Primeras impresiones

Después de un viaje largo por delante, por fin había puesto pies en Australia. Aún me parecía mentira que estuviese allí, y parece que está cerca… ni mucho menos, pero más cerca que desde España desde luego. La verdad que es un gran privilegio haber podido darme el salto a este gran continente.

Por delante tenía 8 días para poder conocer los rincones de Sydney y de Cairns. Mi itinerario fue el siguiente:
  • 8-10: Finde en Sydney. El día 10 tempranito poner rumbo tempranito a Cairns.
  • 10-13: Estancia en Cairns -> excursión al rainforest y la Gran Barrera de Coral.
  • 13-16: Vuelta en Sydney -> Descubrir nuevos rincones y repasar de nuevo las calles de la ciudad.
El alojamiento debidamente atado antes de mi llegada, y el resto de cosas irían surgiendo sobre la marcha. Aunque por el alojamiento no suele haber problema, ya que, en los propios aeropuertos o terminales de guaguas, disponen de un directorio con los principales hostales del lugar, permitiéndote llamar de forma gratuita y hacer una reserva nada más llega. Sin duda, muy útil para los que hubieran dejado para última hora.

Para ir abriendo boca, como no podía ser de otra forma, el edificio del Opera House.

Y el Harbour Bridge. Ambos elementos, sin duda un referente en la ciudad de Sydney.

El primer día por Sydney había dado para mucho, recorriéndome la zona llamada «Circular Quay», situada al norte de la estación central de trenes, tan sólo 30 minutos a pie. Pasando previamente por «Darling Harbour» y «The Rocks». Con calma las iré detallando en posteriores posts, no quiero empacharles de una vez, jeje.

Realmente, el centro-centro de la ciudad tiene todo muy a mano y se pueden ir visitando las zonas más interesantes con un agradable paseo.

Tiendas, edificios antiguos, centros comerciales, restaurantes, terrazas al aire libre… Se nota que el ritmo de la ciudad es uno totalmente distinto al que uno se encuentra por Hong Kong. Todo más pausado y especialmente más aún en un fin de semana, que se nota.

Poder disfrutar de la brisa del mar, las vistas y nuevamente, caída la noche, la magia que desprende el Opera House. No me cansaría de contemplarlo desde cualquier ángulo.

El día había sido largo pero muy bien aprovechado, y eso que mi aventura australiana estaba apenas comenzando. ¿Qué me depararían los siguientes días?… Lo irán descubriendo.

Back in HK

Y después del parón debido a mi viaje por tierras australianas, el blog vuelve a su habitual ritmo de publicación. No veas como cuesta ponerse ahora después de unas vacaciones,ufff!!

Ya se imaginarán la cantidad de posts pendientes que tengo de la gente a la que sigo. Me espera un día entretenido aparte de los quehaceres diario del trabajo, aunque se presenta todo bajo control 🙂

En los próximos días les iré contando mi experiencia por Australia. Impresiones: «quiero volver«. Y es que los 8 días que he estado me han dejado muy buen sabor de boca pero con ganas de conocer más y mejor este gran país, y nunca mejor dicho.

Lo dicho, que estoy de vuelta. Un saludo a tod@s!!

Rumbo Austral

Parece que fue el otro día cuando me ponía a reservar el billete y ya ha llegado la fecha cuando pondré rumbo a Australia. Y menudo viaje por delante… Para aquellos que se pensaran que estando en Asia, Australia queda cerca, estaba equivocados.

Esos dos puntos azules que unen la trayectoria Macao-Sydney serán nada más y nada menos que más de 9 horas de avión, más del doble de lo normal en algunos de los viajes más largos que he hecho hasta ahora, como es el caso de Japón, Malasia o Singapur.

Saldré hoy viernes a las 10.30 de la noche y vendré llegando a Sydney a eso de las 11.15 de la mañana del día siguiente. A ver que tal se da el viaje y puedo dormir bien, que lo necesitaré para estar en forma y empezar a recorrerme las calles de Sydney.

Uyyyy, que ganas!! Ya les contaré qué tal se da este viaje, porque ilusión y ganas no me faltan.

Tendré el blog algo descuidado en lo que esté fuera, no obstante intentaré subir alguna fotito y comentar mis impresiones sobre el país en cuando tenga un momento.

¡¡Nos vemos a la vuelta, un saludo a todos!!

¡Toma mamón!

Que nadie se sienta ofendido que ni mucho menos va con intenciones de insultar. Imaginad la cara que se me quedó cuando veo en una tienda de pasteles del aeropuerto uno con el nombre de «Fluffy Mamon».

Y claro, no se me ocurre otra cosa que preguntarle a la dependienta: What is a mamon?… Luego pensándolo para mis adentros, que pregunta más estúpida, no? pero no me podía quedar con la inquietud dentro, jeje 🙂

¿El misterio? Pues se trataba de una especie de bizcocho bastante esponjosito y con queso rayado por encima, una curiosa combinación. Y para acompañarlo, elegí un Milo (by Nestle), o lo que viene a ser como el equivalente al Cola-Cao por estas tierras. Ayyy, como se echa de menos 🙁