El Peak Tram

Un viejo conocido que ha estado renovándose hace tan sólo unos meses atrás. Y es que el Peak Tram cuenta con una larga historia, no en vano son 130 años de historia a sus espaldas. Se imaginan cómo era el Hong Kong de aquel entonces y lo mucho que ha cambiado la ciudad siento éste testigo del paso del tiempo.

La estación de salida se encuentra muy cerquita del Hong Kong Park y desde allí nos llevará hasta una altura de 396 metros sobre el nivel del mar. Tramos empinados con un desnivel de hasta el 26% mientras va ascendiendo por las colinas donde hay edificios residenciales entre la frondosa vegetación conforme va subiendo.

Una vez arriba del todo tenemos el mirador «Peak Lookout» y en su interior algunas tiendas para tomar algo, restaurantes o poder comprar souvenirs. Si queremos subir hasta ese balcón de la foto, bastará pagar un pequeño suplemento y contemplar las vistas y/o que nos saquen una foto.

Yo también recomiendo contemplar la panorámica desde otro sitio especial donde hay un pequeño mirador con unas pequeñas esculturas de dragón. No tendremos que pagar suplemento pero tan sólo esperar nuestro turno en función de lo concurrido que esté.

Lástima que ese día había algunas nubes con el sol tapado. Es lo bonito de poder ir en varias ocasiones y ver según se comporte la climatología. Áun recuerdo la vez que fui con Alberto a presenciar un amanecer desde ahí, fue impresionante.

No es el único sitio para poder tener unas buenas vistas y es que si vamos en dirección a Lugard Road, otro de los sitios emblemáticos para disfrutar de un paseo mientras vamos contorneando la montaña hacia «Morning Trail».

No me voy a anticipar a decir si será pronto o tarde la próxima visita, pero aún tenemos pendiente el ir con las niñas así que está en la recámara 🙂

Disfrutando del campo

De esta vez no podía dejar de llevarme los tenis de correr durante los días que pasaríamos con la familia. Tiempo hay para todo y mejor aún disfrutando del campo.

Tierras llanas y que se extienden ante tu mirada con alguna montaña a lo lejos. Son campos de cultivo atravesados por canales de agua, torres de alta corriente o también algunas autopistas elevadas. El progreso en China a base de mejorar sus infraestructuras uniendo campo y ciudad.

Sigue leyendo Disfrutando del campo

Empezando temprano

Cuando todos o casi todos duermen, hay otros que van empezando temprano. Al principio cuesta un poco poner el cuerpo en movimiento, pero una vez fuera rumbo a la montaña todo se pasa. Pasando de la noche al día y ser testigo de los primero rayos de sol acariciando Pat Sin Leng. Los Nuevos Territorios y su entorno privilegiado donde disfrutar de aire más puro y de la naturaleza cerca.

La toma de contacto

Salir de casa y en menos de 10 minutos ya estamos yendo escalones arriba. A poco más de 200 m de alitud las vistas ya hablan por sí solas.

empezando temprano

Por ahí abajo, las zona residencial de Wah Ming y cerquita de casa. Siguiendo hacia las montañas vamos en dirección a Tai Wo y Tai Po. Parece todo tan pequeñito pero estando cerca a la vez.

En plena montaña

Y cuando estamos ya metidos de lleno en ruta, tan sólo nosotros y la vegetación. Sentimos el calor y presintiendo que luego hará calorcito, pero estando en otoño ya es otra historia; vaya que si se nota la diferencia en cuanto a temperatura y humedad. Brisa por la mañana, menos agobios y también el tener que cargar con menos agua.

Una de mis visitas obligadas, la cima de Pak Tai To Yan (488m). Como quien dice, es llegar tocar, respirar hondo, sacar la foto y volver montaña abajo. Una buena forma de poner el cuerpo a prueba y sentir la energía de un nuevo día. Por aquel entonces, ni rastro de sueño ni cansancio. Puede que luego las piernas se resientan, pero lo bien que se queda uno subiendo hasta aquí arriba.

Una nueva rutina que empecé esta semana para sacarle el mayor provecho a cada día. Está claro que no todos los días pueda subir hasta la cima, pero si saborear un poco de montaña. Mientras otros duermen, no soy el único que vamos empezando temprano. Los días saben a más y sobre todo el desayuno más tarde 🙂

Paseo por el lago

Nada mejor que empezar el día con un paseo por el lago antes de ir a desayunar. No hay excusa que valga para salir a recorrer el caminito que empieza a pocos metros de nuestro hotel y va bordeando el lago hasta meterse más adentro en parte del bosque. Con un poco de brisa y los rayos del sol que van calentando lo que sería otro día caluroso y de cielo espectacular.

paseo por el lago
Las montañas

Con las montañas de testigo al fondo atravesando campos verdes. Mirar a un lado teniendo el lago cerquita y justo en el opuesto las montañas casi a tiro de piedra. Un muy bien sitio para los amantes de la naturaleza bien sea para correr, bicicleta, montañismo o remo.

prados verdes

De la abundante vegetación podemos destacar desde los omnipresentes olivos, pasando por otros arbustos de diverso tamaño o bien hierbajos bastante creciditos. Me imagino que de vez en cuando les den una buena poda porque seguro que con el tiempo empiezan a adueñarse del camino, jeje; aunque justamente esta sección tenía anchura considerable.

siguiendo la senda
El bosque

Mucha tranquilidad en lo que atravesamos el bosque, tan sólo el clásico zumbido de algunos insectos que suelen ser bien madrugadores. No somos los únicos que han decidido disfrutar de la naturaleza de buena mañana. Nos cruzamos con varias personas que vienen casi de terminar su salida a correr (yo haría lo propio al día siguiente).

atravesando el bosque

un día de calor

Realmente imponente esta montaña, el pico más alto de la zona. Si no me equivoco, se trata del monte Legnone. Y la verdad que invitaba a poder hacer una rutita hasta la cima, quizás en otra ocasión.

caballos en el campo

El lago proseguía hacia la izquierda pero justo en un lateral había este riachuelo que se adentraba hasta que poco a poco iba perdiendo anchura por lo que pude ver en el mapa. En paralelo seguía el caminito-carril bici para continuar hasta la siguiente población con unos cuantos kilómetros por delante pero totalmente en llano. Seguro que cuando bajan las temperaturas y en época otoñal el paisaje tiene que verse muy bonito.

riachuelo

Volviendo sobre nuestros pasos en nuestro camino de vuelta al hotel. Como había puesto la aplicación del móvil registrando nuestro paseo, salió que habíamos hecho unos 6 kilómetros que no está nada mal.

de vuelta al hotel

Lo bueno de haber estado en un lugar así es evadirte durante unos días. No obstante, dando un paseo hacia el pueblo había un par de restaurantes y gelaterías que disfrutamos durante esos días. De esta forma, no teníamos que coger el coche necesariamente para ir a comer algo y eso se agradece.