Hay otros que en vez de descansar, están preparándose para los días previos al evento del festival Tuen Ng, del que ya comentaba algunos detalles el año pasado. Remen, remen, remen… arrr!!
Hasta gente ataviada con sus tablas de wakeboard y todo. Actividad que probaría luego, pero con no muy buen resultado, jeje.
Una vez el grupo de gente al completo, nos embarcamos en una travesía de algo más de 1 hora hasta llegar a una tranquila playita, de nombre: Tai Long Wan. Sitio perfecto para acampar al que también se puede llegar haciendo un poco de hiking. Aunque previamente habíamos parado en otra calita, pero demasiado abarrotada de barcos y decidimos cambiar de rumbo, un cambio muy positivo 🙂
Montañas verdes y agua color turquesa, un sitio realmente bonito para desconectar y «aislarse» del bullicio del centro hongkonés, que a veces se agradece.
Bañarse, tomar sol, ir hasta la playita y echarse un rato… el día estaba genial, así nos quedamos colorados algunos de nosotros, jeje, sol traicionero, pero en definitiva un gran día que ponía punto y final cuando el sol decidía ir ocultándose poco a poco, era hora de volver y descansar.