Menú japonés

Parece que la zona va modernizándose poco a poco y donde antes sólo habían restaurantes locales, empiezan a haber más variedad. Una de las más recientes incorporaciones gastronómicas es restaurante japonés Umai que se encuentra situado en los bajos de un nuevo edificio comercial llamado.

Unos pocos meses debe llevar, fue mi novia fue que hace poco lo descubrió con unas compañeras y me dijo de ir un día los dos juntos. Una escapadita hasta Lai Chi Kok para cambiar el ambiente de mi zona habitual no viene mal.

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El lugar estaba bastante bien decorado y también con música de ambiente apropiada. Al entrar, todos los camareros al unísono daban la bienvenida en lo que te guiaban hasta la mesa. Una primera impresión fue como de transportarme inmediatamente hasta Japón y olvidarme por unos instantes de donde me encontraba. ¿Les ha pasado eso alguna vez?

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Del menú hay para elegir platos de ramen, tempura, ternera a la plancha o cerdo; además de, sushi y sashimi, y curry si no me falla la memoria. Creo que por la tarde-noche tengan una carta algo más más completa aunque la franja fuerte del día es por la mañana con la actividad laboral puesto que luego la zona se queda desierta.

Nos pedimos el menú de ternera para ella y para mi el filete de cerdo empanado. Ambos acompañados de buena sopita miso, un platito de aperitivo, arroz y la tacita más pequeña con una especie de quiche. .Unos platos bien completos que no dan lugar a que uno se quede con ganitas de comer, se los puedo asegurar.

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Anteriormente habíamos probado otro japonés en la zona, pero este le gana de calle. Es un poquito más caro que los estándares de los alrededores, pero no viene mal para ir de vez en cuando. Eso si, si queremos ir en grupo de cuatro digamos, es mejor reservar la mesa porque la hora del almuerzo es bastante ajetreada o sino esperar a un poquito más tarde cuando pase la hora punta. El negocio está asegurado y disfrutar de un sitio agradable con buena comida para desconectar de la oficina.

Café en LCK

Uno de los problemas principales de trabajar en una zona eminentemente de carácter industrial como es Lai Chi Kok es la ausencia de variedad en los restaurantes; es algo de lo que se queja mi novia, puesto que a veces termina yendo a los mismo sitios que son contados. Sin embargo, es agradable comprobar que hay más sitios de los que uno pueda creer y es que como comenté en su momento, hay que mirar un poco más arriba puesto que no todos los restaurantes están a nivel de calle.

Así que, en uno de los edificios en la carretera de Cheung Sha Wan nos encontramos con un sitio de lo más coqueto y con poco más de 10 mesas pero en el que uno de entradas se siente muy cómodo. El sitio elegido para almorzar este pasado lunes con motivo del cumpleaños de mi novia que era ese mismo día. La idea inicial de ir a comer dim sum resultó imposible puesto que el otro restaurante estaba a tope, y es que muchas comidas de empresa post Año Nuevo Chino. Casi mejor, puesto que aún no había venido a este sitio y ella me había hablado bastante bien.

El menú del almuerzo compuesto por una ensaladita, una sopa del día y luego el plato principal, además de incluir café o té y la opción de postre. Entre los platos principales había pasta/pizza, pescado o carne. Y mientras tanto un poquito de pan con mantequilla para hacer tiempo.

Lo siguiente sería la sopa del día que en este caso era tipo crema, diría que de papas.

Ya con los platos principales, mi novia se decantó por la opción pasta linguinis a la marinera y yo por una pizza con verduritas, poco habitual en mi puesto que soy más de carne pero siempre viene para variar. Igual resultó inicialmente un poco pequeña, pero uno se queda bastante bien. De igual forma con la pasta.

El lugar se llama «G Gallery» y para más señas dejo adjunto el mapa con la ubicación del lugar.

Orgánico

Fin de semana a la vuelta de la esquina y terminando la semana de forma muy ligerita, y además sana. ¡Será por restaurantes! en la zona de Fanling, no sólo los ya conocidos que son unos poquitos sino también los que vayamos descubriendo con el tiempo. Evidentemente, la oferta es algo más reducida cuando nos salimos de la comida china-cantonesa en general, pero hay opciones interesantes. Hoy hablo de uno de ellos, el cual también cultiva sus propios ingredientes, en el caso de productos de la tierra.

El concepto detrás de IPC Food Lab es que trabajan con agricultores de la zona, usando productos orgánicos y que luego utilizan a la hora de cocinar en el restaurante, venderlos al público en una tiendita adjunta que tienes o también hacerlos llegar a otros establecimientos.

Situado en una zona eminentemente industrial donde abundan algunos talleres de coches y naves para almacenaje, quizás es un sitio en el que no pensaríamos encontrar un restaurante así. En parte está bien porque tienen de mayor espacio y ocupan un edificio completo; por lo visto en la parte alta donde está la azotea tienen un pequeño huertito y todo. Y como pueden ver, si el tiempo acompaña pueden disfrutar del almuerzo con los rayos del sol.

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En su interior unas cuantas mesas, abundancia de la madera como elemento principal decorativo y un ambiente bastante relajado. Optamos por pedir el menú de almuerzo que incluye bebida más plato principal (108 HK$) y de forma opcional por un poquito más de dinero (+30 HK$), ensalada o sopa. Para empezar con un juguito de la casa y una ensalada aderezada con un poco de una vinagreta balsámica muy buena. Total que el almuerzo nos sale por un equivalente a 14 euros todo incluido, que a la vista es un precio elevado comparado con otros restaurantes pero hay que tener en cuenta todo el proceso que hay por detrás. El sabor de la ensalada y el juguito marcan la diferencia, sin duda.

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Entre los platos principales, la cosa estaba entre algunas variantes de risotto bien con marisco o champiñones, pasta y unas verduras a la plancha. Yo me decanté por el risotto con champiñones; estaba bastante bueno, en su punto. No se dejen engañar por la foto, que aunque parezca una ración pequeña, me quedé satisfecho después de haberme comido la ensalada.

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Conclusión: se puede repetir en el futuro y quizás probar su menú de merienda o bien una cena. La pega es que los platos a la carta son un poco más costosos pero por lo que pudimos ver en una mesa cercana, las porciones están bastante bien servidas. De momento nos lo anotamos en la lista y sabemos que tenemos una opción no sólo para nosotros si nos apeteciese algo distinto sino también alguna visita que tengamos por la zona y querramos sorprender con algo de la tierra.

Tiempo de ramen

Tiempo para rescatar una entrada que debiera haber escrito hace tiempo, pero como dice el dicho más vale tarde que nunca. Hace ya un año que la galería comercial que hay conectando varios edificios en la zona de mi oficina, Admiralty, sufrió una transformación y dio lugar a la apertura de nuevas tiendas y claro, algunos restaurantes también. Entre los cuales tenemos de comida china, japonesa y algunos más de estilo occidental con panaderóa de elaboración propia.

Tal y como va avanzando el tiempo sobre estas fechas en el que las temperaturas van siendo al más frescas (según el día), pues va apeteciendo tomar platos calentitos. Nada mejor que un buen tazón de ramen y en el restaurante que nos ocupa justo debajo de la oficina: Hakata Ippudo. El menú es sencillo, ya que básicamente tiene cuatro tipos de sopa y luego con distintos ingredientes, a parte también tienen algunos aperitivos como dumplings que vienen bien para compartir si vamos con alguien más, o si uno va solo que fue mi caso de aquel día.

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Un ambiente tranquilo después que hubiese pasado la hora punta. Con mesitas en los laterales y una zona tipo barra para cuando uno va de forma individual.

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Aquí mi ramen y junto con unos dumplings en sopa que también pedí.

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Pedí el de sopa miso que es uno de los más básicos y además viene acompañado con algo de millo, algas y trocitos de carne de cerdo. Es un plato bastante calórico, porque la sopa tiene cuerpo, pero sienta la mar de bien 🙂

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No dudo que un buen tazón de ramen caerá de vez en cuando, bañeras que le gusta a Lorco llamarlas, jeje, y donde el reside si que es el sitio mejor para comer en la época otoñal en la que estamos metidos. Seguro que muchos de ustedes ya probaron estos fideos, y si no lo han hecho, no dejen de pasar la ocasión; otra delicia más de la gastronomía no sólo japonesa, sino asiática.