Paella y sangría

Teniendo esos días festivos en la pasada Semana Santa, había que aprovechar el buen tiempo para salir de paseo y disfrutar de un almuerzo en condiciones. De eso que me acordaba de haberle mencionado a mi novia sobre un restaurante español en Tsim Sha Tsui que tenía en mi lista de pendientes desde hace tiempo. Con la cantidad de gente que salía de vacaciones, seguro que no tendríamos problemas para asegurarnos la reserva el día antes por la noche, y así fue. La chica que me atendió por teléfono me comentó que el formato del almuerzo era tipo buffet para los aperitivos y luego un plato principal a elegir, así que para ir con calma hice la reserva a eso de las 12.30 del mediodía.

Así que, para allá nos fuimos al día siguiente, y mejor imposible la ruta de guagua que cogimos puesto que la parada está justo en frente de casa y nos dejaba a pocos metros del edificio donde se encuentra el restaurate que es el centro comercial «The One» en pleno Nathan Road; un poco más abajo les dejaré el mapa con la ubicación como referencia.

La mesa nos esperaba, cerquita de la cristalera y con vistas parciales a la zona comercial asomando el skyline de fondo, otro de los atractivos de este restaurante que lo hace ideal para tomar algún cóctel en la terracita que tiene fuera mientras se contemplan las vistas y especialmente de noche.

En lo que nos miramos el menú para elegir el plato principal y luego al de beber; finalmente pedimos una jarrita de sangría y mientras tanto nos acercábamos a la zona del buffet para ir cogiendo un poco de ensalada, embutidos y algunas tapas variadas. La verdad que estaba bastante surtido y en especial nos gustaron una tapa de chorizos junto con una de mejillones con una salsita muy sabrosa y una ensalada templada de pollo con verduritas. En lo que respecta al ambiente del restaurante, se estaba genial porque no había demasiadas mesas y con una ligera música de ambiente.

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Después de dos rondas en el buffet creo que era el momento de dar paso al plato principal y pues como no, tuve que decantarme por la paella y ciertamente hacía bastante que no comía. Y no es que sea un especialista en paellas, pero ya de aspecto me gustó de entrada pero de sabor me gusto aún más, tenía buen puntito y el arroz no estaba ni demasiado seco ni caldoso. Por parte de mi novia, ella se pidió un salmón a la plancha pero coincidió conmigo que la paella había resultado una buena elección.

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No se crean que el almuerzo había acabado aún puesto que aún faltaba una selección de postritos acompañado del café. Un buen punto y final para el almuerzo aunque si que eché de menos que no tuviesen al menos una cremita catalana para ser perfecto, pero en líneas generales quedamos bastante satisfechos con la calidad de la comida y la atención recibida. Quizás para la próxima ocasión lo suyo sea ir de cenita a ver qué tal se portan.

¡Buen fin de semana a todos y que lo disfruten con los cinco sentidos!