Visita a Shanghai (II)

Templo del Buda de Jade

Continuando con mi estancia en Shanghai, al día siguiente nos dirigimos a visitar el templo del Buda de jade, a tan sólo unos minutos caminando de donde nos estábamos quedando. Y con eso de las celebraciones del nuevo año chino, se podrán imaginar como estaría el templo. Por fuera ya se veía algo de gente pero por dentro… a continuación mostraré una fotito.

Una cosa que no termino de entender… la entrada eran 20 RMB y luego una vez dentro tenías que pagar otros 10 RMB si querías pasar a la sala donde estaba el buda de jade. En fin, haciendo cuentas y si se pagan 30 RMB de entrada. A veces estos chinos hacen las cosas más difíciles de lo que son, jeje.

Y pues la gente por todos lados, comprando incienso, tirando monedas, rezando… Respecto lo de las monedas, la gente las tiraba dentro de unos recipientes metálicos (se ven en la foto) y hasta que no acertaban, sin parar de intentarlo. Lo curioso fue, que algunas monedas alguna gente es dio por ponerlas de una forma un tanto curiosa… eso si es equilibrio, jeje 🙂

Jardín de Yuyuan

Después de salir del templo, nos dirigimos al Jardín de Yuyuan. Fue diseñado durante la Dinastía Ming, entre los años 1559 y 1577. Un funcionario, de nombre Pan Yunduan, decidió construirlo a imagen y semejanza de los jardines imperiales. El funcionario quería que sus padres, que no podían trasladarse a la capital ya que eran demasiado mayores para viajar, pudieran ver que aspecto tenía un jardín de este estilo. Por eso le dio el nombre de Jardín Yuyuan (Yu significa salud y tranquilidad).


Cerca de la zona del Bund y rodeado de un entramado de callecitas con tiendas de souvenirs, restaurantes… la
gente te llevaba sin tener que caminar casi, increíble la cantidad de gente que había, aunque menos mal que los jardines no se notaba tanto.

Dentro de los jardines, cantidad de rincones donde perderte y tomar fotos sin parar. Aprovechando, nos sacamos una foto Alberto, Ana y yo.


No sólo quedaba nieve en los tejados sino que entre algunas de las plantas del jardín. En esta foto se puede apreciar, casi que parece como un granizado, jeje. Todo super bonito y super cuidado. Se me iban los ojos sacando fotos por aquí y por allá.

Bueno y para que no se diga, algun fotito en la que también salga yo, que sino me lio a sacar fotos de los paisajes y bueno. El abrigo que compré en su momento en Pekín me vino bastante bien para aguantar el frío, a falta de tener guantes pero quizás para una próxima ocasión.

Tras salir de ver los jardines que nos llevo como 1 horita y media, por la zona donde estaban las tiendas concentradas estaba el Puente de los 9 zig-zags y con ocasión del Nuevo Año Chino, estaba decorado con dragones en la parte alta, además de en el estanque sobre el que cruzaba, habían figuras representando los distintos animales del horóscopo chino. Y pues más gente todavía, un poco agobio, pero en fin, ya se sabe como es la gente en China, todo es acostumbrarse.

Terminada la visita por los jardines, nos dirigimos para quedar con la gente de la oficina para almorzar con ellos. Eran eso de las 2 de la tarde, y para coger un taxi.. un poco misión imposible aunque finalmente encontramos uno. Y a modo de curiosidad, de camino a coger el taxi saliendo del mercadillo de Yuyuan, nos encontramos con semejante puesto de peluches en medio de la calle con todos los peluches por la acera. A saber donde meterán luego tantos…

Ya luego por la tarde, una vez recuperado fuerzas con el almuerzo, nos dirigimos a la zona del Bund para ver los rascacielos desde más cerca y más concretamente a la Perla.


El Bund

A la llegada a la zona, que serían como las 16.30, empezaba ya un poco el atardecer. El día había estado bastante despejado por la mañana aunque luego por la tarde, pues las vistas desde lo alto de la Perla, no eran todo lo buenas que nos hubiese gustado, pero bueno, que más se puede pedir.

Se podía subir hasta en 3 niveles, nosotros optamos por quedarnos en el segundo nivel (la entrada 100 RMB) y pues para subir un poco más y tener que pagar 150 RMB, pues creímos que no valía mucho la pena. Aquí debajo unas fotos de la Perla, antes de subir y después de bajar.

Incluso dentro del edificio había una pequeña montaña rusa, además de una exposición sobre el espacio, realmente curioso.

Visita a Shanghai (I)

Pues comentaba en el post anterior, aprovechando que en la oficina teníamos 2 días festivos por la celebración del nuevo año chino, he hecho una visita a Shanghai desde el jueves 7 al domingo 10. No es que me temiera lo peor, pero tal y como estaba el tiempo las semanas anteriores, pues nunca se sabe, pero la verdad que el tiempo estuvo bastante bien, con algo de frio (normal…) pero según me comentó la gente por allá.

Como se puede ver en la foto, la nieve caída en días anteriores en algunos sitios se acumulaba (aunque ya un poco sucia, digamos..) y sobre todo viendo los tejados de algunas casas que conservaba un bonito color blanco.
El mismo jueves nada más llegar, fui a encontrarme por la zona del Bund (Wai Tan) con mi compañero Alberto, informático de Ho Chi Minh y su compañera Ana, la periodista que habían llegado el día antes a la ciudad.
La zona del Bund se encuentra al lado del río Huang Pu y en la orilla opuesta a donde nos encontrábamos están cantidad de rascacielos, entre ellos la famosa Perla (en la foto en la parte de la izquierda). Ni que decir que del frío al lado del río y sacando las fotos, tenía los dedos tiesos, suerte que Ana me dejó unos guantes de sobra, que sino, me quedo sin dedos.

Y pues a lo largo del río se paseaban distintos barquitos llevando turistas, curioso uno de los barquitos que vi, como si fuera tipo galéón. También había otros (aunque no tengo en foto) que iban con paneles de publicidad, bastante llamativos la verdad.

Pues continuando la tarde, pasamos por la zona de Nanjing Road, una calle comercial donde están bastantes tiendas, centros comerciales, restaurantes… Es en esta misma calle pero más hacia al oeste donde también se encuentra la Oficina Comercial de Shanghai.
Tambien coincidió que se encontraban los becarios de Seúl por la ciudad y fuimos a dar con ellos para tomar algo, y luego ya después de cenar darnos una vueltita. Nos pasamos por la discoteca Attica, que no estaba muy animada al principio pero luego se creó muy buen ambiente, con música negra. Yo me lo pasé muy bien.

Navidades Tailandesas

Aunque ya se que es algo tard, pero siempre se está a tiempo 🙂 actualizando el blog para comentar como pasamos las navidades, algo distintas a como sería en España, pero una experiencia distinta. Como resulta que el día 24 era festivo en la oficina, pues aprovechamos y nos dimos una escapadita a Tailandia. Nos quedamos esos días en Bangkok, aunque hubo un día que fuimos a Pattaya para ver algo de la costa más que sea, ya que, como fue algo precipitado no pudimos ir a Phuket o Krabi (más al sur) cogiendo algún vuelo interno. Quizás para la próxima, con algo más de calma y podamos ver nuevos sitios, seguro.

Aprovechando que me había comprado una cámara nueva, pues que mejor sitio que seguir usándola por Tailandia. Al día siguiente de llegar, una vueltita para ver algunos templos de la ciudad. Las vistas desde la habitación del hotel muy buenas como se aprecia en la foto, aunque día estaba un poco gris pero no veas el calor que hacía.. ufff

Después de salir a la calle y encontrarme con un hombre muy amable que me indicó qué sitios podía ir a visitar, me dispuse a montar en un tuc-tuc y moverme mejor por la ciudad.

La primera parada fue el templo del Lucky Buda. Siguiendo las recomendaciones del señor que me había encontrado antes me dirigí a dicho templo, aprovechando que era domingo y por lo visto sólo lo abren al público una vez al mes, y justo coincidió ese día.

Continuando con mi visita, la siguiente parada fue el Marble Temple (templo de marmol blanco), con cantidad de estatuas de distintos budas en su interior, encontrados en distintas partes de Tailandia y en distintas posiciones: meditación, advertencia… parece que finalmente no saqué ninguna foto de ellos :/

Dentro del Grand Palace, que también se encuentra este palacio (en la foto de la derecha). Los pantalones con los que salgo en la foto no son míos.. el motivo: pues no te dejaban pasar a dentro de parte de los templos con pantalones cortos y a las chicas si llevaban falda, por lo que, podías alquilar unos pagando una fianza que luego te devolvían al salir. Además, con el calor que hacía ese día, ya ni les cuento.

Una vista de la ciudad desde lo alto de Golden Mountain, la última de mis paradas por ese día, ya que el día había dado bastante de sí. Entre una cosa y otra, ni tiempo para comer pero si estar bien hidratado ya que el calor que hacía lo requería.

Curiosamente a la vuelta hacia el hotel me encontré a otro hombre con su tuc-tuc, que me ofreció a llevarme a una parte más tranquila de la ciudad con no tantos turistas. Al lado del río, con un pequeño templo donde la gente hace ofrendas de peces al buda y con vistas a uno de los puentes de la ciudad. La verdad que valió la pena.

Y pues el día de Navidad lo pasamos cenando en el restaurante del hotel. Mi cena: un padtai, plato típico tailandés, nada que ver con un pavo o el salmón ahumado que hay por estas fechas 🙂 pero muy bueno.

Al día siguiente fuimos a Pattaya, al sur de Bangkok a unas 2 horas en guagua, aunque finalmente tardamos más de lo esperado y tan sólo estuvimos unas horas. La playa algo pequeñita, pero más que sea para darse unos baños.

Y bueno, al día siguiente un poco de visita a algún que otro centro comercial y comprar algunos detallitos para la familia (que por cierto no he mandado :/). Esperemos que para la próxima pueda ir más al sur y ver las playas «de verdad» de Tailandia.

Por Pekín

Finalmente, aquí estoy de nuevo para comentar algunas cosillas sobre Pekín, más bien serían unas cuantas por todos los sitios que visitamos y demás, pero haré un resumen.

Pues que decir de la ciudad… algo totalmente distinto a lo que es Hong Kong, no sólo por su gente, sino por el ambiente, las calles… Y de tamaño, pues es enorme. Uno se queda impresionado con el tamaño de las calles, que parecen interminables. Los coches, las bicis, transporte público… en fin, una jungla, pero tiene su encanto. En la foto de la derecha, uno de los muchos centros comerciales que hay en la ciudad, donde se puede encontrar de todo (cosas fake, por supuesto). Te puedes hinchar con ropa, zapatos, bolsos, relojes… y bueno, lo peor de todo el regateo pero uno termina acostumbrándose un poco, aunque algo pesad@s algun@s. Este de aquí, es el Yashow que nos quedaba muy cerca de donde nos estábamos quedando. También visitamos otro que se llamaba Silk Market, bastante conocido también.

Y dejando un poco de lado las compras, pues empezar con el tema de las visitas. La verdad es que hay muchos sitios a los que ir, y con lo grande que es la ciudad pues uno tarda lo suyo en llegar, pero el transporte (el metro, que fue lo que más cogimos) funciona bien, salvo las típicas horas puntas donde está todo a reventar.

Una de las primeras visitas (obligadas, jeje) la plaza de Tiananmen. En la foto de abajo se aprecia al fondo, el edificio que da entrada a la Ciudad Prohibida.

Ese día no estaba el tiempo muy bueno que digamos. De todas formas, volvimos a ir al par de días y hacía un día estupendo.

Con mis compañeras una vez dentro, pasada la puerta de Tiananmen antes de entrar en la Ciudad Prohibida. Por dentro es inmenso, montones de habitaciones y muestras de jarrones, utensilios… de las distintas dinastías. Como unas 2 horitas de paseo por dentro, pero merecen la pena. Y pues a la salida, que casi ya iba a atardecer, está foto tan guapa que me salió, jeje 🙂

Otra de las visitas estando en China, es ir a la Gran Muralla. Así que,nos fuimos con la gente de Pekín a pasar el fin de semana en un sitio que se llama Mutianyu. Un pueblecito muy cercano a la muralla, donde nos quedamos en un hotel («farms» que se llaman). Por decir que estábamos solos en el hotel, no se veía nadie y encima luego a eso de las 5 de la tarde ya era de noche… y a ver con que nos entretenemos. Al final, hasta hicimos un karaoke y todo, estuvo muy divertido.

Sin palabras la Gran Muralla… en las fotos se puede apreciar la extensión, y lo que no se ve. Por ahí estuvimos paseándonos, subiendo y bajando. Me imagino en invierno el frío que puede hacer por ahí arriba, brrr… mejor ni pensarlo. En la foto de la derecha con el amigo Peque y Mario.

Continuando con la estancia por Pekín, otro de los sitios de obligada visita es el Templo del Cielo. Queda al sur de la ciudad, como a 20-30 min. en coche, optamos por ir en metro y ya a la vuelta coger un taxi, ya que lo que es la salida del parque queda algo alejada. Edificios muy bonitos y con gran cantidad de detalles, junto con los jardines que había en el interior, todo a lo grande, jeje, a patear se ha dicho.

Las fotitos de a continuación, son en el Palacio de Verano, fui con Peque de visita ya que no había estado antes. Un lugar increíble la verdad, con un gran lago, jardines y espacio para caminar y perderte durante horas. Infinidad de lugares para no parar de sacar fotos, los paisajes lo merecen, como muestra alguna de las que saqué.

Y para terminar, un poco de gastronomía 🙂 Por la zona de Wang Fu Jin, que es bastante comercial, con librerías, tiendas.. y pues entre todo eso, un pequeño mercadillo y con puestos de comida. Como curiosidad, algunos de los pinchos tan «apetecibles»… yo me conformé con un pincho de pollo, porque ya cosas más exóticas como que, dígase (gusanitos, pequeños escorpiones…)

La verdad que todo el mes que pasamos en Pekín dio para mucho, aunque me gustaría volver y aprovechando que este año son las Olimpiadas pues ver el ambiente en la ciudad que tiene que estar muy bien.Ya os contaré.