Pasando por una panadería de barrio, los ojos permanecen atentos al escaparate. Con lo que me gusta lo dulce, es algo inevitable. Seguro que les habrá pasado a más de alguno ¿verdad? Uno se queda con esa sensación después de almorzar, o bien a media mañana o por la tarde.
Entre mis favoritos están las «tartas de huevo» o el «boluo bao» con crema. Hay bastante variedad y algunas un tanto peculiares. A veces se echa de menos algo como una palmera de chocolate o una pachanga.
Si vas a desayunar a un hotel y te ves semejante muestra antes tus ojos, uno no es capaz de resistirse. Unas de mis debilidades es que me gusta lo dulce. No es que abuse de ello pero si reconozco que tiene un efecto imán en mi. Para desayunar siempre viene bien empezar el día con un cafecito acompañado de…
Cargando las pilas para afrontar mejor el día.
De cuando estuvimos de vacaciones en Italia este pasado verano. Disfrutar de un buen gelato, no hay nada mejor.
Este sin duda fue uno de los postres «más dulces» del pasado 2016 puesto que fue el mismo día que hice la maratón de Tokio. Después de dar buena cuenta de una cenita de sushi, muj mujer había aprovechado para sorprenderme con este dulcito que compartimos.
¿Qué me dicen ustedes? ¿Son golosos? ¿Dejan hueco para el postre? Espero sus comentarios. ¡Buen fin de semana a todos! Cerrando el mes de Febrero.
Me estoy quitando, pero de vez en cuando me doy alguna alegría 😀
Es que sino nos damos alegrías, jeje. Luego lo compenso con el deporte, aunque como decía antes intento no abusar que a la larga no es bueno.