El fuego durante estas pasadas fiestas es un elemento destacado en las celebraciones. De las casas se suelen colgar algunas tracas después de que empieza el Año Nuevo y durante la noche por espacio de varias horas no dejan de escucharse los fuegos artificiales que la gente lanza desde las azoteas de las casas, son el mejor lugar.
Eso sí, con precaución y guardando una distancia de seguridad, no tiene porque pasar nada malo. No son fuego muy potentes, pero sólo lo manejan los adultos desde luego. Y para los niños tenemos las clásicas bengalas chiquitas, siempre bajo la supervisión de los mayores.
Nadie mejor que el pueblo chino en el manejo de fuegos artificiales ya que fueron ellos los que descubrieron la pólvora hace ya miles de años. Con el tiempo se han ido perfeccionando y se usan en cantidad de eventos a lo largo del año como la celebración del Día de China o el establecimiento de HKSAR, entre otros acontecimientos de la región. Es algo que gusta de ver a todo el mundo.
Por suerte el estar en una región fuera del centro de la gran ciudad, permite a todos ver los fuegos más de cerca. En Hong Kong está prohibido el uso de fuegos en la calle, una medida de seguridad para evitar accidentes. Pero digamos, en el marco un poco más rural, se puede hacer con algo más de garantía al ver más espacio en los alrededores y por ser un poco menos molesto aunque no está exento del correspondiente alboroto pim pam, pum pum… pero al fin y al cabo, se está de celebración 🙂
Es que no hay fiestas sin fuegos artificiales 😉
Iluminar la noche, el estallido de ruido y color. No tiene comparación. Y tendrías que ver menudas tracas, que saltan las alarmas de las casas y los coches, jaja
Luz y ruido para alejar a los malos espíritus con la llegada del Año Nuevo.
Y de paso los deja un poco tocados del oido con tanto estampido, jeje. Que el año de la serpiente traiga más cosas buenas que malas.