Año: 2008
圣诞快乐 (Feliz Navidad)
Pueblecito minero
Se trata de un pueblecito que hace muchos años su actividad principal se centraba en las minas de oro. Su esplendor durante el periodo de dominación Japonesa, pero una vez el oro agotado, su popularidad fue decayendo hasta que un tiempo más tarde fue de nuevo descubierto como lugar turístico. Bastante bien conservado y lo curioso de ver las casas encaramadas a los lados de la montaña.
A pesar de que el tiempo no estaba muy allá que digamos, se podían divisar unas buenas vistas de las montañas con el mar a lo lejos.
Nos encontramos con callecitas estrechas pero repletas tanto de tiendecitas como restaurantes o puestecitos donde ir probando comida de todo tipo. Al principio, nada de gente, aparentemente todo tranquilo…
Una de las cosas que probamos: pinchos de setas. Y un plato muy simple, poner las setas a la parrilla, mojarlas con una salsita (creo que de soja) y un toque picante al gusto, luego troceadas y a pinchar, el aperitivo está listo. ¿El precio? de risa y riquísimas. Tanto nos gustó que repetimos 🙂
Moverse por Taipei
Al igual que otras ciudades de Asia, la ciudad de Taipei también cuenta con una red de metro que nos facilitará nuestros desplazamientos de un punto a otro. Una red sencilla, de las cuales las que más usamos fueron:
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La azul (oeste-este): desde Nangang hasta Yonging.
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La roja (norte-sur): Danshui hasta Xindian.
Y como uno de los nodos principales, la estación central de Taipei donde podremos hacer el cambio de una línea a otra con facilidad. Lo que llama la atención en las estaciones es el sistema de puertas de seguridad. No llega a ser como en Hong Kong, Pekín o Tokyo, ya que estas no llegan a cubrir hasta el techo, también decir que el aspecto parece más de estación de tren debido a la amplitud y la altura del techo, un aire con Singapur.
Todo muy señalizado, por supuesto en caracteres chinos (tradicionales) aunque se hable mandarín la escritura usada es igual que en Hong Kong, caprichos del idioma no? y debajo en su correspondiente nombre en pinyin, no da lugar a pérdidas.
Podemos optar por comprarnos una tarjeta tipo Octopus, con la que pagar en los torniquetes o bien optar por comprar billetes sencillos a modo de moneda plástica como nos enseñaba Alberto cuando también visitaba Taiwán, realmente curioso, no?
Y siguiendo el ejemplo de los metros en Japón también podemos encontrarnos con un simpático móvil que nos invitar a mantener el móvil calladito, los demás te lo agradecerán. ¿Esuche a alguién hablando en los vagones del metro? ¿Algún politono? … ni por asomo.
Buen viaje y a dejarse llevar por el metro de Taipei 🙂