Una de las cosas que uno echa de menos es disfrutar de desayunos como este. Puede que el café o los jugos quizás se puedan igualar, pero lo que no tiene ni punto de comparación son los bocadillos. Sin duda es el conjunto de estar en casa, en un sitio que apenas ha cambiado desde que abrió, con los mismos camareros casi y es como si el tiempo no hubiese pasado. Recordar algunas tardes con amigos disfrutando de una merienda después de haber dado una vuelta o bien cogiendo unos bocadillos para llevar e irnos directos a la playa a pasar unas horitas de sol.
Una carta donde poder elegir entre bocadillos, sandwiches, croissant o montaditos; ya en función del gusto de cada uno pues entre carne mechada, pollo, lomo, vegetal, americano y creo que alguno más se me queda. Buena variedad de jugos y batidos naturales, y también con un servicio siempre atento y eficaz.
Es raro que me pidiese uno de carne mechada porque por lo general me gusta más de pollo, pero ambos están muy buenos. Lo bueno es si vas con alguien puedes compartir y comer medio de cada 😀 Con esto ya tenemos para ir tirando tan tranquilamente hasta Buenavista
No podían faltar unos juguitos para rematar un buen desayuno. Naranja y frutas del bosque, ¿adivinan cuál tomé yo?
Un lugar que lleva mínimo unos 12 años abierto y ya forma parte del centro santacrucero; seguro que habrá poca gente que no conozca el bar-zumería «Doña Papaya«, a tan sólo pocos metros de la céntrica Plaza Weyler y comienzo de la Calle Castillo. Me acuerdo cuando trabaja por la zona que siempre hacía una escapadita con algún compañero para tomar el bocadillito de media mañana y seguir el resto de la jornada con energía, lo bien que sentaba!
Seguro que ustedes también tienen ese sitio de confianza y que suelen frecuentar para un cafecito, desayuno o lo que se tercie; donde los conocen y seguro nada más entrar por la puerta saben lo que suelen pedir, qué bien sienta empezar así el día. Espero compartan alguna de sus experiencias. ¡Buen finde y que no falte energía!