El verano no está aún por la labor de irse, y aunque para hacer este tipo de pateos el clima algo más fresco es preferible, lo más gratificante es poder disfrutar de las vistas en la montaña. Siguiendo un poco de cara a la preparación a una carrera que tendrá lugar dentro de un mes, este pasado fin de semana subí al segundo pico más alto de la ciudad, el de Lantau. No es la primera vez que subo, ni tampoco será la última desde luego.
La ruta saliendo de Tung Chung y a través de la ruta de Tei Tong Tsai, conectando con Pak Kung Au que es el punto de referencia en la carretera que separa el pico Sunset de este de Lantau. Bien provisto de agua, gorrita y a paso constante aunque las paraditas se sucederían algo más arriba para recuperar fuerzas y beber. Al ser monte pelado la mayor parte del trayecto, poco se puede refugiar uno durante el ascenso, con lo que hay que ir con calma y dosificando las fuerzas.
De vez en cuando, cruzarse con gente que viene bajando tras haber subido por la otra vertiente. Poco a poco se van haciendo chiquitos hasta que se pierden ante nuestra vista.
Creo que tardaría menos de una hora en hacer el ascenso y una vez arriba, podría darme un nuevo respiro contemplando las vistas todo alrededor. Sus 934 metros dominando todo el panorama de la isla, a nuestros pies en cualquier dirección. La brisa a esa altura es bien agradecida, mientras aprovecho para pasar un poco de agua de la botella grande a una de las pequeñitas y refrescarme la cara.
Un par de minutos y listo, no hay tiempo que perder para empezar con el descenso. Queda el camino de vuelta que para nada piensen que es sencillo, en la bajada las piernas también sufren cuando uno tiene que ir frenando un poco la inercia del cuerpo, pisando en firme y con cuidado de no dar ningún traspies. El chico que ven en la foto iba a la par conmigo. lo tuve delante mío en la subida casi todo el rato y luego en la bajada me cogió ventaja, buen ritmo que llevaba. Algo me dice que él también participará en la carrera, quien sabe si me lo vuelva a encontrar.
Buen consejo ese de prestar atención en las bajadas. La mayoría de accidentes suceden precisamente en los descensos, tanto en alpinismo como en senderismo, por una mezcla de cansancio y exceso de confianza al pensar que ya está todo hecho.
¡Suerte en la carrera!
Aunque algún traspies he tenido al perder el equilibrio pero nada serio, por lo general las bajadas no se me han dado mal, siempre con tiento. Se consigue ganar tiempo con lo que uno haya podido perder en la subida, al menos compensar. Pero bueno, veremos el día de la carrera que es otra historia (desde mi lado de no-experto, jeje)
Hace tiempo que no hago una escapadita el monte, aunque habrá que esperar a la primavera.
Buen ejemplo del «otro» Hong Kong
Ahora que suavizan las temperaturas igual a principios de octubre una escapadita que aún no haga mucho frío. Qué ganas bajen las temperaturas un poquito, pero más que sea el habiendo estado corriendo en verano con algo más de humedad y calor, puede que me ayude a ir mejor cuando las condiciones sean algo más secas y con brisita, menos sudores, dentro de lo que cabe.
No me canso de esta cara de Hong Kong, y aún me queda parte de Kowloon que apenas lo he tocado.