Si hay una cosa que tenga Hong Kong, son tiendas, y no de cualquier tipo. Acostumbrado a ver en ciudades como Madrid, una tienda de Armani, otra de Gucci… digamos que están contadas y bien localizadas, en cambio aquí, no sólo hay varias tiendas de las mejores marcas de lujo que uno se pueda imaginar, sino que cada una, es bestialmente grande.
Localizadas en la isla de Hong Kong, en la zona de Central, marcas como: Louis Vuitton, Gucci, Prada, Armani, Ralph Lauren… y así podría estar enumerando más y más marcas. Luego también nos las podemos encontrar en los centros comerciales como el IFC, situado al lado de los muelles centrales de la isla, centro financiero, de compras y también de ocio como no.
Todo transcurre en un grupo de calles en el distrito de Central, rodeadas por las torres de los principales bancos, ahí asoma la torre del Banco de China, con lo que no hay que desplazarse mucho. Y otra de las ventajas, todos los edificios cercanos, se encuentran unidos por varios puentes que interconectan los edificios unos con otros, de lo más conveniente para estar fresquito en un caluroso día de compras.
Una de las últimas tiendas que se han abierto recientemente, la tienda de Diesel. Decir que el exterior está bastante currado, por lo menos a mi me gusta, en la línea de las tiendas cercanas, moderno y a la vez sencillo.
Sin duda, ahora es buen momento para aprovechar algunos de los descuentos que nos ofrecen las tiendas, y más si son en ciertas marcas de lujo. Ya podremos permitirnos algún que otro caprichito que ahora será algo más accesible 🙂
Si te compras algo nos lo cuentas, que de esas marcas seguro que es vistoso y digno de presunción(con lo que cuestan, ¡qué menos!) 😛
Y las tubo-camisetas del post siguiente me han encantado, ¡qué originalidad!… Aparte de ser un concepto muy práctico. Me la apunto por si algún día voy a Tokyo.
Hasta otra!
Si encuentro algo que me guste y no sea excesivamente caro, igual me doy algun lujo; aunque añadir que las modas no las sigo, si veo algo, me gusta, lo puedo comprar, pa´lante… soy clásico digamos, jaja.