Del día

 

A lo largo del muelle de Sai Kung, cuando empieza a caer la tarde-noche, la actividad aún no ha cesado. Y es que, si de día es un lugar de encuentro para que la gente salga a la mar a disfrutar de un junk trip (plan genial de verano), cuando la noche empieza a caer que es cuando regresan los barcos para dejar a la gente, algunos curiosos se quedan a observar lo que ocurre un poco más abajo en el agua. ¿Ven las barquitas una detrás otra?
 

Vamos a acercarnos un poco más. Estos pequeños botes de pescador ofrecen al público en general pescadito recién cogido en las aguas cercanas. Mientras unas han estado de playa o haciendo deportes en el agua, otros han dedicado el día a aprovisionarse de frutos de mar y si pueden sacar algo de provecho, además de, lo que hayan cogido para su consumo propio. Si se observan, tiene varios cacharritos plásticos en los que tienen separados los peces, imagino que según el tamaño o el tipo de cada uno y así elegir mejor. Un mercado flotante aunque no es comparable a lo que nos podamos encontrar en Vietnam o Tailandia.
 

A veces tan sólo una persona o bien dos, ocupan las embarcaciones. Parece que algunos clientes se animan a comprar, pero en cambio otros tan sólo actúan de meros observadores. Seguro que un poco de regateo tampoco falta, dólar arriba dólar abajo. Alguno acabará con una bolsita de pescadito fresco para la cena de esta noche.
 

Los últimos rayos del sol están por irse, y la luz de los farolillos en los botes son los que ahora alumbran. Sus dueños aún no dan por terminada la sesión de ventas, quien sabe si algún cliente rezagado pueda aparecer en último momento.

 

13 comentarios en «Del día»

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    1. Tengo que hacerlo un día de estos, o sino la otra opción es comer en alguno de los restaurantes de la zona que he oído no están mal del todo, pero como es un poco turístico, pues ya se sabe lo que pasa, que igual es un poco más caro de lo que debiera.

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