Sr. Croc

En la visita que hice por tierras australianas hace unos cuantos meses, para allá a mediados del mes de Noviembre, aprovechando mi vuelta a Sydney después de pasar unos días en Cairns, aproveché para pasarme por el «Sydney Wild Life World«. Allí nos podemos encontrar gran variedad de flora y fauna del continente austral, y una de las especies más reconocida pero a la vez temidas tenemos el cocodrilo.

Aunque en la foto tenga la pinta de ser un animal tranquilo, no nos podemos fiar. A mi hasta me dio la impresión de que fuera de plástico, apenas se movía.

Lo mejor de todo, el toque de humor que le dan para evitar que la gente le de por alongarse demasiado desde la parte alta del recinto donde se encuentra nuestro amigo. Por si alguno/a le quiere dar el salto… 😀

Y cuando abre la boca, madre mía, eso si que son dientes. Tenerlo de cerca pero que uno esté bien a salvo 🙂

El encuentro con el cocodrilo fue de lo primero que vi en este recinto, pero uno no puede dejar pasar por alto el canguro y el koala, otras de las especies más representativas de este continente, me los reservo para más adelante. Sin duda, una visita recomendada para los amantes de los animales y los que quieran conocer algo más lo que se mueve por tierras australes.

En el rainforest

Aprovechando que Capitán Urías comentaba una entrada de cuando estuve por Cairns (Australia), aún quedan cositas por contar de ese viaje, que dio para mucho, pero mejor ir espaciándolo 🙂 Una de las actividades que me recomendaron no perderme, fue la de visitar el bosque tropical o rainforest.

Como se podrán imaginar, la oferta de actividades es bastante amplia y a uno le cuesta decidirse por la excursión. Finalmente preguntando en el hostal me recomendaron una que no debía perderme. Ibamos un grupito de unas 10 personas, en su mayoría parejas y algunos viajeros solitarios entre los que yo me encontraba.

Yéndonos hacia las afueras de Cairns, al norte, visitaríamos la zona de Daintree conocida por su bosque tropical y sus playas cercanas como Cape Tribulation o Mission Beach, esta última un lugar ideal para hacer sky diving (por lo que me contaron) lástima que me quedar sin probarlo :/

Al poco de bajarnos del coche, ya nos encontrabamos con una densa vegetación de un color verde intenso como vemos en la foto de a continuación. Siguiendo el camino marcado nos adentrábamos un poco más en el bosque…

… llegado un punto que los rayos de sol apenas pasan. Árboles muy altos, plantas de todo tipo y animalitos (que no vi, jeje) aunque te recomiendan ir protegido contra mosquitos, nunca se sabe y un poco de spray no viene mal.

Silencio absoluto, sólo el sonido de los pasos hasta llegar a… andaaa! unas mini cataratas. Y con el calor que hacía, más de uno se dio una buena duchita (yo incluido), muy relajante y como, refrescante. Tuvimos un rato para descansar y contemplar los alrededores del paisaje, dan ganas de volver a estar allí 🙂

Con el bosque tropical de Australia doy la bienvenida a un nuevo finde. Disfrútenlo allá donde estén 😉

P.D: Desear un feliz cumple a mi hermana Miriam y para todos los cumpleañeros de este día 22 de Mayo.

De almuerzo en el parque

Justamente, el día que me he traido la cámara a la oficina, ha sido porque el día ha amanecido muy bueno y se me ocurrió que a la hora del almuerzo, podría acercarme al Hong Kong Park, que desde la ventana de la oficina se ve, y disfrutar del calorcito del día para almorzar al aire libre.
Así que, me he dado un salto al MIX, sitio donde preparan unos batidos muy buenos, además de tener una variedad de enrolladitos de pollo, pavo… en general muy bien, un almuezo saludable. Y ya con mi comida en mano, me he dirigido al parque, me he buscado un banquito cerca del estanque y ha disfrutar del día.

Tendré que ir otro día más calma para recorrelo. Tiene una Plaza Olímpica con un monumento en medio, además de, un invernadero donde conservan diversas especies de plantas, la cascada que se ve en las fotos de arriba… Cerca del estanque, pegadito a la cascada hay un restaurante tailandés del que me han hablado bien. Será cuestión de probar un día y aprovechar para disfrutar del entorno.

Y pues entre tanto rascacielo este pedacito de naturaleza se agradece, y más en días como el de hoy especialmente cálido en comparación con días anteriores. Y es que parece que aún el frío o la lluvia se resiste a irse… es hora de primavera, a ver si me oyen los de arriba, jeje.