Cuando uno va descuidado por la calle, rodeado de nuevos bloques que emergen entre otros algo más bajitos es fácil que se nos pasen cosas por alto. Ni mucho menos todo está en las alturas aunque ya sabemos que debemos andar pendientes de lo que se cuece más arriba de nuestro campo de visión. No sólo hablamos de oficinas sino también de restaurantes, bares o incluso algunas tiendas.
Entre callejoncitos o algunas calles estrechitas del barrio hay un buen surtido de sitios donde elegir y dar variedad a nuestra hora del almuerzo o bien para ese cafecito posterior. Lo malo es que desde la calle principal su presencia puede pasar un tanto desapercibida si no fuera por el uso de los desplegables que podemos encontrarnos en algunas esquinas. Lo normal es que los dejen atados a alguna farola o poste cercano aunque dudo que alguien le diese por querer arrancar con él.
¿Nos apetece algo de pollo al horno o «fish & chips»? O quizás andamos buscando un cafecito tranquilo, nada de franquicias, y también tomar algún postrito, también podemos.
Por lo pronto lo único que probé esta vez fue este espresso y la verdad que pasó con buena nota; no es que sea un experto del tema pero el aroma y la intensidad eran buenos.
Creo que me pondré en mi lista de pendientes el ir visitando otros cafecitos como este o también otros sitios de comida, siempre y cuando los precios no se vayan por las nubes, y disfrutando del pasar de la gente a pie de calle.
Tienes que hacer una guía gastronómica de Hong Kong pero ya 😀
Buen finde!