Tarde noche de un viernes y el fin de semana que comienza a coger forma. Mi novia y yo habíamos decidido ir a ver la última entrega de Misión Imposible, y teniendo tiempo de sobra para dar una vuelta por los alrededores de la estación de Mongkok Este después de salir del trabajo. Como la película no empezaba hasta las nueve y media podíamos cenar tranquilamente sin prisas pero ya se pueden imaginar cuando es la hora pico la mayoría de restaurantes están bastante llenos y eso implica que tengas que hacer cola para conseguir mesa. Siempre hay sitios más populares que otros, así que el café que teníamos en mente para ese día tuvimos que descartarlo y cambiar a cena japonesa.
Anteriormente habíamos estado en Sen-ryo pero esta vez le dimos la oportunidad a otro restaurante, en la misma planta, que lleva abierto más bien poco y lo mejor de todo es que la cola no era tan larga o al menos tuvimos suerte antes de que empezase a llegar más gente. En lo que estábamos en la cola fuimos aprovechando para darle un vistazo al menú y así tener una idea de los platos.
Finalmente la espera no fue tan larga, diría que de unos 15 minutos. Nos llevaron hasta la mesa y lo primero que pasó por mi mente, me apetece pedir una cerveza, y es que había visto unos carteles en las paredes sobre una marca de Okinawa que me llamó poderosamente la atención. Así que dicho y hecho, una caña para mi y mi novia pidió un smoothie de frambuesa. La cerveza de gusto muy suavecito, nada fuerte y que vino muy bien para asentar el estómago.
La elección de platos fue bastante rápida aunque nos reservamos para luego en caso de que las raciones no fuesen muy grandes pero la verdad que los platos que pedimos estaban bien servidos, así que nada que objetar 🙂 Por un lado un plato de sashimi variado y por el otro una ternera salteada con un toque de wasabi (la carne estaba un poco escondida con las verduritas).
A continuación vendría un okonomiyaki con fideos dentro, y un plato que si dio para bastante. Entre dos personas se come bien pero incluso para compartir entre cuatro y añadiendo algunos platos más, viene genial. Diría que es el plato que más nos gustó, aunque ojo, que la carne y el sashimi anteriores también estaban gustosos, pero sin duda el okonomiyaki me ganó el paladar, jeje.
Como lleva poco tiempo abierto, aún no hay demasiadas recomendaciones en Foursquare. Yo aproveché para dejar mi recomendación del okonomiyaki. Otra de las cosas que me apuntaré para la próxima será la tortilla con queso, una mesa cerca nuestro la pidió y tenía muy buena pinta. Una cena japonesa siempre entra bien, ¿no les parece?
Antes de despedirme por esta vez, les dejo el enlace del restaurante en cuestión: Royal Grill Ginji. Seguro que después de esta primera buena experiencia, volveremos a repetir en otra ocasión si estamos por los alrededores y siempre y cuando la cola no sea demasiado larga.
¡Buen fin de semana a todos! veremos lo que sigue dando de sí el recién estrenado mes de Agosto.
Ahora mismo me iba yo para Japón (concretamente Sapporo), a comer uno de sus ramen.
O a Kyoto para un tonkatsu….
¡Qué hambre! 😀