Uno de los puntos más alejados desde la capital y situado en la zona noroeste de la isla y una región marcada por la gran cantidad de fincas plataneras, rodeado de un bello paisaje de montañas y mar. Así es el municipio de Buenavista del Norte que les presento en el post de hoy.
Hasta allí nos escapamos unos días para cambiar de aires y poder visitar con calma los alrededores. El trayecto hasta allí es algo de más de una hora pero con buena autopista hasta la zona de Los Realejos y luego carretera de un sólo carril por sentido, algo sinuosa pero agradable de conducir y sobre todo poder disfrutar de la costa.
A mediada que cogemos altura podemos ver la forma de valle en el fondo, bastante verde pero a medida que subimos el aspecto va cambiando un poco. Sin duda merece la pena pararse en algunos de los miradores que hay por el camino para no perderse detalle de la geografía del terreno.
Como decía, la vegetación en esta zona está llena de contrastes; algo más seca en las zonas altas y más propia de la zona sur de la isla.
Es el sitio ideal para desconectar durante el fin de semana, y también desde el hotel pudimos disfrutar de unas buenas vistas. Empezando el atardecer…
y hasta que se va haciendo de noche. Lo mejor es poder acercarse a una playa cercana para disfrutar de los últimos rayos con el sonido del mar de fondo.
Uno de esos rincones que quizás sea poco frecuentado, lugar de paso si vamos haciendo un recorrido por el norte o bien viniendo del Sur, cerca del final de la isla con el faro de Teno como punto más extremo. Si buscan un sitio para descansar donde respirar silencio, restaurantes con buen pescadito y el encanto de un pueblo chiquito donde hay poco más que un bar en la plaza y se lleva una vida muy tranquila, éste es el lugar adecuado.