Si nos preguntamos: ¿qué nos hace falta para montar un negocio? Yo diría que tener algo de creatividad, junto con un producto que nos diferencie del resto y con buena ubicación. Esta última condición puede que sea la más complicada de las tres en una ciudad como esta y es que el precio del suelo es algo muy preciado, más aún en el centro, centro.
Aquí tenemos un ejemplo que requiere de poco espacio y además es móvil. Situado en la intersección de las calles Daguilar y Welligton en pleno distrito Central, es el sitio perfecto para captar las miradas y a los clientes. Sólo basta que pasemos por allí en plena hora punta del almuerzo. ¿Y qué venden? Pues básicamente son postres para llevar del tipo con arroz glutinoso y de distintas formas. Alcanzo a ver una caja de papayas pero creo que sea más bien para aprovechar en el transporte. Todo está debidamente organizado y empaquetado: elegir, pagar y llevar.
Seguro que muchos después de haber almorzado por la zona, pasan por este puesto y coger algo para el postre o sino guardarlo para media tarde. Una vez ha pasado el pico de actividad, todo vuelve a la calma y es momento de mover el puesto, la tarde continúa y así hasta el día siguiente que lo veamos por la mañana donde siempre, no falla.
Inversión mínima si señor! XD
abrazo!
Cómo es por Japón? porque la verdad no me di cuenta si había muchos puestos de este estilo. Comenta don chiqui.
Saludos.
¡Buena foto Javier!
La vida de la calle, una de tus debilidades, jeje. Gracias 😉