Mi compañero de fiesta fue Singapur, bueno Miguel, pero ya que como nos conocemos más por los nombres de nuestros destinos, en fin… Pues al final fuimos nosotros dos y muy bien que lo pasamos, disfrutando de la música y el ambiente. Aunque la noche del sábado tenía el aliciente de contar en su cabina a uno de los grandes del House, el sitio invita a repetir en más ocasiones, verdad que sí.