Continuando con nuestro segundo día de visita con los templos, elegimos ir al llamado Banteay Srey. Queda a unos casi 40kms de Siem Reap, pero merece la pena desplazarse hasta allí y ver otro estilo de templo.
Este lugar destaca por el detalle de sus grabados, el acabado es increible, además se mantienen bien conservados. Lo que más me gustó fue las distintas tonalidades que tiene la roca, entre amarillos, marrones claros y algún rojizo de las estatuas.
Se creía tradicionalmente que servía como templo funerario, pero era el templo de estado de Rajendravarman II. Algunas partes del templo están algo descuidadas, y quizás por eso, no resulta tan vistoso como otros templos que ya habíamos visitado.
Ta Som
Con Sergio de Dubai «posando» en una de las puertas al interior de una de las zonas del templo.
Neak Pean
Preah Khan
Sin duda, uno de los templos más grandes que visitamos. Gran número de pasillos y salas que recorrer. Obra también de Jayavarman VII después de la victoria sobre el reino de Champa que los invadió en el 1191. En su momento, no sólo tenía las funciones de templo y ciudad sino también como universidad budista.
Detalle de la foto anterior, la construcción de dos plantas situada a la izquierda de la primera fotom aún no se sabe que papel juega en el conjunto del resto del templo, sigue siendo un misterio. Y jugando al escondite en una de las zonas del templo denominada la «Sala de los bailarines»
Después del espectáculo del atardecer, tocaba hacer el camino de vuelta. Nunca antes había visto tanta gente concentrada, haciendo colas para bajar, exagerado.
Sólo nos quedaba «enfrentarnos» por última vez a los vendedores de souvenirs, en una última intentona de conseguir que les compremos algo, algo que puede llegar a ser cansino, pero tomárselo con calma y ponerle buena cara. A veces me gustaría poder contribuir con algo a todos, pero también hay que aprender a decir no… es la otra cara del turismo de Camboya.
Joer… cómo se nota la diferencia de cámara en la foto de Angkor Wat desde la colina lejana.
Muy buenas las fotos, en estos viajes merece la pena llevar la reflex aunque sea un trasto. Las fotos quedan mejor. 😉
No quedo mal la verdad, aunque hay que seguir perfeccionando la técnica, jeje.. y sobre todo fundamental un tripode yaaaa.