la salida del propio metro en una ubicación inmejorable a los ojos de muchos viajeros. Es un buen reclamo.
De momento no ha caído ningún mooncake en mis manos pero seguro que en las próximas semanas no lo descarto. Sólo de pensarlo ya me estoy empachando, porque el tradicional no está hecho para que uno se puede comer uno entero, yo creo que el bienmesabe palmero tiene un buen rival, jeje. De elegir me gusta más la variante «snowy» o helada, son más fáciles de digerir y tiene sabores interesantes como mango, fresa, chocolate o té verde. Lo que son los gustos que se van adaptando con el paso del tiempo y las nuevas generaciones.
A un dulcecito nunca le digo que no 😀
Seguro te gustaría pero en pedacitos porque lo que llena. Lo mejor es poder compartirlo y tomar una cuñita.