Paseando por Ginza

 

Además de quedar con Alberto, disfrutar de la tranquilidad del parque, encontrar un bar de lo más curioso o comer un rico sushi… ¿cuántas cosas verdad? pasamos por una de las zonas con más glamour de Tokio. Edificio altos de corte moderno, las tiendas de ropa, grandes almacenes o también de electrónica.

Las líneas de los edificios que parecen perderse en el cielo, nunca dejarán de fascinarme vaya donde vaya. Creo que el gusto por estas construcciones es algo que se contagia.
 

Muchas marcas comerciales presentes en las fachadas de los edificios y algunas tan conocidas como TDK, Sapporo, Daikin o un anuncio del terminal de Samsung, el Galaxy SII. Si se fijan, los edificios tendrá como mucho unas diez plantas de alto como mucho, pero el espacio está muy bien aprovechado. Es una zona cómoda por la que pasear, donde el tráfico de los coches es fluído con tres carriles para cada sentido y una acera amplia para nosotros los peatones, que se agradece.
 

 

La gente camina con paso decidido, bolsa en mano, me pregunto qué habrán comprado cada uno de ellos. Quizás algunos vayan a la tienda Sony de la cual habíamos salido nosotros tan sólo unos instantes antes, o bien, a los grandes almacenes de Mitsukoshi (tipo El Corte Inglés), o quizás en la tienda Apple de las cercanías.
 

 

 

Construcciones tan curiosas como esta que parece tener balconcitos. Por lo que me fijé, se podía subir tanto en ascensor como a pie, siendo los «balconcitos» parte de los tramos de escalera que conectan los pisos. Algunos restaurantes y tiendas entremezclados, todo es posible en Ginza, aunque ojito con los bolsillos sobre todo para las mujeres es una tentación.