Como la conocida película de los hermanos Marx, la tarde-noche del miércoles la pasamos en el hipódromo viendo las carreras de caballos. Había muy buen ambiente, las gradas y palcos estaban llenos con bastante gente aunque fue luego algo más tarde cuando ya se notaba que entraba más gente al recinto.
No nos dio por apostar, así que, nos dedicamos a ver el ambientillo de la gente, el paseillo que se dan los jockeys y caballos antes de saltar a la pista… Merece la pena pasarse un rato, y no sale tan caro como uno se piensa, tan solo unos 10HKD (lo que viene a ser menos de 1€, uno 80 y algo céntimos) para entrar y luego lo de apostar, comer, beber a gusto de cada cual.
Aprovechamos para cenar algo allí mismo que sino luego se nos hacía algo más tarde. Las carreras empezaron a eso de las 19.15h y cada media hora había una, así, entre descanso y descanso nos dimos un paseito por las gradas, sacar unas fotos de rigor y en uno de los descanso pues nos cogimos un kebab de pollo (más bien pincho) acompañado de una cervecita San Miguel (la filipina, ojo)
Como no, inmortalizarnos en el hipódromo y con el fondo de la salida de una de las carreras. A medida que iba pasando una carrera tras otra, la salida iba moviéndose a lo largo de la pista y tuvimos la suerte de que llegara a parar justo casi delante de donde estábamos situados.
Jejeje… sólo nos faltó apostar por algún caballo, le hubiera dado más emoción. Aunque hicimos nuestras predicciones y acertamos una vez tú y otra yo, jugar hubiera estado más divertido.
La próxima vez será.
Qué rico el kebab/pincho!