Seguro que a muchos de ustedes nada más ver este mural les entra algo de nostalgia, ¿verdad? En efecto, se tratan de algunos personajes presentes en los videojuegos tan famosos de finales de los años 70, la era de los 8-bits.
Ha sido a través de ellos cómo se ha inspirado el artista francés «Invader» para hacer llegar su arte en forma de píxeles en muchos puntos del globo.
En el recinto PMQ desde el día 2 y hasta el próximo domingo 17 hay una exposición en la que podremos ver recogidas muestras de algunas de sus obras y contando un poco sus inicios.
Para acceder tenemos que irnos hasta el bloque A del edificio y en la 2ª planta pero previamente haber echo la conexión a través de la terraza que se encuentra en la cuarta planta. Al ser la primera vez que estábamos allí nos resultó un poco lioso, pero así ya lo sabemos para la próxima 🙂
De esta forma nos recibía nada más entrar a la sala, y como bien dice el título, es toda una explosión para los sentidos. Colores vibrantes y formas que podremos reconocer fácilmente, para los más veteranos claro.
No podíamos olvidarnos de uno de nuestros alienígenas favoritos, los famosos invasores de ese videojuego que hizo las delicias de muchos tanto en las recreativas como posteriormente en las consolas de casa. Que levante la mano quién no haya jugado…
Parece mentira que en la ciudad haya más de 20 ubicaciones donde el artista ha dejado su sello, y aunque algunas de ellas fueron quitadas por mano del gobierno (esto hizo que su popularidad aumentase más aún) aún hay muchas por distintos puntos de la ciudad. Desde Sheung Wan hasta Causeway Bay e incluso llegando hasta Tai Tam (sur-este de la isla de HK).
Este es uno de mis favoritos y también curiosamente una de las figuras que he podido ver más de cerca. El que aparece en la foto es el HK Phoey situado en Happy Valley, pero también hay otro en la calle Argyle en Mongkok el cuál he tenido ocasión de verlo en varias veces de camino a la estación de tren.
La gente hace fila para poder conseguir una pegatina de las máquinas expendedoras puestas para la ocasión. Por tan sólo 5 HK$ podremos hacernos con alguno de sus diseños y lucirlo donde más nos guste.
¿Cúal de las siguientes les gusta más?
En la exposición también estaban presentes dos motos, una perteneciente al artista y llena de pegatinas con sus diseños, la otra a modo de homenaje a otro artista local «King of Kowloon» el cual dejaba su sello con la caligrafía a modo de graffiti.
Mientras tanto el artista prefiere seguir en el anonimato, y qué mejor forma que con los píxeles. ¿Seguirá difundiendo más su obra dentro de la ciudad? o quizás tenga en mente dejar su sello en más ciudades alrededor del planeta. De una forma u otra, ya ha conseguido hacerse un nombre y crear sensación con sus simpáticas obras.
Seguro que a partir de ahora estarán más pendientes de encontrar algunas de estas obras pixeladas. Otro motivo más para visitar Hong Kong.