¿Qué es lo que menos nos gusta de los viajes? creo que coincidirán conmigo que ese momento es cuando nos toca poner rumbo al aeropuerto. Después de haber pasado unos días de relax, turismo, buena comida y compañía; nos espera un avión que nos devolverá a casa en pocas horas.
Estas fotos son de nuestro regreso tras pasar un fin de semana largo en Tokio. En lo que era mi segunda visita al país y habernos podido encontrar con buenos amigos como Alberto y también tener el placer de desvirtualizar a gente como Chiqui, Guille, Xavi y Oskar. Lástima no habernos quedado aunque sea un poco más y fuera con prisas, pero quien sabe, igual más adelante toca otra visita y podemos disfrutar de su compañía de nuevo.
Si a la ida decidimos coger el Narita Express, a la vuelta y viendo las combinaciones, optamos por la opción metro que sin duda es más económica aunque íbamos a tardar un poco más de tiempo, pero no estábamos ajustados, al contrario, teníamos tiempo de sobra y así poder dar una vuelta por el aeropuerto para curiosear un poco. El tren no tardaría en llegar, y sabiendo lo puntual que es el servicio aquí 🙂
Un recorrido muy ameno, primero bajo tierra hasta que el tren salió a la superficie y se alejaba del centro de la ciudad. Las casitas empezaban a escasear y ante nosotros sólo campo y árboles.
Una vez llegados al aeropuerto, momento de ubicar nuestro mostrador de facturación y olvidarnos de las maletas, ya con nuestra tarjeta de embarque y sólo a la espera del momento de subirnos al avión. Un paso menos y con un par de horas por delante, ahora toca: momento tienda.
Y no es que no hubiésemos comprados algunos regalitos, pero ya se sabe que no viene mal echar un ojo por si acaso vemos algo interesante. Al final siempre acaba picando uno, ¿no les parece? Bien sea un poco de té verde, algunos abanicos o algo de Kit Kat, porque no, sobre todo las cosas de comer siempre son bien recibidas.
Y porque todo no va a ser compras y más compras, algo que siempre relaja, es poder salir a ver los aviones que entran y salen
Algunos pasajeros ya rondan las cercanías de la puerta de embarque. Creo que en breve empezarán a llamar, pero nadie quiere abandonar su sitio. Seguro que muchos no les importaría quedarse por Tokio unos días más, ¿verdad? mientras tanto matar el tiempo entretenidos leyendo alguna revista o jugando a algún videojuego.
Ahora dejo la pregunta en el aire: ¿son de comprar cosas a última hora en el aeropuerto o ya van con todas las compras hechas para familia, amigos, compañeros de trabajo? A mi por lo general me gusta ir con tiempo por si surgiese algún imprevisto y pasear con calmita. Lo de comprar es secundario, pero quien sabe, igual en esa ocasión hay algo que me llame la atención y siento la necesidad de llevármelo de vuelta.
Yo suelo comprar recuerdos con antelación. No me gusta pasar el tiempo en un aeropuerto, prefiero llegar con el tiempo justo para facturar, pasar los controles, inmigración y embarcar. Alguna vez he llegado algo justo, eso sí.
Y alguna vez no has llegado XD
Me suena, jaja
Hahaha, sí aquella nochebuena 2007 en Singapur xDDDD
Comprar las cosas en los mercadillos de la ciudad es lo mejor, aunque para un apuro, algún recuerdito de última hora nos salva. Menos mal que el precio no es demasiado desorbitado.
Prefieron esperar antes que llegar pillado, pero alguna situación límite si he tenido.
jeje fue un placer conocerte! Pero eso sí soy Chiqui….Guille es el Lorco 😉
Arreglado. Me despisté con los nombres, jeje 😛
Pues yo soy de llegar con tiempo al aeropuerto pero porque lo paso fatal si voy con prisas. De hecho en las escalas ajustadas me pongo de los nervios.
Luego como mucho desayuno/meriendo y me compro alguna revista para el avión. Pero la verdad que no soy muy de comprar souvenirs ni en el aeropuerto ni durante los viajes..
Entonces eres de los míos. Aunque vaya que uno llegue con tiempo para que luego el avión se retrase y entonces tengamos que esperar más de la cuenta, pero al menos ya estamos en el aeropuerto.
Algo del duty free si que ha caido alguna vez, y algunos chocolates o frutos secos para el viaje. De vez en cuando alguna revista, de coches, viajar o informática pero que luego una vez en el avión que si las pelis y demás, se me pasa.
He comprado más cosas de las que me gustaría reconocer en el aeropuerto, hahaha! Pero sobretodo suelo comprar revistas o libros para el viaje (si es que no llevaba ya suficientes).
Por cierto, cuando termina un viaje siempre quieres que dure más, pero la sensación es ambivalente, porque el hecho de regresar a casa también tiene lo suyo (las ganas de contarlo, ver fotos, vídeos, etc.). Y también es cuando surge esa sensación de: «qué bien lo hemos pasado». La que te hace repetir luego 🙂
Siempre hay algún cacharrito que te llama la atención verdad? jeje.
Es una mezcla entre ganas de volver y no. Lo bueno es poder repetir el destino y volver con mas experiencias y recuerdos.
Confundido con EL CHIQUI!!!
Con lo algo y guapo que soy yo y lo bajito y #ZXX que es EL.
Si no fuera porque me hizo ilusión ponerte voz y tacto no te lo perdono 🙂
Grandioso conoceros!
«Lapsus mentis» como solía decir el profesor de lengua del colegio 😀
No volverá a pasar, jeje
Yo suelo comprar todo durante el viaje y con tiempo, pero en el aeropuerto siempre merodeo por si veo algo interesante para mi… por ejemplo me hubiese comprado los botes de te de las fotos y por supuesto un par de kit kat.
Nosotros si que arrancamos con algunos kit-kat y algunas cositas dulces más. Nos fuimos bien surtidos 😀
Las 2 ultimas fotos espectaculares!!! saludos!
Gracias compañero! los aeropuertos son un buen sitio para experimentar 🙂