Somos animales de costumbres, o al menos muchos de nosotros, basta que nos guste un sitio para que querramos repetir. Hay algo que nos llama a volver, puede que sea la atención, la comida o bien ambos. Buenos recuerdos me vienen a mi mente de varios lugares en Tenerife y que extraño. De igual forma tengo mis predilectos aquí, aunque para romper la rutina uno tiene la inquietud por descubrir lugares nuevos. Es así un pequeño local en las inmediaciones de Mongkok.
Casi de casualidad, vinimos a dar con el establecimiento donde almorzaríamos ese día. En su exterior podemos ver la estantería metálica en la que aguarda distinta bollería a ser vendida y es que hay mucha gente que prefiere llevarlo a casa o comerlo de camino. Para los clientes del restaurante, tan fácil como salir con un platito y pa’dentro.
En su interior apenas unas diez mesitas, de banco a los lados y en el medio un par de mesas redondas. Arrejuntaditos y con la cocina al fondo. Menú del día con tres o cuatro platos y luego los platos fijos, y con bastante actividad cómo iban saliendo los pedidos para otras mesas.
Mi elección con la sopita incorporada: filete de cerdo con salsa de ajo y arroz, y junto con un cafecito con hielo. Completo menú y por menos de 4 euros al cambio. Cantidad considerable y buen sabor, qué más se puede pedir y además muy eficientes los camareros.
Una experiencia «wonderful» y que gustaremos de repetir. Un sitio que se lo veía con tradición y de los que dan ese toque especial y clásico de los restaurantes locales de la ciudad (cha caa teng). A mi lista de favoritos va 🙂
Bon apetit!
Con el estómago contento desde luego 🙂
tiene buena pinta! por dónde queda?
saludos
Pues queda en Portland street nº 289. Si sales del Langham place y en dirección a esa calle, caminas como 5 minutos y te lo vas a encontrar a mano derecha. Usando el Google Street View podrás encontrar su fachada con el nombre de letras doradas según la primera foto que tengo en este post.
Un saludo.